ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El uso de la nuevas tecnologías es uno de los factores que puede despertar el interés de los estudiantes por el estudio de la historia. Foto: Yander Zamora

Mi habitación está repleta de cuadros del Che, Fidel, Martí, Maceo y Mella, todo por amor a Cuba, por las arraigadas raíces de cubanía, que sin darme cuenta de ello, me inculcaron mis maestros de Historia. Aún recuerdo el día en que por vez primera me dieron a probar casabe o cuando tuve que dramatizar para un acto escolar la noche de las cien bombas.

Muchos cubanos tuvieron grandes maestros de Historia, por lo que es doloroso escuchar criterios como el de la estudiante de la secundaria básica Ormani Arenado Llonch, perteneciente al municipio capitalino de Plaza de la Revolución, Daniela Vázquez Soria: «La Historia es la misma, no hay nada que me motive a estudiarla, ni los profesores ni el libro de texto».

¿Y EL PROBLEMA DÓNDE ESTÁ?

Miriam Egea Álvarez, jefa del Departamento de Marxismo-Leninismo e Historia del Ministerio de Educación (Mined), manifiesta que los especialistas de su departamento consideran que el desempeño de los profesionales que imparten la asignatura de Historia de Cuba en los diferentes niveles de enseñanza puede mejorar mucho más.

Además, expone que actualmente uno de los mayores problemas en la instrucción de esta materia radica en la carencia de profesores, lo que implica la utilización de alternativas para su solución, como la inserción en los centros educacionales de estudiantes universitarios, el reintegro de maestros jubilados y la utilización de graduados de otras especialidades como Español-Literatura, Cultura Política y Educación Cívica.

Egea Álvarez también explica que los pedagogos tienen momentos de gestación, para que puedan llegar al aula con los conocimientos necesarios.

«Presentamos, con el propósito de que los maestros de Historia y Cultura Cubana puedan superarse, por segunda ocasión consecutiva, el audiovisual Cuba, el sueño de lo posible, elaborado por el Doctor en Ciencias Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba. Dicho material se entregó a todas las provincias del país y dio paso a la realización de cuatro talleres nacionales, con el objetivo de elevar la preparación de los coordinadores del curso», agrega Egea Álvarez.

José Enrique López Machado, metodólogo de Historia y Cultura Política  en La Habana, afirma: «Estamos muy satisfechos con la preparación metodológica de los distintos preuniversitarios de La Habana, aunque no podemos ser absolutos. Contamos con maestros muy competentes, quienes logran, a través de la Historia, que los alumnos puedan sentirse más cubanos y que lleguen a comprender cabalmente su idiosincrasia».

El docente del preuniversitario habanero Saúl Delgado, Reynier Aljovín Méndez, manifiesta que el uso de las nuevas tecnologías es uno de los factores que puede despertar el interés de los estudiantes por el estudio de la Historia. «Estas herramientas pueden ser muy útiles, pero es necesario que los profesores las tengamos a mano para amenizar las clases», concluye el maestro.

Por otra parte, Egea Álvarez argumenta que los medios para impartir fluidamente estas clases ya están creados y cita el ejemplo de CubaEduca, portal creado por el Mined y coordinado por la Dirección Nacional de Informática Educativa.

La página www.cubaeduca.cu se diseñó como un canal de comunicación interactivo, sistémico, dinámico y comprometido con el currículum de la escuela cubana. Dicho portal contiene visitas virtuales a importantes sitios históricos, además de facilitar el acceso a profesores, con presencia on line, para cada una de las asignaturas impartidas hasta el nivel medio superior.

«Aunque no debemos cegarnos, muchos centros educacionales no cuentan con las condiciones necesarias para emplear recursos tecnológicos», expresa la directiva.

El estudiante de 12 grado Carlos Ernesto Vázquez Sánchez, del preuniversitario Saúl Delgado, dice que más allá de la falta de motivación, la esencia del problema radica en las clases esquemáticas de Historia de Cuba, las cuales se ven regidas únicamente por lo que aparece en el libro.

Ante esta situación, Egea Álvarez señala que el Mined se encuentra en un proceso de perfeccionamiento de planes y programas de estudios, en los que se incluye el mejoramiento del texto de Historia de Cuba que actualmente utilizan los preuniversitarios. También, subraya la importancia que presenta su estudio detallado para las pruebas de este nivel de enseñanza y en especial para las pruebas de ingreso a la Educación Superior.

Desde el 2014, el Mined aplica en todos los centros educacionales la Resolución No. 186, la cual dota de mayor flexibilidad al programa docente. Los profesores tienen la oportunidad de convocar en los horarios que consideren pertinentes a los pupilos para efectuar reuniones con investigadores, combatientes, visitas a sitios históricos o de interés cultural, todo esto en pos de un mejoramiento del sistema educacional cubano.

