ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La industria del Valle de Caujerí cierra la zafra con unas 8 000 toneladas molidas. Foto: del autor

GUANTÁNAMO.–Horas, no más, le restan a la cosecha de tomate en Valle de Caujerí, la que, amén de algunas dificultades causantes de pérdida del fruto, pasa a la historia como la mayor, por mucho, en ese polo productivo.

Definitivamente ese sitio concluye la campaña con el acopio de unas 14 400 toneladas de la hortaliza, cantidad que rebasa con creces las 8 553 obtenidas en la zafra del 2015 (constituían el récord) y a las algo más de 10 000 planificadas para la actual campaña.

Pero no es nuestro objetivo abundar en el comportamiento del campo, pues de una manera u otra lo hemos hecho en trabajos precedentes.

Ahora queremos analizar, sucintamente, el comportamiento de la industria procesadora del fruto, integrada por dos fábricas: la ubicada en el propio Valle y la Guaso, en el municipio de Guantánamo, abastecida fundamentalmente por la producción de aquel renombrado polo.

Sin duda ambas plantas alcanzaron un desempeño meritorio, a pesar de que en el esplendor del pico de la cosecha su capacidad de molida individual y conjunta se vio superada por los acopios.

Las dos molieron la mayor cantidad de tomate en su historia y como premio a ese desempeño obtuvieron volúmenes nunca antes alcanzados en la elaboración de pasta (en el caso de la del Valle) y de productos terminados, en la del Guaso.

Lograron esos resultados gracias a la mejor organización del trabajo, lo que les permitió explotar sus máquinas a un elevado potencial y, consecuentemente, obtener molidas diarias por encima de las planificadas.  

La de Valle de Caujerí incrementó las molidas hasta 105 toneladas diarias, de 87 planificadas, y extendió los días laborables hasta los domingos, atestigua Osmany Cantillo Elías, director del colectivo.

Esa planta, perteneciente al Ministerio de la Industria Alimentaria, deberá cerrar la campaña con no menos de 8 000 toneladas procesadas, contra las 5 800 trituradas en el 2015, las cuales representaban la mayor cantidad desde su entrada en explotación en el 2012.

La Guaso, por su parte, se burló de sus más de 40 años de explotación y también se vistió de largo, excediendo en más del 50 % las 1 900 toneladas previstas a moler, lo que le posibilitó obtener 575 toneladas de productos terminados, entre ellos puré, sopa de tomate, sofrito y salsa para pasta alimenticia.

La fábrica Guaso se burló de sus años. Foto: Escalona Furones, Leonel

Para Luis Armando Maza Rodríguez, administrador de ese centro, dicho resultado se sustenta en la estabilidad en la recepción del tomate, la calidad de la reparación del equipamiento y en la creación de un tercer turno de labor con personal de la propia planta.

Ilustra con dos datos el esfuerzo desplegado por los trabajadores: «Nuestra industria tenía un plan de trituración diaria de 40 toneladas y en varias jornadas llegó hasta las 80».

Maza Rodríguez expresa que en base a la faena realizada el salario medio de los trabajadores experimentó un incremento significativo, lo que mantiene alto el espíritu para acometer las venideras tareas.

Una vez concluido el procesamiento de tomate, ambas fábricas recibirán mantenimiento para desde mediados de mayo enfrentar la molida del mango, tarea de reconocida importancia para la elaboración de pulpa destinada a la confección de compota para los niños.

Avelio Machuca, delegado de la Agricultura en la provincia, puntualiza que si bien el mayor volumen de tomate se destinó a las dos fábricas guantanameras, algo más de 1 000 toneladas del fruto se enviaron a la planta de Contramaestre, 92 a las minindustrias del territorio y 2 129 para el consumo de la población de ocho municipios guantanameros y cinco de Santiago de Cuba. Solo a la ciudad de Guantánamo —precisó— se suministraron 600 toneladas, contra ninguna en la zafra precedente.

