A la vez que, llegado el mejor momento de su historia, la industria del ocio y los viajes en Cuba se preocupa por lograr el cambio de la matriz energética nacional y hacer extensivo el uso de las nuevas tecnologías, impulsa la especialización turística a través de eventos e incentivos, recorridos y circuitos, el buceo y la náutica y productos de salud, naturaleza y cultura; y promueve puntualmente la inversión extranjera en La Habana, Cienfuegos, Camagüey, Holguín y Las Tunas.
Según refiere José Daniel Alonso, director general de Desarrollo, Inversiones y Negocios del Ministerio de Turismo (Mintur), la actual oferta de Oportunidades para la Inversión Extranjera del sector (110 proyectos) propone 19 desarrollos hoteleros en la modalidad de empresas mixtas, 75 contratos de administración y comercialización hotelera en instalaciones nuevas y ya existentes, y dos contratos de administración y comercialización de servicios en marinas.
Al cierre de marzo del 2017, de acuerdo con el funcionario, se contaban en Cuba 82 contratos de administración con 19 cadenas hoteleras extranjeras, provenientes de ocho países. Dichos contratos abarcan 41 079 habitaciones, que representan un 61,6% de la capacidad habitacional total del país y cuyo 87% son de categoría cuatro y cinco estrellas.

Para el 2030, agrega el experto, se espera haber desarrollado 224 instalaciones y 32 ampliaciones, así como 24 proyectos de campos de golf, con 11 hoteles asociados, 23 de náuticas y marinas, y 47 de recreación, esparcimiento y aventuras.
Sin perder de vista que la atracción de capital foráneo es una pieza clave para dinamizar la economía, nadie mejor que las cadenas hoteleras más importantes del país para mostrar las perspectivas de la rama turística cubana, desde la experiencia particular de empresas mixtas exitosas. Nadie mejor que los propios empresarios radicados en Cuba desde hace décadas, para hablar de negocios.
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Algo que distingue al Grupo de Turismo Gaviota del resto de las hoteleras cubanas es que atrae la participación foránea solo a través de los contratos de administración y comercialización hotelera. Dicho de otra forma, no requiere financiamiento externo.
En palabras de Víctor González, vicepresidente de Negocios del Grupo, que al mismo tiempo es la organización con la mayor dinámica de crecimiento en el universo de la industria turística cubana, Gaviota se basa en un modelo exitoso, que les ha permitido crecer anualmente entre un 9 y un 12%.
La cadena, que tiene hoy 83 instalaciones entre hoteles y villas que comprenden más de un tercio de la planta hotelera del país, ha puesto en manos de unas 14 compañías internacionales como H10 Hotels, Meliá Hotels International, IBEROSTAR Hotels & Resorts, Warwick Hotels & Resorts, Blue Diamond Hotels & Resorts, Pestana Hotel Group y Valentin Hotels, la gestión de más del 83% de sus cerca de 29 000 habitaciones.
Desde la óptica de los directivos de Gaviota, la reciente apertura del Gran Hotel Manzana Kempinski es el más claro ejemplo de la estrategia que sigue el Grupo para potenciar los hoteles de lujo. Sobre el nuevo hotel capitalino plantea González: «Tratamos de construir una instalación de elevado estándar, como la necesitaban Kempinski y el mercado cubano».

Con los estrenos del IBEROSTAR Bella Vista en Varadero, el Manzana Kempinski y dos hoteles más para el 2017, Gaviota estaría llegando a un inventario de 1 800 habitaciones en el presente año. En el 2018 se abrirían 2 700 más en todo el país. Para eso, se desarrollan tradicionales destinos como La Habana, donde se construyen a la vez cuatro hoteles, Varadero, Cayo Santa María, Cayo Coco, Cayo Guillermo y Playa Pesquero. Vale mencionar que los cayos de Villa Clara han tenido una significativa ampliación habitacional en lo que va de calendario.
Asimismo, se trabaja en zonas menos exploradas como el camagüeyano Cayo Cruz, hasta donde llegó Gaviota recientemente para construir un hotel que debe estar listo en el primer semestre del 2018 y en el que prevé tener 4 096 capacidades para el 2021; Cayo Paredón Grande, al norte de Ciego de Ávila, en el cual levantarán a corto y mediano plazo unos 3 216 cuartos en seis hoteles, y la península Ramón de Antilla de Holguín, en la que se llevarán adelante proyectos hoteleros, campos de golf e incluso infraestructuras para el arribo de cruceros.

«Debemos duplicar para el 2025 el número de las habitaciones que tenemos. Ya las parcelas del 2017, 2018 y 2019 conocen quien las administrará y esa es una ventaja», indica el vicepresidente de Negocios.
En diciembre del 2016, AT Comercial, una de las entidades de Gaviota, firmó junto a IBEROSTAR su primera empresa mixta, para la producción de suministros hoteleros en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM).
En tanto, Eduardo Acosta, presidente de Gran Caribe, puntualiza que los 50 hoteles y complejos hoteleros y 12 800 habitaciones del grupo no se hallan dispersos por todo el país, sino concentrados en cinco polos turísticos cubanos, entre los que sobresalen La Habana, Varadero y Cienfuegos.
