ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En el tiempo en que El Che estuvo al frente del Departamento Militar de La Cabaña vivió en esta casa, ubicada a un costado del Cristo de la bahía. En este lugar se encuentra el féretro en que se trasladaron sus restos al mausoleo que se levanta en su honor en la ciudad de Santa Clara. Foto: Jose M. Correa

El 3 de enero de 1959, apenas dos días después del triunfo de la Revolución y siguiendo las órdenes de Fidel, llega a La Cabaña la columna 8 Ciro Redondo y toma posesión de la fortaleza San Carlos de La Cabaña. Seis días después, el 9 de enero, llega El Che.

La casona donde estableció su comandancia fue construida a mediados del siglo XIX con la finalidad de servir como vivienda y oficina al gobernador de la fortaleza. Aquí el Guerrillero Heroico estableció su despacho y recibió a personalidades tanto nacionales como extranjeras.

Entre las cosas que hizo Ernesto Guevara de la Serna en el cargo de Comandante Jefe del Departamento Militar de La Cabaña, figuran la fundación del periódico La Cabaña libre y la inauguración de una escuela para alfabetizar a los miembros de la columna que eran iletrados. La pequeña escuela funcionó en la comandancia y en El Morro.

El asma severa que padecía el argentino oriundo de Rosario, hizo que su estancia en La Cabaña fuera realmente breve: tan solo tres meses. Luego fue a Tarará, al este de la capital. No obstante, El Che continuó al frente del fuerte militar hasta diciembre de 1959. A partir de entonces asumió otras responsabilidades.

EL MUSEO

El despacho de El Che en La Cabaña. La habitación conserva el mobiliario original. Es uno de los lugares que más emociona a los visitantes. Foto: Jose M. Correa

La comandancia de El Che en La Cabaña es un recorrido por la intensa vida del Guerrillero Heroico a través de fotos y objetos que le pertenecieron. Desde la carta que escribió con solo cinco años a su tía Beatriz, hasta muestras de los billetes emitidos en Cuba con su firma cuando fungía como presidente del Banco Nacional.

Dividido en cuatro departamentos, el hoy museo exhibe en mapas, reproducciones y manuscritos al niño Guevara junto a sus padres, hermanos y amigos; al joven Ernesto practicando deportes y en sus viajes en motocicleta primero por 12 ciudades argentinas, luego por América Latina con su amigo Alberto Granado y más tarde en un segundo recorrido con Carlos Ferrer; al doctor De la Serna y sus compañeros de estudio en una clase de Anatomía y el carné que lo acredita como médico; al hombre sensible que escribió una poesía inspirado en los mineros de Bolivia; al revolucionario cabal que se unió a los expedicionarios del Granma.

De esos periplos por tierras sudamericanas se nutrió la dimensión internacionalista y antiimperialista de quien ha devenido paradigma de revolucionario para millones de personas en todo el mundo.

EL CHE EN LA REVOLUCIÓN

La Comandancia de El Che en la fortaleza San Carlos de La Cabaña pertenece al Complejo de Museos Histórico – Militares. El inmueble data de mediados del siglo XIX y tras una reparación capital fue reabierto en 2016. Anualmente es visitado por un gran número de extranjeros y cubanos, atraídos por la figura del legendario guerrillero argentino – cubano. Foto: Jose M. Correa

Los días de la lucha armada en suelo cubano así como las importantes batallas libradas en la Sierra Maestra y en Santa Clara (en el oriente y el centro del país), también los conoce el visitante en las vitrinas del museo a la luz del médico, del guerrillero de acción, y del hombre de mil tareas después del triunfo de la Revolución: ministro de Industrias, presidente del Banco Nacional, representante de Cuba ante Naciones Unidas, presidente del Instituto Nacional de Reforma Agraria, creador del trabajo voluntario.

Luego de cumplir funciones de alta responsabilidad en la dirección del país, Ernesto Guevara de la Serna vuelve la mirada hacia los pueblos africanos donde se podían gestar las condiciones para la lucha revolucionaria. El Congo fue su principal destino. Allí fue a impartir instrucciones de guerrilla con un seudónimo (Ramón) y con una fisonomía diferente a la que muestra la famosísima fotografía de Alberto Korda.

BOLIVIA, DONDE EL HOMBRE SE HIZO ETERNO

Bajo el nombre de Adolfo llegó El Che a Bolivia en 1965. Para entonces su imagen había cambiado tanto que resultaba imposible reconocerlo.

En octubre de 1967 sus tropas fueron emboscadas, él fue herido y el día nueve del mismo mes, asesinado en una pequeña escuela en La Higuera. La tercera sala del museo ubicado en el interior de la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, expone el instrumental quirúrgico con que se preparó el cadáver de Ernesto para evitar que se corrompiera, el lugar donde lavaron su cuerpo sin vida y el momento en que sus despojos son trasladados en helicóptero desde el sitio de su asesinato hasta el hospital de Valle Grande.

Treinta años después de la muerte de El Che en Bolivia, un equipo de expertos cubanos encontró e identificó sus restos mortales junto a los de otros 29 integrantes de la guerrilla que lo acompañaba.

Posteriormente fueron trasladados a Cuba. Al llegar a la isla caribeña se le rindió honores en la Plaza de la Revolución José Martí en La Habana y después fueron llevados a su descanso definitivo: el Mausoleo de El Che en la ciudad de Santa Clara.

Piedras traídas de los alrededores de la escuelita de La Higuera, artesanías y demás objetos que se muestran en La Comandancia —su mochila, sus binoculares, su cámara fotográfica—, han sido donados por amigos de Cuba y por personas cercanas a El Che.

 

LA CASA

No muy lejos de La Comandancia se encuentra la casa que sirvió de vivienda al Guerrillero Heroico el tiempo en que estuvo como comandante jefe del Departamento Militar de La Cabaña.

Hoy el lugar es un centro cultural con reseñas históricas museables vinculadas a la vida de El Che y de otros miembros de la guerrilla.

Con el paso del tiempo el inmueble ha tenido varios usos: escuela de Geodesia y Cartografía y durante los años 80, oficina de la Escuela de Artillería Camilo Cienfuegos

Finalmente en 1999 la vivienda pasa al Complejo de Museos Histórico - Militares. Se le hicieron varias modificaciones para aprovechar los espacios. El 27 de octubre de 2006 abrió sus puertas.

La casa - museo muestra objetos de alto valor que llegaron a la Isla tres décadas después de la muerte de El Che. Las piezas pertenecieron a Tamara Bunke y otros guerrilleros que cayeron en Bolivia.

Causa profunda emoción ver en una de sus salas el féretro original en que se trasladaron los restos de Ernesto Guevara de la Serna, luego de haber sido depositados en el mausoleo de Santa Clara.

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Pablo dijo:

1

6 de mayo de 2017

00:03:27


Un gigante de la historia. Eterno por siempre.