DAR COLORES AL PASADO

«Esperaba siempre las clases de Historia. Me emocionaba con cada anécdota que el profe nos contaba. Miraba el pizarrón y lo encontraba inundado de gráficos que simulaban las heroicas batallas libradas por personas valerosas y que, por desgracia, muchos llaman líderes sin saber la razón. Jamás olvidaré a mi maestro del preuniversitario, tan jovial y elocuente, tan enamorado de nuestro país», recuerda Celia Verdecia Sáenz, estudiante de primer año de la carrera de Perito Criminalista, en el Instituto Superior del Ministerio de Interior (ISMI).

La estudiante se refiere al metodólogo de Ciencias Sociales del preuniversitario vocacional del Minint Hermanos Martínez Tamayo, Eduardo Jesús Carbonel Couse, uno de los muchos educadores que intentan lograr la vinculación familia-escuela-comunidad en sus clases de historia.

–Profesor, ¿qué herramientas utiliza para acercar a los alumnos al estudio de la Historia?

–Hace años que imparto esa asignatura y cuando empecé a dar clases no existían las tecnologías que tanto utilizan hoy los jóvenes, así que tenía que emplear otros métodos, porque si no el estudiante no era capaz de apropiarse de los conocimientos.

«La mejor técnica de lograr un vínculo estrecho del alumnado con la Historia de Cuba es a través de la investigación y el contacto directo con los hechos y, claro está, con los protagonistas siempre que sea posible».

–Alguna experiencia del método que aplica…

–El Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Luis Urquiza Jorge, de Las Tunas, inició en el 2003 el evento

En defensa de nuestras raíces históricas, donde los estudiantes que ingresaban al centro debían investigar, durante todo un año, la vida de un combatiente de la localidad o de un sitio olvidado, para mostrar los hallazgos en una reunión a efectuarse en abril del año siguiente que convocaba a periodistas, a la Casa de los Combatientes y a alumnos de todas las enseñanzas.

«Recuerdo que en una ocasión una estudiante se me acercó llorosa. Me miró y dijo: “Profe, se muere el combatiente, ¿qué hago con mi trabajo?”. La investigación pasaba a ser lo de menor importancia, teníamos que estar apoyando a los familiares del revolucionario, y eso hicimos. No resultó ser el proyecto investigativo más completo, pero sí el más humano».

–¿Qué pueden hacer los maestros para motivar a los alumnos a estudiar esta disciplina?

–La Historia de Cuba para comprenderla tiene que sentirse, por eso al profesional le corresponde dar colores al pasado.
 
¿EDUCAR EN SER CUBANO?

El escrito La enseñanza de la Historia de Cuba, de Amauris Laurencio Leyva y Adelín García Hernández, perteneciente a la Revista Cubana de Educación Superior del año 2012, plantea que «la instrucción debe ir impregnada de asuntos patrios, pues el principal objetivo de esta es el despertar el sentimiento nacional y el amor a Cuba».

La escuela, como la familia, debe influir en la formación de los más jóvenes y sembrar desde pequeños las fuertes raíces de cubanía. El profesor de Historia contribuye al nacimiento, en los alumnos, de la lealtad a nuestros símbolos, la fidelidad a los líderes de la Revolución, el sentido de justicia y solidaridad, la emoción cuando entonamos el Himno de Bayamo, la alegría por ver izar la bandera de la estrella solitaria. Es su deber ayudar a que nazca un cubano.

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Ismael dijo:

1

4 de octubre de 2017

09:20:01


Es en mi opiniòn un buen artìculo, pero un anàlisis a fondo del asunto requiere de otros ingredientes: • La cantidad de matriculados en la Licenciatura en Marxismo-Leninismo e Historia de perfil pedagògico no cubre las demandas, como consecuencia, una parte considerable de los que imparten estos contenidos no son graduados de estas especialidades. • Los estudiantes reclaman la necesidad de vincular la teoría que se recibe con la práctica cotidiana que favorezca la adecuada interpretación de los fenómenos económicos, políticos y sociales que se manifiestan. • Existen dificultades con el soporte tecnológico en los departamentos y con los medios de cómputo en poder de los profesores, lo que limita la auto preparación, el uso de bibliografía en formato digital, el acceso a Internet e Intranet. • En la enseñanza media y media superior es necesario editar y actualizar los mapas de la Historia de Cuba y continuar trabajando por una mejor utilización del repositorio de materiales en soporte digital (documentales, películas, series, etc.) para que sirvan como complemento a las clases. . Las clases de estas disciplinas deben convertirse en el lugar de discusión franca de las principales inquietudes políticas, sociales, económicas, entre otras, de los estudiantes. Los fenòmenos asociados a la enajenaciòn social no solo nos afecta a nosotros, son una tendencia mundial que impone el poder hegemònico para atontar a las grandes masas, los jòvenes son el blanco predilecto , corresponde a los hombres de bien luchar ante esta adversidad con inteligencia, elevada cultura y creatividad. En esta disputa el acomodamiento, el estancamiento , la conformidad y la autocomplacencia pueden pasarnos factura, las autoridades que conducen estos procesos deben ser màs exigentes, màs finas en sus evaluaciones, con los sistema evaluativos actuales un estudiante puede alcanzar el màximo de puntuaciòn en los exàmenes de Historia que le aplican y no poseer un àtomo de patriotismo, penetrar en el corazòn de cada joven es el gran reto, es difìcil lograrlo con una enseñanza reduccionista, memorìstica, repetitiva y esquemàtica, vayamos a Luz y Caballero a Varela, Martì y Fidel, cada cual en su tiempo vulnerò la escolàstica dominante, iluminando el espinoso camino de la riqueza intangible en las sociedades humanas.

