La caña puede erguirse otra vez

MATANZAS.–Los azucareros de esta provincia redoblan esfuerzos y ponen en práctica un grupo de iniciativas para minimizar al máximo los daños causados a este sector por el huracán Irma.

Ricardo Sánchez Calero, director de la Empresa Azucarera en el territorio, explicó que ya drenaron las 2 800 hectáreas de plantíos que quedaron inundadas, desagüe acelerado que de seguro evitará mayores contratiempos en esas cañas.

Aseguró que el embate arrollador del fenómeno afectó una buena parte de la superficie de caña de azúcar de la provincia. Un total de 42 900 hectáreas quedó en su mayoría encamada (acostada), con un por ciento del follaje lastimado y tallos partidos o degollados, lo cual sin lugar a dudas se traduce en afectación al rendimiento agrícola y la eficiencia industrial.   

Sánchez Calero mencionó el uso intensivo de las más de 60 maquinas de riego, puesto que la humedad extiende las posibilidades del cultivo acostado, así como la aplicación de fertilizantes para estimular los retoños.

Insistió en que de forma paralela aprovechan la humedad de los suelos para incrementar el ritmo de siembra y satisfacer así el plan anual de 9 500 hectáreas. Ya tenemos 8 200 y pensamos rebasar el programa del año sin contratiempos, recalcó.  

Comentó que los centrales, donde se dañaron unos 1 500 metros cuadrados de cubierta ligera, trabajan en el montaje de aproximadamente el 40 % de las planchas de zinc recuperadas tras ser arrancadas de su sitio por los fuertes vientos, lo cuales también estropearon la cornisa de las chimeneas en los ingenios Jesús Rabí y México.

Expertos confían en la pronta solución del panorama en la infraestructura logística del sistema azucarero y, sobre todo, en que un buen por ciento de esa caña acostada se levante y pueda aprovecharse.