El 60% de esa planta se encuentra operada por 10 cadenas extranjeras y se compone esencialmente de hoteles de categoría cuatro y cinco estrellas. Eso sí, Gran Caribe apuesta por los contratos de administración y comercialización, pero con financiamiento externo.
En correspondencia con lo que expone Acosta, ya hay un grupo de hoteles fundamentalmente en La Habana que se remodelarán para adecuarse a novedosos estándares. En ese caso están el Riviera, con IBEROSTAR, y el Vedado-Saint John, con una cadena italiana. Igualmente, está aprobado y próximo a firmarse con un grupo de Singapur el Duville, y en licitación, con seis grupos, el Hotel Plaza.
«Recientemente, firmamos con Meliá toda la planta hotelera del centro de Cienfuegos y, con la idea de seguir elevando la competitividad y diversificando los productos turísticos, decidimos que nuestros hoteles de ciudad se incluyan en circuitos, una modalidad que cada vez toma más fuerza en la turoperación nacional», añade el directivo.

Desde otra óptica, la vicepresidenta comercial de Cubanacán, María Isabel González, reseña que su cadena cuenta con más de 90 instalaciones en todo el país, que constituyen grandes fortalezas porque permiten a quienes los comercializan crear modalidades y variar productos.
De esos hoteles, explica la especialista, hay 15 constituidos como empresas mixtas, con la presencia de más de ocho prestigiosas cadenas internacionales que gestionan y comercializan hoteles Cubanacán, bajo la modalidad de asociaciones económicas internacionales.
Para la responsable comercial de Cubanacán, «se ha visto un creciente interés de empresas extranjeras por ir más allá de las playas. Hay variedad de productos y se valoran los atributos de la Mayor de las Antillas. Eso hará que nos ayuden a tener un mejor servicio».
En lo que va del 2017, Cubanacán ha incorporado a su cartera de asociados tres nuevas compañías: Believe, Roc Hotels y Valentin Hotels, para el manejo total de 608 habitaciones. La primera ya está gestionando el capitalino hotel Copacabana y la tercera, el Tropicoco, ubicado en las playas del Este de La Habana.
Del mismo modo, para dar respuesta a las necesidades y prioridades del sector turístico, Roc Hotels se encuentra operando en Santa Lucía, uno de los puntos geográficos donde más interesa atraer capital foráneo.
Lo más reciente, dice la vicepresidenta, es la extensión de las relaciones con la cadena española IBEROSTAR que, mediante contratos de administración y comercialización hotelera, ha asumido 650 nuevas habitaciones, distribuidas en Jardines del Rey, Gibara y Santiago de Cuba.
Amplía María Isabel González que Cubanacán está constituyendo nueve nuevas empresas mixtas (con socio identificado ya), para construir 4 000 habitaciones en La Habana, Santa María y Santa Lucía. No obstante, el portafolio de Negocios que promueve el grupo hotelero antillano posee 12 proyectos para la creación de empresas mixtas para la fabricación de hoteles, fundamentalmente en Las Tunas, Camagüey y La Habana, y 12 para la gestión y comercialización.
La funcionaria confiesa que las asociaciones económicas internacionales son muy ventajosas porque, «además de atraer relevantes hoteleros mundiales y mercados específicos, desde hace algunos años permiten el financiamiento externo para poner las instalaciones al nivel de los estándares que necesita cada operador».
Aunque no es tan conocida internacionalmente, Islazul es otra de las hoteleras cubanas con grandes fortalezas. Atiende 110 hoteles (esencialmente pequeños o medianos), con alrededor de 11 000 cuartos a lo largo y ancho la Isla. Algunas de sus construcciones se ubican cerca de la naturaleza. Otras, en las principales ciudades del archipiélago.
El presidente de Islazul, Julio Barzaga, asevera que hace poco más de un año la empresa se ha abierto a las oportunidades para la inversión extranjera. «Si bien casi todos nuestros hoteles son de categoría dos y tres estrellas, la cartera de negocios incluye varios proyectos de cuatro estrellas y también casas y apartamentos.
«Para el capital foráneo tratamos de agrupar hoteles, promocionando fundamentalmente los contratos de administración y comercialización. El primero firmado fue con el grupo español Sercotel para la gestión de una infraestructura en La Habana. Se está cerrando un contrato, además, en Pinar del Río, y con Meliá, tres hoteles en Camagüey», actualiza el directivo.
A pesar de que Islazul se concentró durante mucho tiempo en responder a las demandas del mercado interno, las posibilidades de inversión demuestran a través de 16 proyectos que la cadena se ha ido internacionalizando progresivamente y que está elevando sus estándares de calidad.
Desde la óptica de Barzaga, con la participación de grandes compañías se logrará el prestigio mundial que facilite los rendimientos previstos, «siempre llevando a cabo las negociaciones con rigor y agilidad».
