Pocas veces los hombres lloran —eso dicen.
Pocas veces una ofrenda floral descubre tantas emociones. Pocas veces esas emociones derivan en llanto.
Este martes ocurrió. En el Mausoleo al Lugarteniente General Antonio Maceo. Mientras el Ministro de Defensa de Guinea Bissau, Mayor General Eduardo Costa Sanhá, depositaba flores rojas en la tumba del legendario mambí cubano.
A lo lejos, se escuchaban los disparos. Bolas de fuego emergían de las armas tras cada una de las 19 salvas. Ciento veintiún años antes, un disparo —el número 27 en su cuerpo— puso término a la vida de Maceo.
Entonces los españoles no lo sabían, no lo podían saber. Ni querían creerlo. Era demasiado abrupta esa carga en la conciencia. O era demasiado inverosímil la muerte del hombre intransigente que decía sin cortapisas: «No, nos entendemos».
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El Ministro de defensa de la nación africana, Eduardo Costa Sanhá escucha la historia contada por el General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, viceministro primero de las FAR.
Eduardo pide por señas un par de servilletas. Con ellas se seca el rostro y se dispone a relatar un episodio. Dice que pensar en Maceo y en su ayudante Panchito Gómez Toro, le hace recordar, inevitablemente, a los cubanos que cayeron en los combates independentistas de Guinea Bissau.
«Fueron muchos pero quisiera recordar a uno de ellos que nos ayudó a atacar un cuartel. El ataque tuvo mucha fuerza, solo que el enemigo respondió con morteros y cañones. Y en el momento de la retirada, el cubano, que no conocía bien el territorio, no fue encontrado. Estuvimos buscándolo durante más de 10 días. No teníamos carro en la base y enviamos hombres a buscar carros en la frontera con Guinea Conakry. Antes de que los carros llegasen, ese combatiente cubano murió», recuenta.
Hay algunas lágrimas en su rostro.
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«Mi país obtuvo la independencia gracias a sus hijos guineanos y a los cubanos. Estoy aquí para transmitir ese sentimiento al pueblo cubano y a sus Fuerzas Armadas», valoró el también representante de los Combatientes por la Libertad de la Patria, quien realiza una visita de trabajo en la Isla.
«Cuba es un país amigo de Guinea Bissau y unidos podremos lograr grandes objetivos», sentenció.
Eduardo partirá a Guinea el mismo día en que, 172 años atrás, naciera Maceo. El mismo día en que 89 años antes, naciera el Che.
El tiempo también hace sus disparos.
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