ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Leandro Lucas Grillo, especialista principal del Gabinete. 

El 16 noviembre de 1519 se fundó la Villa de San Cristóbal de La Habana. El primer servicio religioso de la ciudad quedó registrado para la historia en tres enormes lienzos hechos por el pintor francés Jean Baptiste Vermay. Ellos, representan un homenaje a la primera misa, el primer cabildo y el acto de bendición hecho por el obispo Espada, en presencia del Capitán General y altos funcionarios del gobierno colonial en aquella época.

Desde 1828, todo el que visita el Templete puede disfrutar de dichas obras de arte. Sin embargo, desde hace unos meses, la obra principal La inauguración del Templete esta en restauración.

«En 1995, Eusebio Leal Spengler, al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad, decidió crear el Gabinete de Restauración de pintura de caballete Jean Baptiste Vermay para comenzar a restaurar estos tres lienzos que atesoran un momento importante de la historia», explica Leandro Lucas Grillo, especialista principal del Gabinete.

En aquellos años las pinturas fueron reparadas por un equipo de ocho profesionales. Dos años demoraron en restaurar La primera misa, luego en 1998 terminaron El primer cabildo, y fue en 2001 que concluyeron la principal y más grande de las tres que hoy nuevamente se encuentra en recuperación.

«Ahora trabajamos en una restauración conservacionista del lienzo principal. Consiste en retirarle algunos retoques que se hicieron en la última intervención debido a una aceleración en la oxidación de los pigmentos, provocados por la intensidad de la luz solar que cambió un poco el tono de la pintura. Unido a este trabajo, se restituye parte del borde del lienzo que fue dañado por termitas», explica Lucas Grillo.

Restauradores del Gabinete trabajan en el lienzo del Templete. 

Esta vez, aunque las afectaciones son variadas, el especialista asegura que se trata de un proceso de conservación elemental pues la obra se encuentra en buen estado.

EL TRABAJO DEL GABINETE

Entre los muchos caballetes que hay en el Gabinete de Restauración, uno resalta por su tamaño. Es el más grande del salón y fue creado por los propios trabajadores del lugar para poder restituir piezas tan grandes como la que ahora mismo restauran.

Cuadros en reparación del Gabinete de Restauración de pintura de caballete. 

El lugar se especializa precisamente en la pintura de caballete, conocida como aquella pintura al óleo que se logra sobre cualquier tipo de soporte ya sea papel, textil, madera, metal y donde se utiliza este mueble como ayuda para colocar la pieza.

Obra en proceso de restauración. 

Durante estos años muchas son las piezas rescatadas por el Gabinete de Restauración de pintura de caballete. El equipo de diez profesionales, cuida también de las distintas colecciones que tienen los museos de la ciudad. Además, brindan servicios de asesoría técnica a museos, casas museo y espacios que atesoran este tipo de pinturas.

«Hemos brindado colaboraciones a museos tan lejanos como el del Segundo Frente, en Santiago de Cuba. Restauramos el escudo de la ciudad de Baracoa, el mural del Hospital de Marianao aquí en la capital; muchas son las asistencias que brindamos durante el año», comenta Lucas Grillo.

El Gabinete también ha participado en asociaciones con otros países. Entre 2001 y 2005 sucedió con estudiantes y restauradores de la ciudad de Florencia en Italia. Hoy en el equipo se encuentra una joven restauradora española que cursa una pasantía desde el mes de febrero.

«Venir aquí era interesante por el tema de las condiciones climatológicas que son muy distintas en el clima tropical, por los valores de humedad y temperatura. La experiencia está siendo muy positiva, he aprendido muchas técnicas, he utilizado nuevos materiales, como la cera que en mi país no se emplea, y he adquirido experiencia porque este es un trabajo muy práctico y es lo que hace falta», asegura Violeta Álvarez Areces.

RESTAURAR UNA PIEZA  

Cuando Leina Moya Saldivar terminó el preuniversitario, comenzó en la Escuela-taller de la Oficina del Historiador de la Ciudad y hoy es una de las restauradoras auxiliares que trabaja en la reparación del lienzo del Templete.

