ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En las dos últimas décadas ha cambiado, para bien, la fisonomía de la ciudad de Camagüey y su centro histórico. Foto: Del autor

CAMAGÜEY.—Veinte años son apenas un «chispazo» en la vida de cualquier ciudad, mucho más si se trata de una, como la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, que rebasa el medio milenio de rica historia forjada a sangre, fuego y sudor por un pueblo amante y defensor de su terruño.

En las dos últimas décadas, sin embargo, la fisonomía de la urbe ha rejuvenecido, y así lo perciben lugareños y visitantes, fruto del espíritu emprendedor y la constancia, aunque nieguen todo protagonismo, de los directivos, especialistas y trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC).

Creada el 24 de febrero de 1997, según el Decreto-Ley 213 del Consejo de Estado, la institución fue investida de facultades para hacer cumplir y materializar la estrategia, políticas y planes dirigidos a la restauración y conservación del Centro Histórico y la riqueza monumental de toda la provincia.

«Hemos pasado del empirismo, la escasez de fuerza técnica y mucha voluntad, a un trabajo más maduro, planificado, que destierre toda improvisación, sobre la base de la más estrecha cooperación entre los organismos, instituciones y empresas del territorio», explica José Rodríguez Barreras, su director.

«Sin esa imprescindible concertación, agrega, no se puede manejar una urbe tan compleja como la nuestra ni afrontar los enormes retos que supone el trabajo de preservación del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de la localidad, a sabiendas de que es mucho aún lo que resta por hacer».

POR AGRAMONTE SE EMPIEZA

Nadie dudó en la decisión: la labor restauradora comenzó por lo que se dio en llamar «la ruta de Ignacio Agramonte», una colosal inversión de años que permitió recuperar sitios y edificaciones vinculados con la figura legendaria de El Mayor y su legado de patriotismo y fidelidad a la causa de la independencia de Cuba.

El inventario de obras devueltas a la vida abarcó la Casa Natal, la Quinta Simoni, los Potreros de Jimaguayú, la Plaza de San Juan de Dios, el cenotafio en el Cementerio General, el Parque Agramonte (antigua Plaza de Armas) y la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz.

Ya en el 2002, los especialistas de la OHCC determinaron una zona priorizada para la conservación, la de mayor realce patrimonial, lo que conllevó el inventario y catalogación de espacios y edificaciones con valores excepcionales, buena parte de los cuales estaban degradados o casi en ruinas.

Foto: Miguel Febles Hernández

A partir de entonces, tomando como base los sitios que originaron la trama urbana, comenzaron a ejecutarse ambiciosos proyectos para resaltar la valía de la ciudad, cuyo punto culminante fue la inclusión de su núcleo más antiguo, en julio del 2008, en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Se trata de una revolución constructiva que alcanzó un nuevo momento de máxima expresión a propósito de los festejos por el cumpleaños 500 de la urbe, el 2 de febrero del 2014, y continúa indetenible en medio de no pocos desafíos y obstáculos a enfrentar siempre con una voluntad renovadora e integradora.

VIVIR Y DISFRUTAR EL PATRIMONIO

«El propósito, asegura María Isabel Carmenates Bringas, directora del Plan Maestro de la OHCC, es hacer de nuestra ciudad un recinto cada vez más acogedor y seguro, donde se aprovechen los espacios, plazas, plazuelas y calles como escenarios apropiados para el disfrute del patrimonio».

El hecho de pertenecer al selecto grupo de sitios declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad implica también una buena cuota de compromiso y responsabilidades, por lo que es preciso lograr un adecuado funcionamiento de la zona para que se conserven sus valores excepcionales y universales.  

Foto: Miguel Febles Hernández

«Con ese fin, precisa la especialista, se ha concebido un plan parcial y de manejo, que no es más que una conducta planificada, implícito todo en los planes de la economía, con estudios científico-técnicos y obligada consulta popular, para enfrentar de la mejor manera los problemas actuales y los retos que tiene por delante».

Cuenta para ello la Oficina con tres soportes indispensables: la Empresa de Restauración, elemento esencial en la recuperación de edificios y espacios públicos; la Empresa de Turismo de Ciudad Santa María, que aporta parte del financiamiento necesario; y la Escuela de Oficios Francisco Sánchez Betancourt.

