ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Chichí, el segundo de izquierda a derecha, junto al resto de su dotación. Foto: del autor

CIEGO DE ÁVILA.-A Jorge Luis Gómez Sabina, así, con nombre y apellidos, no lo conocen más allá de las paredes de su casa, y él lo sabe. Uno lo llama: «Jorge, Jorge, Jorgeeeee». Y ni por entendido se da. No se reconoce, o aparenta no reconocerse. Él sigue caminando y te ves obligado a soltarle un Chichíiiiiiiiiiiii que le muerde las espaldas y es cuando se detiene.

«Nadie me llama por mi nombre, todo el mundo me dice Chichí», afirma.

Las más de seis décadas vividas no impiden que se mueva de un lado a otro. Dice que es inquieto desde que nació. La madre no dejaba de llamarlo y regañarlo: «Chichíiii, ¿dónde estás?» «Ven a comer». «Yo soy tardía, pero segura, verás la pelá que te voy a dar», le incriminaba cuando le daba por perderse y regresar bien entrada la noche.

Chichí sigue desandando caminos, ora dentro de un potrero, ora pegado a la costa o en la ladera de la loma. Su oficio de perforador de pozos lo ha llevado a las más remotas geografías dentro y fuera del país. «Imagínese un guajiro en Perú», comenta jocosamente mientras comienza a preparar la máquina Zahorí 803 en un lugar bien alejado, allá, a un costado del central avileño Enrique Varona, adonde la sequía lo ha traído.

El camión parquea con la máquina rotopercusora sobre el lomo. Y comienzan los trabajos de ensamblaje, para iniciar la perforación. Además de Chichí, otros tres hombres conforman la dotación: Yosvany, su hijo y segundo operador de la máquina; Armando, perforador, y Maikel, chofer del camión.

Trabajan en silencio. No se habla, porque cada uno sabe qué hacer. En apenas unos minutos, todo queda listo para «viajar 30 metros al centro de la tierra» y yo, al lado de Chichí, comienzo a preguntar.

–¿Dicen que usted es el mejor perforador del país?

–Me entero ahora.

–¿Ha cavado muchos pozos en su vida?

–Uffff, más de 4 000, según mis cálculos; menos en Pinar del Río y la Isla de la Juventud, he agujereado prácticamente todo el territorio nacional.

–¿Este dará agua?

–Sí, aquí debe aparecer a los 14 o 15 metros de profundidad. La sequía de los últimos años ha afectado a los acuíferos y cada vez hay que ir más abajo.

–Usted cavando pozos y muchos malgastando el agua.

–Esa es la realidad. No tienen la percepción de que el agua puede acabarse. Usted va por ahí y ve el regadío, las turbinas con el chorro empinado, los salideros en las ciudades y eso preocupa. La falta de agua lo mismo ocasiona una guerra que un divorcio.

¿Y qué profundidad tiene ahora mismo?

–Siete metros. La barrena acaba de chocar con una piedra. No oyes que el sonido es diferente. Ahora no debo apurar la máquina. Poco a poco romperá la piedra y continuará hacia las profundidades.

–¿Cuál es la máxima hondura que le ha dado a un pozo?

–Está máquina viene para unos 120 metros, pero con ella he llegado hasta los 147. Dicen que es récord en el país para este tipo de perforadora.

«Mira, acabo de tocar el agua. El sonido de la barrena me lo dice. Estoy en la cuarta varilla, así que ando por los 13 metros de profundidad. Me equivoqué en un metro», dice con una sonrisa.

–¿Y por qué usted imaginaba que el agua estaba a esa profundidad?

–La experiencia. Son 42 años en esta labor. Saca cuentas desde el 75 para acá.

Y una vez más, vuelve a limpiar el pozo, con una inyección de agua, aceite y espuma. «Esa mezcla es buena, porque queda limpiecito, evita el derrumbe y hasta la pérdida de las herramientas perforadoras, como ha sucedido.

«A mí jamás se me ha perdido una varilla, o barrena, como dice la gente. Algunas se me han quedado allá abajo, pero yo las pesco, porque le cuestan mucho al país y mi honor de perforador no me da para dejarlas abandonadas».

–¿Qué historia no le gustaría contar?

–La de un perforador que se haya ahogado en un pozo.

Han pasado poco más de tres horas y la máquina llega al límite proyectado: 30 metros exactos. Y Chichí y su tropa comienzan a elevar y quitar la sarta de varillas. Lo hacen con maestría y precisión, en silencio, como al principio.

Es la historia de un perforador de pozos, pero pudiera ser la de muchos ocupados en un oficio que algunos recuerdan solo cuando sienten, como ahora, el ahogo de la sequía.

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Saoul dijo:

1

21 de marzo de 2017

00:42:43


La sequía ha comprometido y mucho la entrega de alimentos al pueblo.en santo espíritus estamos muy tristes porque la sequía no deja despegar la agricultura.

Justo Escalona Cartaya dijo:

2

21 de marzo de 2017

04:32:06


Cuanta humildad y maestria en estos hombres !!! Quien ha dicho que todo esta perdido? Cuba Va.

Santiagodelawton dijo:

3

21 de marzo de 2017

09:03:22


FELICIDADES CHICH POR TU IMPORTANTE Y NOBLE, SOCIAL LABOR!!! Y OJALA ADEMAS DE AGUA, UN DÍA, ENCUENTRES PETROLEO...ESO SI, CON EL COMPROMISO DE QUE ESE PETROLEO SE LO DONAS A ETECSA PARA VER SI NOS PUEDE REBAJAR LAS TARIFAS DE INTERNET, TELEFONIA MOVIL, ETC, !!FELICIDADES!!

Milagros Oliva dijo:

4

21 de marzo de 2017

16:09:28


Muy interesante la entrevista de Ortelio González Martínez en relación con la profesión tan necesaria de Jorge Luis Gómez Sabina y su equipo como perforador de pozos, para buscar el necesario líquido, como todos sabemos cada día es menor, pero que triste es ver en la capital la cantidad de salideros que son interminables y que duran desde 6, 8 y hasta 12 horas. Sabemos que existen muchos problemas en cada municipio, pero creo que debe hacerse un estudio más detallado y tratar de buscar una solución más eficiente para el problema de los salideros, no es solo remendar hoy con un pedazo de goma de un carro, como se hace la mayoría de las veces y al cabo de los tres o cuatros días vuelven los mismos salideros. Nos damos cuenta ahora que tenemos tanta sequia, pero desde cuando están los salideros en la capital (días, meses y hasta años) que cantidad de agua se ha desperdiciado y se sigue desperdiciando. Gracias compañero Chichí como se le conoce en Ciego de Ávila, siga con su trabajo junto a su equipo que todo el pueblo de Cuba se lo agradece. Vivo en el Municipio San Miguel del Padrón y cada vez que paso por algún lugar donde veo un salidero, llamó acueducto del municipio para reportarlo.

lilo dijo:

5

21 de marzo de 2017

17:46:10


hace falta q le donen esas varillas al p12 para que le pongan tubos del acordion par atras para aguantarse, y busquen los asientos que se estan perdiendo en las guaguas de la habana

pepe dijo:

6

22 de marzo de 2017

16:05:46


amigo chichi un saludo cordial y mi respeto a tan valiosa tarea. pero si usted pasara por el municipio de boyeros especificamente en santiago de las vegas se sentiria ofendido de ver cuanta agua se derrama a diario en todas sus calles. usted dejando la piel en el terreno para encontrarla y aca dejandola escapar brutalmente.