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Francisco Camps y Mateo Caldentey, subdirector general de Meliá Hotels International y delegado de IBEROSTAR Hotels & Resorts en la Isla, respectivamente, reconocen la seguridad, el patrimonio y la belleza natural que caracterizan a la Isla, así como el clima de respeto y confianza con que negocian con cadenas hoteleras nacionales como Gran Caribe, Cubanacán y Gaviota.
Por una parte, Champs destaca la presencia de Meliá en todo el archipiélago, desde La Habana hasta Santiago de Cuba, concentrada esencialmente en resorts de playa y que comenzó a principios de la década de los 90 con la creación del primer hotel mixto que tuvo el país.
La cadena ibérica anunció recientemente que en el 2018 asumirá la gestión de ocho nuevos hoteles en las centrales ciudades de Cienfuegos, Trinidad y Camagüey, para un total de 931 habitaciones. Eso se sumaría a la veintena de hoteles que ya administran en Cuba.
«No solo hemos estado en los polos turísticos más importantes, como podrían ser La Habana y Varadero, sino en otros como Cayo Santa María, donde fuimos los primeros empresarios foráneos, y Holguín. Nos hemos comprometido con el desarrollo del país y hemos hecho nuestros los retos de introducir y potenciar nuevos destinos turísticos», apunta el representante de Meliá.
Por otro lado, instalada en Cuba desde 1993 bajo diferentes modalidades de operación hotelera, IBEROSTAR ha expandido su participación en el turismo antillano y ya cuenta con unos 17 hoteles que se esparcen prácticamente por toda la geografía nacional.
De igual forma, la compañía mallorquina prepara el desarrollo de la fábrica que se levantará en la ZEDM. De acuerdo con Caldentey, la iniciativa logística de vital importancia se encargará primero de abastecer las infraestructuras de IBEROSTAR y luego extenderá sus beneficios a las instalaciones de otras compañías.
El delegado resalta el salto de calidad que ha dado el turismo cubano en los últimos años y considera que el auge del sector privado es un valor añadido que posee Cuba y que solo contribuye a que la rama del ocio y los viajes crezca. «No nos tenemos que preocupar por eso. Que haya más casas y restaurantes particulares ayuda a que haya más turistas», sentencia.
Al respecto, el subdirector Champs afirma: «La competencia es sana y los nuevos negocios particulares y el desarrollo de las cooperativas no agropecuarias nos obligan a ponernos las pilas y mejorar nuestros productos. Son iniciativas complementarias que sirven para dinamizar la economía y avanzar en el rescate arquitectónico de las ciudades cubanas».
Ambos empresarios sostienen que hay que tener en cuenta que cuando se hacen negocios en Cuba lo que busca el país claramente es generar la mayor cantidad de beneficios posibles para la sociedad. De ahí que, para tranquilidad de potenciales inversores, asegura Champs, los costos energéticos y sociales para invertir en la Isla son los mismos de países como República Dominicana o México.
En un futuro próximo, adelanta Caldentey, IBEROSTAR asumirá un nuevo hotel en Playa Pesquero, de la mano de Gaviota, el IBEROSTAR Holguín, que tendrá 638 habitaciones y categoría cinco estrellas, y otro en Guardalavaca, de conjunto con Cubanacán.
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A cargo de un grupo de proyectos mixtos, el presidente de Cubasol, Abelardo Fernández, detalla que la entidad fundamentalmente extrahotelera está compuesta por cinco compañías: una de transporte turístico, que incluye la mayoría de los ómnibus (3 000), taxis de renta (9 000) y motos (2 000); Palmares, que es de restauración y ocio y cuenta con más de 800 instalaciones (cafeterías, restaurantes, centros nocturnos); Caracol, que atiende más de 760 tiendas; una de marinas, que tiene cinco marinas internacionales; y una de espectáculos artísticos, Turarte.
«Tenemos una alta responsabilidad con el desarrollo del turismo. Hemos constituido una sexta compañía, que es Cubagolf, que responde ante toda la labor inmobiliaria asociada el golf y que ya reúne tres empresas mixtas constituidas y una cuarta por firmarse en el verano», declara Fernández.
El tercer proyecto para la construcción de un campo de golf fue aprobado en Punta Colorada, Pinar del Río, y será el más grande de todos y uno de los mayores de su tipo en América Latina. Esa iniciativa será fruto de una empresa mixta con el grupo español La Playa Golf & Resorts S.L.
Tal como informa el líder de Cubasol, tienen un total de 13 proyectos, en los que participan varias empresas extranjeras. «Al concluir el 2017 deberán llegar a 10 los proyectos firmados», acota.
El fin radica en erigir más de una veintena de campos de golf para convertir a Cuba en un destino de golf. Se espera que esas instalaciones tengan asociados 21 hoteles cinco estrellas con más de 4 800 habitaciones; 12 230 villas o casas independientes y 30 187 apartamentos. Hoy solo existen dos campos de golf en todo el país: uno en La Habana y otro en Varadero.
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daniel dijo:
1
31 de mayo de 2017
07:55:46
Juan Manresa dijo:
2
20 de junio de 2017
13:10:05
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