Gracias a esa labor inacabada, se han rehabilitado decenas de inmuebles con grado de protección uno, el repertorio arquitectónico religioso tiene un nivel de conservación impecable y las instalaciones de alojamiento, comerciales, gastronómicas y culturales, entre otras, cuentan con un estándar superior de calidad.

CUIDAR Y VENERAR A LA «ABUELA»

«La ciudad histórica, con una elevada concentración de servicios, enfrenta hoy los retos de la modernidad, incluidas nuevas formas de gestión económica, y requiere, por tanto, de un trato exquisito. Siempre digo que es como la abuela de la casa, a la que más hay que cuidar y venerar», comenta Rodríguez Barreras.

Justa apreciación, si se tiene en cuenta que es ella, a la vez, la que está llamada a dinamizar la economía de la ciudad hasta convertirla en un próspero y atractivo destino turístico, a partir de un óptimo manejo del bien patrimonial y de la participación activa y consciente de sus habitantes.

«Todo lo que se haga en materia de conservación y restauración, afirma, debe ir acompañado de una incansable labor de sensibilización institucional y ciudadana, dirigida a transformar conductas en relación con las maneras de interactuar y convivir con esos valores que han recuperado su esplendor».

Foto: Miguel Febles Hernández

Para lograr la necesaria sostenibilidad de la urbe, los especialistas están inmersos en estudios que van desde el comportamiento del hábitat y el cuidado y respeto del patrimonio hasta las regulaciones urbanísticas, las soluciones viales y la influencia del río Hatibonico sobre la zona patrimonial.

Algunos de estos asuntos serán abordados durante las sesiones de trabajo del XI Simposio Internacional Desafíos en el manejo y gestión de ciudades, a efectuarse entre los días 22 y 24 de febrero en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, concebido en el programa oficial por el XX aniversario de la OHCC.

NO SE DETIENE LA OBRA

Como son más, muchos más, los que sueñan, aman, luchan, trabajan y aspiran a tener una ciudad mejor, la obra transformadora en la Villa principeña no se detiene, bajo el principio de aprovechar al máximo todas las oportunidades y el decidido respaldo y empuje efectivo de múltiples actores territoriales.

Ya está en ejecución el Recinto Ferial en áreas de la antigua planta eléctrica Manuel Julién, proyecto que en una primera etapa prevé un anfiteatro para 6 000 personas e incluirá posteriormente salas expositivas, tiendas, restaurantes, cafeterías y otras opciones recreativas para la familia camagüeyana.

Aileen Marín González, directora de proyectos de restauración y conservación de la OHCC, informa que está en marcha también la transformación de la antigua estación de viajeros y sus alrededores en lo que será el Museo del Ferrocarril, una obra dirigida a preservar la historia y tradiciones de ese importante sector.

De manera simultánea se trabaja igualmente en la construcción de la Sala de Conciertos José Marín Varona y en la terminación de la Dirección de Investigaciones, con gabinete de arqueología incluido, como complemento de la red de instituciones y proyectos socio-culturales de la Oficina del Historiador.

Sin ánimo de buscar jamás protagonismo alguno, solo consciente de su papel y responsabilidad, detrás de cada inmueble restaurado, de cada sitio rescatado del olvido, está la impronta de ese pequeño ejército de leales agramontinos que tiene en el diario cumplimiento del deber su más plena y grata satisfacción.

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ricardo dijo:

1

21 de febrero de 2017

11:33:39


estoy cumpliendo misión en la republica de haiti y al leer esta noticia me llena de orgullo ser cubano y mucho mas camagüeyano ver como nuestra revolución con todo ese potencial humano profesional q ha creado mantiene un desarrollo colosal en estos programas tan complejos como es la restauración de inmuebles tan antiguos felicidades a todo el personal de dicha oficina me honra ser sus coterraneo

Amanda dijo:

2

21 de febrero de 2017

23:03:23


¿Por qué quitan las fotos?

Jose Luis Milan Herrera dijo:

3

22 de febrero de 2017

14:54:08


Soy camagüeyano de pura cepa, aunque no vivo en la actualidad en esta ciudad la sigo siempre , sus logros sus avances todo lo relacionado con el desarrollo camagüeyano , estaré siempre Orgulloso de que nuestros tanques en las Grandes Batallas lleven consigo en la Torreta la Figura del Hidalgo Mayor Ignacio Agramonte y haya una Medalla al Valor que tenga su nombre y haga meritorio su hidalguía y valentía