CAMAGÜEY.–Sanear una ciudad que supera los 300 000 habitantes no es cosa de juego, mucho más si a los desechos que genera de manera cotidiana se suman miles y miles de metros cúbicos de escombros, troncos, ramas y otros desperdicios acumulados tras el paso del huracán Irma.
Transcurrió una semana de intensas jornadas de higienización y todavía queda un volumen importante de basura por recoger en los 19 consejos populares que conforman la otrora villa principeña, empeñados los lugareños en dejar, al término de los trabajos, una ciudad más limpia, funcional y ordenada.
Combatientes de las FAR y del Minint, junto a trabajadores de la Agricultura, Azcuba, la Construcción y la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, conforman las seis brigadas especializadas que respaldan la labor de los Servicios Comunales en el saneamiento integral de los cuatro distritos de la ciudad.
Resulta ya cotidiano, desde el mismo amanecer y hasta bien entrada la tarde, el trasiego de vehículos rumbo a los vertederos temporales que, según Ever Ávalos Piñeda, director provincial de la entidad, ha habido que habilitar en las afueras de la cabecera provincial para poder asimilar tamaña carga de desechos sólidos.
El directivo considera oportuno que la población aproveche la «operación limpieza» para extraer del interior de las viviendas y de los patios la basura acumulada y los objetos inservibles, pues ello contribuye también a mejorar la situación higiénico-ambiental y a evitar la proliferación de enfermedades.
Insiste igualmente Ávalos Piñeda en la necesidad de una más activa participación ciudadana, disciplina y exigencia en las labores de saneamiento de los barrios, para que, una vez concluidos los trabajos en cada lugar, no vuelvan a formarse microvertederos y se arrojen por la borda tantas horas de esfuerzo colectivo.
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