
JIMAGUAYÚ, Camagüey.—Braulio Pérez Ávila, el delegado de la circunscripción 31, disfruta por estos días junto a sus electores la satisfacción de ver electrificada buena parte de la pequeña comunidad donde residen, gracias a la recuperación de las unidades agrícolas y pecuarias de la zona de Caracuna.
«La gente está contentísima, afirma, pues junto con el tendido eléctrico para el sistema de riego del polo productivo El Hoyo se decidió instalar ese servicio a 65 viviendas, un beneficio que mejora las condiciones de vida de los pobladores, la mayoría de los cuales se dedican a la ganadería y a la agricultura».
Refiere el delegado que la reactivación económica repercute gradualmente también en el orden social, pues se abrieron nuevas fuentes de empleo, sobre todo para los jóvenes, se repararon los caminos y se remozaron la escuela primaria, la bodega y la sala de televisión de la localidad.
«Todo ello, explica Pérez Ávila, se ha reflejado en el estado de ánimo y la participación de los vecinos, la mayoría de los cuales se movilizaron para apoyar a los trabajadores eléctricos, lo mismo en la instalación de las líneas que ofreciéndoles la merienda o el almuerzo en cada una de las jornadas».
Fruto del trabajo y la perseverancia, en Caracuna se retoma por los camagüeyanos, y se dan los primeros pasos para recuperarlo, un programa concebido hace muchos años por Fidel para fomentar la cría de carneros a gran escala, que prácticamente se perdió con el paso del tiempo.
Los propios pobladores del lugar consideran que el mejor homenaje que le pueden rendir al líder histórico de la Revolución es con la entrega cotidiana, siendo más eficientes y productivos, única manera de resolver los problemas económicos que enfrenta el país y lograr la soberanía alimentaria.

VUELVEN LOS CARNEROS A CARACUNA
Si el servicio eléctrico ha colmado de alegría a las familias de Caracuna, el saber que se reinicia la cría de carneros como uno de los principales renglones económicos, junto al cultivo de viandas y granos, ha puesto fin a viejas nostalgias y reaviva el interés de algunos por reincorporarse a la actividad.
Así le ocurre a Maylín Sánchez Pupo, técnica veterinaria de la recién estrenada granja para reproductoras, luego de un año de intensas acciones constructivas que dejaron lista la instalación con capacidad para acoger, bajo novedosos sistemas de manejo y alimentación, a 600 hembras de alto valor genético.
«Tan pronto me enteré de lo que se proyectaba estuve de acuerdo en volver, pues a esta labor le dediqué muchos años y es lo que siempre me ha gustado hacer», confiesa la trabajadora mientras atiende con cariño maternal a una de las primeras carneritas nacidas en el lugar.
Pablo Rodríguez Suárez, el jefe de la brigada, tampoco es un improvisado: más de dos décadas de experiencia en la atención del ganado ovino-caprino le confieren la autoridad necesaria para dirigir al pequeño colectivo de seis operarios encargados de asistir con exquisitez extrema al selecto rebaño puesto en sus manos.
«Lo primero que hicimos con tiempo suficiente, mientras se construían las naves, fue garantizar el agua y la comida para los animales: hoy contamos con sembrados de caña, king grass, moringa, morera y tithonia, como sustento de la base alimentaria de la unidad», puntualiza Rodríguez Suárez.
CARNERO ESTABULADO VALE POR DOS
La nueva granja, en tanto base del desarrollo perspectivo del programa, posee una nave para reproductoras dividida en 14 cuartones habilitados con suficiente agua y comida, otra con siete para las hembras jóvenes y una tercera destinada a la ceba estabulada de carneros en tarimas.
Vladimir Olivera Pérez, jefe de producción de la unidad empresarial de base (UEB) Maraguán, precisa que para avanzar en el logro de los objetivos trazados disponen en estos momentos de 480 hembras, 37 sementales y 80 crías, todos animales genéticamente aptos con vistas a fomentar rebaños de calidad.
«Para completar la adecuada atención de los carneros, informa el directivo, nos queda el reto de aplicar lo más pronto posible la inseminación artificial y con ello evitar la consanguinidad, además de establecer el sistema de tratamiento antiparásito, uno de los problemas más serios que afectan a esta especie».
Olivera Pérez insiste en las ventajas de la modalidad de ceba estabulada, pues los animales se mantienen saludables y en unos cuatro meses alcanzan el peso ideal entre 70 y 80 libras, cosa que no ocurre igual en condiciones de pastoreo, donde consumen demasiada energía en la búsqueda del alimento necesario.
APROVECHAR MEJOR CADA CENTAVO INVERTIDO
El ambiente transformador que se respira en la zona agrícola de Caracuna, en Jimaguayú, es apenas un ejemplo del amplio programa de acciones que se ejecutan en la provincia de Camagüey para diversificar el sector agropecuario y aprovechar las potencialidades en cada uno de los renglones productivos.
De ello dan fe, entre otros muchos recursos entregados con ese propósito, los trabajos de electrificación acometidos en más de 70 posiciones agrícolas y la instalación de 113 bombas sumergibles alimentadas con paneles solares, lo que incidirá en el incremento de las áreas bajo riego y en el abasto de agua a los rebaños.
Queda, pues, con el actuar consecuente de los colectivos laborales, ofrecer la respuesta productiva que de ellos se espera, a partir del aprovechamiento eficiente de cada centavo que se invierta y de la entrega cotidiana de los obreros agrícolas o campesinos para extraer de la tierra los frutos que tanto necesita el pueblo.
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Miguel Angel dijo:
1
6 de enero de 2017
09:07:38
ORLANDO dijo:
2
6 de enero de 2017
10:38:34
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