Producciones mecánicas Palma en la sustitución de importaciones

PALMA SORIANO, Santiago de Cuba.-Con un millonario aporte a la economía nacional, la fábrica de producciones mecánicas Palma, perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI) del Grupo Azcuba, se ha convertido en una entidad imprescindible para la sustitución de importaciones en la industria azucarera y la generación de electricidad.

Para avalar esa realidad, baste señalar que solo para la presente zafra su contribución resultó determinante en el alistamiento de 48 de los 54 centrales involucrados en la contienda, a la vez que paralelamente daba solución a problemas esenciales en cinco importantes termoeléctricas del país.

«Tuvimos en el 2016 un año difícil –refiere el ingeniero Ricardo Ramírez Garrido, director de la fábrica–, pues además del plan anual asumimos otras producciones trasladas de unidades del sector, como fueron los juegos de placas de vasos evaporadores y los rotores de ventiladores de ingenios, que de nueve se elevaron a 26».

Según controles del jefe del grupo técnico productivo, ingeniero Amaury Pompa Benítez, fueron más de 225 encomiendas de equipos decisivos en la industria azucarera, los cuales en su totalidad eran importados antes y ahora se acometen aquí en los plazos fijados y con una calidad sin cuestionamiento alguno por parte de los clientes.

Específicamente en los ventiladores de tiro inducido, forzado y secundario, debe destacarse la producción íntegra con planchas de acero que van desde tres a los 16 milímetros de espesor y hasta unas cinco toneladas de peso, de los correspondientes a los centrales Boris Luis Santa Coloma (Mayabeque), René Fraga (Matanzas) y José María Pérez (Villa Clara).

En el caso de las termoeléctricas, con el ahorro de unos cuatro millones de pesos en cada uno se construyen totalmente los calentadores de aire regenerativo (CAR), cuyo peso superior a las 50 toneladas requiere transportarse sesionados en varias rastras. Además, con destino a Cienfuegos se hizo por primera vez en Cuba la cubierta de una unidad generadora.

La amplia gama de elementos precisa elevada maestría en los 200 trabajadores, capaces de conformar equipos y componentes con decenas y hasta cientos de elementos en su estructura, de dominar para ello chapas de acero que pueden llegar a los 150 milímetros de espesor, y lograr en casos como los rotores la precisión que exigen más de 1 200 revoluciones por minutos.

Dado su prestigio y elevado impacto en la economía cubana, para elevar la productividad y humanizar la labor de ingenieros, técnicos, mecánicos, torneros, paileros y soldadores, se han introducido progresivamente modernas tecnologías que igualmente consolidan la calidad predominante en los trabajos.

Entre las más recientes se encuentra la más moderna máquina de corte mediante sistema plasma (flujo de aire comprimido con arco eléctrico) existente en Cuba. De tecnología alemana asistida por computadora, es capaz de cortar, perforar y biselar a cualquier ángulo chapas de acero de hasta 64 milímetros.

«Con ella –afirma el operador Rafael Mendoza Núñez–, podemos hacer en dos horas tareas que tomarían un mes a una brigada de tres paileros. Adicionalmente posee otro cabezal para trabajar con el método de oxicorte chapas de 100 y 150 milímetros, y un tercer cabezal para barrenar y producir roscas a elevada productividad».

Semejantes ventajas expone Wendy Álvarez Veloz acerca del moderno torno vertical por control numérico de procedencia china. «Solo llevamos tres semanas operándolo y de los ventiladores que requerían dos días podemos hacer tres por jornada con mayor precisión, calidad y aprovechamiento del material».

No en vano, tales atributos resumidos con 10 100 000 pesos en el mayor volumen productivo de su historia, en utilidades superiores a los tres millones 400 000 pesos, una productividad por trabajador ascendente a 54 156, y el salario medio en 1 700 pesos, conllevaron a que la fábrica cerrara el pasado año como la unidad más destacada de la empresa en el país.