QUEMADO DE GÜINES, Villa Clara.–Pocas personas como el viejo Pablo López para poder contar los avatares, buenos y malos, por los que ha transitado eso que la mayoría conoce como el plan plátano de Lutgardita, en Villa Clara.
Allí laboró él a finales de la década del 80 y principios de los 90 del pasado siglo, cuando en aquellas tierras se forjó uno de los programas más exitosos de la agricultura cubana, especializado en lo fundamental en la producción de plátano fruta.
Entonces eran miles las hectáreas sembradas, las cuales llegaron a producir en su momento de mayor esplendor, más de 27 000 toneladas de plátano con destino a la población, el consumo social y el incipiente desarrollo turístico que ya se forjaba en el país, asegura Pablo, quien no olvida el modernísimo sistema de riego instalado allí.
El timonel de la carreta y los bueyes que ahora transporta los racimos cortados desde el campo hasta la planta de beneficio, recuerda asimismo como él vivía orgulloso de su empresa, de sus logros, de aquellos plátanos que daba gusto verlos y también comérselos «porque eran un turrón de azúcar».
Mas, cuando comienza a hablar de la caída de la producción y la penosa situación en que se sumió la entidad a causa del periodo especial, hasta se le humedecen los ojos. «Fueron años muy duros. Sabía que sería muy difícil mantener un plan tan grande, pero no crea, me resultaba doloroso ver destruirse los recursos y el esfuerzo acumulado de mucha gente».
Tal vez por eso pocas personas muestren en la actualidad tanta alegría al ver la recuperación experimentada por la UEB Integral Agropecuaria Quemado de Güines, convertida ya en uno de los principales polos productivos de la agricultura en Villa Clara.
UN SUEÑO CONVERTIDO EN REALIDAD
Audel Placencia Santos es un director con alma de guajiro a quien le dieron la tarea hace dos años de levantar, como se dice en buen cubano, «el muerto» de Lutgardita, y la vida va demostrando que ya lo tiene casi en pie.
«Aquí se han invertido muchos recursos en equipos, máquinas de riego, abonos, fertilizantes, buenas semillas y un montón de recursos más, por eso creo que lo alcanzado hasta la fecha ha sido fruto, en primer lugar, de la voluntad del Estado por recuperar un programa que se sabe puede reportar grandes beneficios a la nación», explica el directivo de la entidad.
Actualmente tenemos sembradas 187 hectáreas solo de plátano, a las que sumaremos el año en curso otras 280, en las cuales pretendemos acopiar un mínimo de 16 000 toneladas de esa fruta, en lo fundamental de la variedad Cavendish gran enano, que cuenta con un novedoso sistema de riego por goteo, además del llamado plátano vianda, expone Audel.
Añade que allí los suelos son muy buenos para las viandas y cualquier otro cultivo, razón por la cual vale la pena el esfuerzo realizado, en especial dotar a la UEB de modernas máquinas de riego que constituyen una garantía para obtener grandes cosechas, teniendo en cuenta que allí el agua no constituye un problema.
Ya entre finales del pasado año y los primeros días de enero, en el primer corte logramos entregar más de 200 toneladas de plátano, además de conseguir excelentes cosechas de frijol, maíz, boniato y yuca, entre otras; con muy buenos pronósticos también en la malanga, lo cual es un presagio de todo lo que allí puede alcanzarse en el futuro inmediato, señala el director.
Tales resultados se han traducido en mejores salarios para los más de 500 obreros y técnicos que laboran en la unidad básica, el cual supera en la actualidad los 1 500 pesos, asegura Osmel García, responsable de la granja Güines, una de las de mayores logros.
Entre los trabajadores también se respira optimismo y confianza; tal es el caso de Yusimy Martínez, trabajadora de una de la plantas de beneficio del plátano, quien pondera la manera en que se atiende a los obreros, con una comedor que parece más bien un restaurante en medio del campo, el cual ofrece hasta seis y siete platos diarios.
De igual manera se expresan Ana Luisa Hernández, compañera de labor, y Yariel Cárdenas, un joven de apenas 22 años que asegura no querer mejor centro de trabajo que este. Aquí tengo buen salario, nos llevamos como una familia y veo el fruto de lo que estoy haciendo, qué más puedes pedir, dice con orgullo.



















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Araly Cruz González dijo:
1
23 de enero de 2017
00:59:09
Arturo dijo:
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23 de enero de 2017
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Daisy T. Rivero Leon dijo:
3
23 de enero de 2017
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25 de enero de 2017
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