Brahim Ghali caminó hasta las flores.
Hizo una reverencia delante de Martí. Y otra. Y una más…
Ante la señal de los agentes, desdobló la cinta dedicada al Apóstol, que permanecía erguido en su cuerpo simbólico de mármol.
Era el Memorial José Martí.
Al presidente Brahim, vestido de traje típico de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se le resbalaba el atuendo por un brazo.
Él lo volvía a colocar en su sitio, como colocó la ofrenda floral frente a Martí.
Todo debe ser devuelto a su lugar, parece decir Brahim con esta acción subliminal y casi poética.
Los acordes del batallón de ceremonia resonaban, entretanto.
Periodistas y fotógrafos ponían la música de los bolígrafos y los flashes. Obturadores y notas impresas sobre papel.
A Brahim, lo acompañaba el vicecanciller Rogelio Sierra.
Lo acompañaban también el embajador Malainine Etkana; el ministro para América Latina y el Caribe de la RASD, Omar Mansur; y otros miembros de la delegación, que realiza una visita oficial a Cuba.
***
En la mañana de ayer, el presidente Brahim, ratificó la disposición de su pueblo de proseguir la lucha por la independencia nacional, impedida desde hace muchos años por la ocupación de Marruecos.
Lo dijo desde el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), donde aseguró que el camino es complejo, pero nada hará mermar las fuerzas para conquistar el derecho a la soberanía y a la autodeterminación.
***
Brahim no vira la espalda hasta hallarse a una distancia prudente de Martí. El traje le roza los tobillos y se ven sus zapatos en marcha hacia atrás.
El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, lo espera para conversar.
Queda una certeza: todo debe ser devuelto a su sitio, como la manga del atuendo de Brahim.
COMENTAR
Responder comentario