ISLA DE LA JUVENTUD.–Las noches de abril y mayo se vestirán de democracia participativa cuando miles de pineros acudan de forma consciente al cuarto proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores correspondiente al XVI periodo de mandato de los órganos locales de gobierno, una de las tareas más sensibles en la comunidad.
Si bien es cierto que existen orientaciones generales como la confección de un cronograma según las características de la circunscripción, la entrega en tiempo del acta y los temas planteados y la presencia de representantes de organismos administrativos que puedan responder a inquietudes de carácter general; hay una cuota de iniciativas que debe distinguir a los representantes del gobierno.
Para conducir estos encuentros hacia el debate y el protagonismo del pueblo en la solución de los problemas toca al delgado o delegada de su demarcación geopolítica, lograr un diálogo abierto a partir del diagnóstico del lugar. Hacer más dinámicas las reuniones reafirmará la confianza de los electores en sus líderes, quienes deben explicar cómo los representó en la Asamblea Municipal, comisión permanente de trabajo a la que pertenecen y los programas e inversiones más importantes que se ejecutan en el territorio pinero.
Encontrar juntos las soluciones posibles, debatir situaciones que
dependen del cambio de conducta individual —como las indisciplinas sociales—, forman parte también de este ejercicio democrático.
Las masas bien orientadas son las verdaderas protagonistas de las transformaciones que vive la sociedad, la cual demanda cada día más de la entrega y unidad en torno a la Revolución, solo así estaremos consolidando el sistema político que tiene en la circunscripción el corazón de la democracia cubana.
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