Excursionistas retoman la ruta del Che

FOMENTO, Sancti Spíritus.–Llegar hasta Planta Cantú, Gavilanes, Caballete de Casa, Manaca Ranzola o El Pedrero se ha convertido casi en una obsesión para los miles de senderistas que cada año deciden retomar los mismos derroteros que en octubre de 1958 pisara el Comandante Ernesto Che Guevara al frente de la Columna 8 Ciro Redondo, luego de la legendaria invasión hasta la entonces provincia de Las Villas.

Aunque muchas excursiones, sobre todo de jóvenes estudiantes, recién graduados y comités de base de la UJC, se gestan de manera informal, fuentes de la Empresa Provincial de Campismo Popular, confirmaron el interés creciente que suscitan entre los campistas las marchas organizadas desde las bases de Planta Cantú, en el municipio de Sancti Spíritus, o La Hormiga, en Fomento.

Las dos travesías, en sentido diametralmente opuesto, pero por los mismos senderos, incluyen hacer noche en condiciones de campaña, así como el vertiginoso ascenso hasta Caballete de Casa –a 750 metros sobre el nivel del mar–, lugar usado por el Che como campamento de reserva y escuela de milicias a finales de 1958, reconocido como Monumento Nacional desde el año 1981.

Gracias al cuidado de los trabajadores de Flora y Fauna, Caballete de Casas conserva en muy buen estado la Comandancia del Che, las barracas que servían de dormitorios a los combatientes, la armería, el local que ocupaba la planta de Radio Rebelde y el anfiteatro, entre otras instalaciones, que frecuentemente son sometidas a labores de mantenimiento.

Además del singular paisaje, con abundante floresta y permanente sombra, el ascenso a Caballete de Casa
tiene como premio adicional  la envidiable vista panorámica que ofrece el llamado mirador, desde donde en condiciones meteorológicas normales se pueden observar las ciudades de Sancti Spíritus y Cabaiguán y parte de la presa Zaza.

Otro de los sitios más visitados por los senderistas es el campamento de Planta Cantú, que marca la llegada de la Columna 8 al Escambray el 15 de octubre de 1958, donde se encuentra un monumento que recuerda el hecho, remozado en el contexto de la conmemoración del aniversario 50 de la caída del Che en Bolivia.