«Mirarnos por dentro», esa es una de las principales ventajas del estudio Disminución de Infección Nosocomial en Unidades de Cuidados Intensivos (DINUCIS): tendencias del primer quinquenio, cuyos resultados fueron presentados en la primera jornada del VII Congreso Internacional de Urgencias, Emergencias y Cuidados Intensivos URGRAV-2017, que sesionará hasta mañana 14 de abril en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El proyecto —según explicó en la mesa redonda dedicada al tema su investigador principal, el doctor en Ciencias Anselmo Abdo Cuza, especialista de II grado en Medicina Intensiva y Emergencia, del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq)—, comenzó en su primera fase en el año 2011, y tiene como una de sus principales bondades no solo el conocer las principales infecciones asociadas a los cuidados sanitarios en las unidades de cuidados intensivos, sino conocer las características de la población que ingresa en estos servicios.
Diseñado para que participen todas las terapias intensivas del país, tanto de perfil pediátrico como adulto, esta investigación incluyó en un inicio una caracterización de la problemática de las infecciones en las UCI, y a partir de la tercera etapa se concentró en un paquete de medidas para disminuir la incidencia de las mismas, refirió por su parte el doctor en Ciencias Julio González Aguilera, especialista de II grado en Medicina Intensiva y Emergencia, del Hospital Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, Granma.
El experto subrayó que si bien en los inicios el estudio comenzó con la participación de siete UCI de adultos y seis UCI pediátricos, a medida que se fueron incrementando las etapas del proyecto se incorporaron más servicios, y hoy participan unidades de la región occidental, central y oriental del país.
González Aguilera sostuvo que durante todo el estudio se han incluido 5 839 pacientes, unos 4 697 adultos y 1 142 en edades pediátricas, y la edad promedio de los pacientes fue de 54,7 años con una tendencia epidemiológica a incrementarse ante un ingreso de pacientes de mayor edad.
Para la doctora Lissette del Rosario López González, especialista de II grado en Medicina Intensiva y Emergencia, del hospital pediátrico Juan Manuel Márquez, la principal finalidad del proyecto es obtener datos propios. «Hasta este momento no existía un estudio multicéntrico de alcance nacional que nos permitiera mirarnos por dentro. Saber en nuestro país, en nuestras unidades, con nuestras condiciones, cuáles eran las infecciones más frecuentes, sobre cuáles factores de riesgo podíamos incidir nosotros para disminuirlas, y a partir de ahí trazar un paquete de medidas profilácticas, y evaluar el impacto que tuvieran en la disminución de estas infecciones, constituye una fortaleza», significó la experta.
A juicio de la especialista, el proyecto ha sido estratégico «pues nunca habíamos tenido un proyecto vinculado a la medicina intensiva de adulto. Nos permitió ver las verdaderas tasas de incidencia de las infecciones a lo largo y ancho del país, establecer comparaciones, identificar los principales factores de riesgo que estaban relacionándose con estas, conocer qué bacterias o microorganismos estaban circulando y hacia esas encaminar nuestro tratamiento antibiótico, así como evaluar el conocimiento y adherencia que tenían las medidas preventivas en nuestras unidades».
Con la aplicación de estas acciones en las terapias intensivas pediátricas que han participado en el estudio, entre las cuales la entrevistada significó que el lavado de manos constituye la primera medida insustituible en la prevención de las infecciones tanto en las UCI pediátricas como de adultos, sí ha habido una evidencia documental de la reducción de las infecciones. La supervivencia ha sido elevada, y el estudio permitió además correlacionar que a mayor infección, pues mayor estadía y costos al país, comentó.
Asimismo, agregó que un por ciento importante de los niños ingresan por motivos clínicos a las unidades de cuidados intensivos, y que el uso de antibióticos previos fue un factor de riesgo identificado en nuestra población para desencadenar infecciones asociadas. «Es un llamado a evitar el uso indiscriminado de antibióticos, los cuales deben usarse de manera oportuna, adecuada y precisa».
Otro de los factores de riesgo mencionados por la doctora López González fue el estado nutricional adecuado, aspecto sobre el que insistió en la lactancia materna como factor protector contra infecciones respiratorias severas y diarreas, en el primer año de vida.



















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Miguel Angel dijo:
1
13 de abril de 2017
06:45:22
Raudel Rodriguez Suárez dijo:
2
14 de abril de 2017
05:22:08
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