ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El empuje y las buenas prácticas del movimiento millonario deben servir de ejemplo a todo el sector cooperativo-campesino. Foto: Miguel Febles Hernández

CAMAGÜEY.–En mejores condiciones materiales que años atrás, el sector cooperativo-campesino se apresta a sumar nuevos integrantes al movimiento millonario en la actual campaña lechera, a sabiendas de que el potencial existente y las reservas no explotadas en sus fincas y vaquerías dan para mayores aportes.

Creado en el 2008, ese destacamento de vanguardia agrupa hoy a 18 entidades que el año pasado alcanzaron el millón de litros de leche y a otras 110 que se ubicaron en los diferentes pasos de la anhelada meta (250 000, 500 000 y 750 000 litros), solo alcanzable con un manejo correcto y eficiente de la masa ganadera.

A modo de ilustración, durante el 2016 las 128 cooperativas que en el país integran el movimiento aportaron el 26 % de los 320 millones de litros enviados a las industrias lácteas por el campesinado cubano, para afianzarse como la principal fuerza dentro del sistema nacional de acopio del alimento.

Sobre los hombros de esos campesinos recae el compromiso de servir de ejemplo al resto de las bases productivas, sobre todo ahora, en plena «zafra» de la leche, en que es preciso aprovechar las bondades de la primavera para recuperar el atraso acumulado durante los primeros meses del año por la intensa sequía.

En ello ha insistido Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, quien ha apelado a la inteligencia y la iniciativa de los asociados para multiplicar los ritmos diarios de ordeño (llegar a la doble sesión donde sea factible) en pos de entregas superiores.

Tales propósitos solo son posibles de materializar, sin embargo, si se mejora la base alimentaria, el abasto de agua, la actividad reproductiva, el control de la masa y la infraestructura de las vaquerías, como elementos decisivos para poder asumir empeños mayores en la producción de leche y de carne.

Isel Galindo Cruz, presidente de la cooperativa millonaria Evelio Rodríguez, del municipio de Jimaguayú, coincide en lo impostergable que resulta colocar la ciencia y la técnica en función de la ganadería ante el insuficiente empleo de la inseminación artificial para contribuir al mejoramiento genético de la masa.

Otros especialistas, como Reinaldo Martínez González, consideran que es factible crecer en la producción lechera, pero sin descuidar sus indicadores de eficiencia, entre los que resaltan el porcentaje de natalidad y los litros de leche acopiados contra el total de vacas, los nacimientos y las hectáreas en explotación.

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