Estudiar al entrevistado, preparar un buen cuestionario y saber escuchar son tres claves que han guiado a Pedro de la Hoz en su carrera profesional y que lo han llevado a ser uno de los entrevistadores más sagaces y reconocidos de la prensa cubana contemporánea. Periodista, escritor y crítico de respeto donde los haya, De la Hoz acaba de merecer el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida.

El galardón —que se suma a otros como el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro y el Premio de la prensa escrita Jorge Enrique Mendoza— reconoce la prolífera labor en los medios de prensa de este periodista cienfueguero, que dio sus primeros pasos en los semanarios 5 de Septiembre (Cienfuegos) y Vanguardia (Villa Clara) hasta inscribir su firma en nuestro diario, donde durante muchos años se desempeñó como Jefe de la página de Cultura.
Autor de más de una decena de libros y actual vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Pedro desarrolló su pasión por el periodismo motivado por el ejemplo cercano de un hermano de su madre: Roberto González Quesada «patriarca del periodismo en las provincias centrales».
Su temprana vocación literaria lo llevó a colaborar en El Caimán Barbudo y en Bohemia. Luego, una vez graduado en la Universidad de La Habana, se insertó por completo en la prensa plana.
«El primer órgano de prensa en el que trabajé fue Vanguardia, en Santa Clara. Allí estuve durante dos etapas. En el medio, formé parte del equipo fundacional del diario 5 de Septiembre, en Cienfuegos. Pero Vanguardia fue una escuela para conocer la Cuba profunda y probar todas las herramientas expresivas de la prensa escrita».
—¿El periodismo es un oficio que se lleva dentro o que se aprende?
—Las estrellas inclinan pero no obligan. La pasión por el periodismo cuenta, pero la formación es esencial. No hablo solo de técnicas ni habilidades ni del necesario dominio de las características de cada medio, sino de un aprendizaje continuo, de avidez por la cultura, de afinar la capacidad para interpretar la realidad.
—Consideras que al periodismo aún se le puede seguir llamando el cuarto poder…
—El cuarto poder es un mito. Prefiero hablar de servir, comunicar, tender puentes. El periodismo cubano actual se debate entre lo que es y lo que debe ser. En el campo del periodismo cultural, que es el mío, falta un mayor calado, una mayor densidad intelectual, sin que por ello la carga informativa tenga que ser farragosa o aburrida.
—Con una cámara en el teléfono, ¿se convierte cada ciudadano en reportero?
—Ejercer el periodismo exige una actitud ética y una responsabilidad cívica, más allá de la tecnología.
—¿Crees que el futuro de la profesión pasa inevitablemente por Internet, por el uso de las redes sociales?
—Soy un animal analógico que intenta adaptarse a la revolución digital. Internet, las redes sociales y las aplicaciones informáticas resultan hoy imprescindibles. Pienso, sin embargo, que no veré la muerte de la prensa tradicional.
Recuerda: el cine no mató al teatro, la televisión no mató ni al cine ni a la radio. Los libros electrónicos conviven con la imprenta. No creo en ciertas predicciones apocalípticas.
—Durante muchos años te has dedicado al periodismo cultural, ¿qué crees que sucede con la crítica en los medios de prensa? ¿La cultura puede aportar algo a los cambios que está viviendo la sociedad cubana?
—La cultura, en un sentido antropológico, es más necesaria que nunca y sin una comprensión de sus funciones integradoras será imposible el desarrollo de nuestra proyección revolucionaria. El ejercicio del criterio es consustancial al crecimiento espiritual. En el plano del arte y la literatura, se requiere especialización, constancia y discernimiento. Hay críticos excelentes pero falta la crítica como sistema en las prácticas editoriales.
—Como escritor, ¿qué ha sido para ti lo más satisfactorio?
—Quizá el trabajo más modesto, una monografía sobre la presencia de África en la política cultural y la producción artística y literaria cubanas, por su utilidad. Claro está, el Premio de los Lectores que obtuvimos Luis Báez y yo con la larga entrevista al sacerdote e intelectual Carlos Manuel de Céspedes, es algo que se agradece.
— ¿Qué consejo les das a los jóvenes periodistas?
—Modestia, humildad, perseverancia. No olvidar una frase del maestro Mario Kuchilán: cada meta es un punto de partida.
—¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan?
—Transformar los medios de comunicación sin echar por tierra la tradición. Ser modernos sin artificios.
—¿Qué importancia tiene la ética dentro del periodismo?
—No concibo el periodismo al margen de la ética. Una actitud consecuente implica honestidad, transparencia, y coherencia.
—Por último, ¿cuál es el titular que te gustaría algún día leer en los periódicos?
—No es uno sino dos: Escritor cubano gana el Premio Nobel y Puerto Rico independiente.
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SEGUNDO REYES CASTELLANOS dijo:
1
14 de marzo de 2017
06:06:03
Darien Respondió:
15 de marzo de 2017
10:23:53
Miguel Angel dijo:
2
14 de marzo de 2017
07:55:01
Heriberto de Haro dijo:
3
14 de marzo de 2017
11:44:20
niurvys dijo:
4
14 de marzo de 2017
12:07:32
rolando pérez betancourt dijo:
5
14 de marzo de 2017
13:36:24
Rigoberto Taboada Rodríguez Respondió:
15 de marzo de 2017
12:23:47
Silvestre Perez dijo:
6
15 de marzo de 2017
07:15:35
Rigoberto Taboada Rodríguez dijo:
7
15 de marzo de 2017
12:15:31
Ulises Mora dijo:
8
16 de marzo de 2017
05:02:25
Natalia dijo:
9
16 de marzo de 2017
18:50:03
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