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Jose R Oro dijo:

1

14 de abril de 2017

07:55:05


Muchas felicidades al periodista Jorge Luis Merencio Cautín y a las plantas procesadoras de Caujerí y Guaso, por su tremendo accionar, en esta cosecha del tomate. Pero para poder procesar tomate tiene que haber tomate. La subida de los rendimientos por hectárea de tomate de 15 a 22 toneladas en el Valle de Caujerí, muestra el potencial latente, no se deben desarrollar nuevas aéreas, hasta que las existentes desplieguen su capacidad y produzcan mucho más. El beneficio y procesamiento de lo producido se debe hacer como norma, no como heroísmo, perder parte de las cosechas no puede ser una alternativa. Se debe permitir e incentivar el desarrollo de producciones privadas y cooperativas locales en industrias pequeñas que impidan que esto ocurra. porque en el futuro inmediato vamos a ver no solo rendimientos por hectárea más altos que hoy, sino también más terrenos, hoy yermos, incorporados a la producción. Quisiera citar al autor, que proporciona datos de mucho valor e interés “92 toneladas del procesamiento correspondió a las minindustrias del territorio”de un total de 14,400 toneladas acopiadas (no es el total de las producidas) para un 0.64% del tomate acopiado, o por decirlo de otra manera las minindustrias locales procesaron unas 4.2 hectáreas de tomate, cifra irrisoria a todas luces. Sugiero leer el artículo de Granma: “Un guajiro con el «coco» sobre la tierra Alexander Ramírez Marrero, desafió los obstáculos para construir la min industria La Candelaria, única en Ciego de Ávila donde se elabora el dulce de coco, un producto muy demandado en la red minorista. Del periodista Ortelio González Martínez" en la edición del 22 de Febrero. ¿Nos podemos imaginar el Valle de Isabel María en Pinar del Rio sembrado de punta a punta? La amada abuelita “La Conchita” no va a poder con eso, y así ocurrirá en muchas áreas del país. ¿Queremos sustituir las costosas (y algunas de ellas muy bochornosas a mi juicio) importaciones de alimentos? Pues Alexander Ramírez Marrero y su mini-industria La Candelaria nos muestran uno de los caminos. Hacen falta cientos o miles de esas PYMEs que produzcan alimentos de todo tipo (y también confecciones, calzado, que den servicios, etc.). Otros de los caminos es propiciar más inversión extranjera en ese sector (así se está haciendo con empresas italianas, por ejemplo). Como dijo el Presidente Raúl Castro ante la ANPP en diciembre pasado hay que “cumplir tres premisas decisivas: garantizar las exportaciones y su cobro oportuno, incrementar la producción nacional que sustituya importaciones, y reducir todo gasto no imprescindible”….”Continuaremos ejecutando los programas de inversiones en función del desarrollo sostenible de la economía nacional” …”No vamos ni iremos al capitalismo, eso está totalmente descartado, así lo recoge nuestra Constitución, pero no debemos cogerle miedo y poner trabas a lo que podemos hacer en el marco de las leyes vigentes” La producción de tomates, mangos, cerdo en pie y muchos otros rubros va seguir creciendo aceleradamente, por supuesto que van a suceder “tomatazos”, “mangazos”, “puercazos” y otros “azos” cada año y mientras mas hayan, mejor. Pero no nos puede morder cada cosecha el mismo perro. En el valioso articulo que nos ocupa el periodista Jorge Luis Merencio Cautín nos menciona una de las palabras mágicas para que eso no se repita “en base a la faena realizada el salario medio de los trabajadores experimentó un incremento significativo, lo que mantiene alto el espíritu para acometer las venideras tareas.” La presencia del Vicepresidente Salvador García Mesa, mostró la acción del gobierno nacional apoyando la producción y evitando pérdidas mayores Otra palabra mágica va a ser la pequeña industria privada y cooperativa debe crecer impetuosamente y tener un relevante (no meramente simbólico) papel en su procesamiento, distribución y venta. ¡Cálidas felicitaciones a los esforzados trabajadores y gerentes de las plantas de Caujerí y Guaso!