Emilio dijo:

2

4 de octubre de 2017

10:27:03


Un tema pólemico y de gran importancia para nuestro país a partir de los momentos actuales que estamos viviendo. La historia nos da las herramientas necesarias para defender nuestro presente y futuro pero no podemos olvidar que somos un país subdesarrollado con millones de problemas sociales, los cuales influyen en nuestros maestros como actores sociales, al igual que el resto de la sociedad. Como se habla en el artículo no todas las escuelas tienen la tecnología necesaria para enriquecer y motivar el estudio de la Historia de Cuba. Pienso que es un gran artículo para polemizar el debate con relación a este tema tan importante y poco debatido a pesar de que tiene una envergadura gigantesca, felicitar a la estuduante de periodismo Gabriela Orihuela por su elocuencia al tratar un asunto tan complejo en nuestra sociedad actual.

Yaliesky Rivero dijo:

3

4 de octubre de 2017

12:06:02


Este es un tema en el que nos va en gran medida la continuidad de nuestro proceso revolucionario. Soy graduado de historia y he tenido la oportunidad de impartir clases en la Escuela Pedagógica de Camagüey así como en las sedes universitarias y hay algo que debo alegar al buen artículo que presentan hoy: -En primer lugar se hace necesario que a las asignaturas metodológicas de la especialidad les den la importancia que revisten. En mi etapa de estudiante universitario "jamás" me enseñaron los elementos didáctico-metodológicos necesarios para impartir buenas clases, quedando a las aspiraciones de superación de cada estudiante los espacios para dominarlos. La mayoría de los elementos están en planes de estudios(que valga aclarar que tanto se cambian que en ocasiones da señales de incompetencia de los responsables de elaborarlos), pero no son correctamente impartidos por los docentes, constituyendo estos un mero espacio de contenido histórico. -Un segundo elemento es la poca profundidad de los temas impartidos a los maestros en formación en las aulas, los cuales se limitan a repasar los contenidos que tienen que impartir en las diversas enseñanzas en que laboran o laborarán, careciendo en gran medida de una cultura y conocimiento histórico acorde a un graduado universitario. Llevamos años identificando los problemas educacionales que tenemos, pero las medidas que se han tomado y se siguen tomando creo en lo personal que algunas son superficiales, pensadas por personas detrás de un buró, y otras que solo quedan en las buenas intensiones, sin que exista la voluntad ni las condiciones subjetivas fundamentalmente en nuestras escuelas para llevarlas a cabo. Conocer nuestra historia nos pude salvar de seguir decayendo en esta crisis de valores.

iconoclasta dijo:

4

4 de octubre de 2017

12:59:58


No se cuantas palabras tiene el escrito. Pero si logran poner atencion a solo 5 de las que dijo el profesor, descifraran el enigma de la enseñanza de historia: contacto directo con los hechos (historicos). El resto no es didactico y buena parte del ultimo parrafo, sobra

HENRY GUERRA dijo:

5

4 de octubre de 2017

15:22:44


Camaradas buen dia, estoy totalmente de acuerdo con las apreciaciones que plantean sobre la enseñanza de la Historia Patria de Cuba, situación que es similar al resto de los paises de América Latina y el Caribe. Sin embargo pienso que es necesario convocar a un evento internacional a todos los especialistas de la enseñanza de la historia de America para abordar, estudiar y analizar la situación de la enseñanza de los contenidos patrios y su enfoque contra los contenidos temáticos impuestos por la pedagogia imperial y sus intentos por anular la memoria historica de nuestros pueblos. Ahora es cuando debemos impulsar que el eje de la malla curricular de la enseñanza debe ser la historia. Saludos