Para ella, la parte más difícil del trabajo es el reintegro de color. Una técnica que lleva paciencia y que requiere de mucha concentración porque se trata de restituir los pequeños detalles.

«Desde el primer momento, el restaurador se involucra con la pieza, existe una complicidad entre ambos que es natural y necesaria. Hay que sensibilizarse con la obra, estudiar cada detalle, saber los materiales que la componen y el proceder que se va aplicar», explica el especialista principal del Gabinete.

Hay que estudiar cada operación, sea la más simple o la más compleja, explican los restauradores. Desde el comienzo se debe ser muy cuidadoso, porque cuando se manipula la pieza puede hacerse incorrectamente y dañarla.

El proceso es largo y complejo, al punto de durar meses o años. Las intervenciones pueden ser parciales o totales. Las parciales, por ejemplo, pueden implicar simplemente quitarle el polvo, pero si esto no se hace con cuidado puede provocar daños en la pieza.

«Pasar el plumero incorrectamente puede quitar la pintura. Limpiar la superficie de la capa pictórica como lo hacemos, a base de sustancias químicas que son muy agresivas también es complicado, por eso la necesidad de tener también muchos conocimientos sobre el tema», asegura Lucas Grillo.

La mayoría de las piezas llegan con una carga de contaminación elevada, con hongos y polvo, que implican también protegerse adecuadamente para hacer este trabajo. La Oficina del Historiador garantiza los materiales que generalmente son costosos y la mayoría se importan de Europa.

RESPONSABILIDAD Y SATISFACCIÓN PATRIMONIAL

Muchas son las operaciones que se realizan durante la recuperación de un cuadro. Para los restauradores hay dos que resultan las más gratificantes.

«Lo que más me gusta es el reintegro cromático. Es la última operación que se hace y con ella se culmina la restauración. Después de tantas horas de trabajo, de encontrar cada detalle, ves que la obra perdida reapareció y el resultado final es muy satisfactorio», comenta el especialista principal.

Sin embargo, para Yamir Chig Bello, un joven restaurador del taller, la operación más interesante es la limpieza.

«Muchas veces encontramos cuadros que no se pueden apreciar en su totalidad y cuando empiezas a limpiar, y descubres todo lo que ha detrás de ese polvo es una sensación muy gratificante. Aparecen colores y elementos que no veías a simple vista», explica Yamir.

Para los restauradores, intervenir físicamente una pintura es una gran responsabilidad. Cometer un error implica cambiar una obra patrimonial irrepetible y su propósito es salvaguardarla, de ahí el compromiso que se aprecia cuando hablan de su trabajo.

«Aunque es poco conocido es muy importante. Devolverle el valor a una pieza que está en deterioro implica conservar el patrimonio y legarlo para futuras generaciones», asegura el joven restaurador.

«Estamos contribuyendo a restituir parte de la historia que se ha perdido y permitiendo a su vez, que esa obra de nuestros antepasados perdure en el tiempo», agrega, por su parte, Lucas Grillo.

Hoy son ocho entre especialistas y auxiliares, los que trabajan en la restauración de La Inauguración del Templete, un lienzo de más seis metros de altura y cuatro de largo. Para el próximo aniversario de esta ciudad capital se prevé concluir la restauración y devolver a su lugar de origen esta obra patrimonial que resume momentos claves de más de tres siglos de historia y muestra al mundo los inicios de la vida habanera.•

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juan l. dijo:

1

9 de septiembre de 2017

09:49:17


Todo es posible para un pueblo que es el que más recursos dedica a la educación en todo el mundo. Enhorabuena para D. Eusebio Leal Spengler y sus equipos de especialistas en restauración

Elizabeth Bandera dijo:

2

9 de septiembre de 2017

11:49:33


Es muy interesante su trabajo. Estar en contacto directo con obras de grandísimo valor patrimonial e histórico, es de veras vivir el sueño de encontrarte enmarcado en esa época, en mi opinión, tan bella de la historia universal y nacional.

Visi dijo:

3

9 de septiembre de 2017

13:23:34


Reconocimiento infinito a la labor minuciosa, paciente y de tanta responsabilidad de los restauradores de bienes artísticos. Y siempre positiva la colaboración y el intercambio entre profesionales.