Las Tunas-. Con rostros más jóvenes, con otras consignas, pero eran ellos, los valerosos miembros del Ejército Rebelde. Esta vez, reencarnados en sesenta retoños de futuro, volvieron a atravesar el territorio tunero y la Caravana de la Libertad llenó de luz a esta tierra.
En la localidad de Calixto, municipio de Majibacoa, los pioneros y jóvenes holguineros entregaron a los caravanistas del balcón del oriente, la bandera que indicó la continuación de esta gesta, que se reedita cada año, por su importancia en la consolidación del triunfo revolucionario y en la identificación de los héroes con su pueblo.
Aquel cuatro de enero de 1959, Las Tunas dormía, cuando nuestro invicto comandante pisó este suelo, pero aun así, su presencia encendió de fervor revolucionario a aquella madrugada. A él, le había antecedido en el atardecer del día tres, una avanzada que recibió el calor y la hospitalidad de los hijos e hijas de este oriental territorio. Un destacamento de valerosos combatientes se les unió, como respaldo a la naciente Revolución social.
Esos acontecimientos, fueron recordados una vez más en la mañana de este miércoles, donde se ratificó también el papel de las nuevas generaciones en la continuidad del socialismo cubano. La Plaza Martiana de la ciudad cabecera, devino escenario para el encuentro entre los protagonistas de esta joven caravana y el pueblo tunero.
Las palabras de Gabriela Espiniella Reyes, pionera de quinto grado del seminternado República de Chile, son una muestra del amor infinito de los niños a la Generación del Centenario y a su país.
“En nombre de los pioneros tuneros, herederos de Vicente García, reafirmamos desde aquí nuestro compromiso con la historia, nuestra lealtad a la Revolución y al legado de Fidel, porque en nuestras manos y sobre nuestros hombros descansará, en un futuro ya cercano, esta gran obra. Porque los pioneros de hoy, seremos los continuadores del mañana, los que tenemos la gran responsabilidad de materializar la idea de que un mundo mejor es posible.”
Los combatientes de la Revolución aun se sienten soldados. Ellos tuvieron el privilegio de protagonizar los momentos cruciales para la definitiva libertad de la patria y por eso, sienten que el Comandante en jefe vivirá eternamente en sus corazones.
Pedro Tristá Velázquez, vicepresidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en el territorio, aseveró que “para los combatientes de ayer, de hoy y del futuro, el ejemplo de Fidel se mantendrá como bandera de lucha y de victorias, convencidos de que el pueblo cubano, como expresó en el Séptimo Congreso del Partido: ¡Vencerá!
Nadie dudó de la presencia de nuestro Líder Histórico en esta jornada de reafirmación patriótica. Cientos de voces corearon su nombre, como prueba del alcance inconmesurable de su existencia y de las profundas huellas que dejó para la juventud.
Osmel Reyes Pacheco, primer secretario del Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas en el municipio cabecera, lo demostró en su intervención.
“Decir ¡Yo soy Fidel!, es un compromiso de hoy, de mañana y de siempre. Es un reto y una misión, es ser consecuentes con sus valores y principios, con su concepto de Revolución. Los jóvenes, estudiaremos su pensamiento, atendiendo cada una de sus palabras, con la claridad de que su mejor enseñanza, es su ejemplo personal.”
La Caravana siguió su paso. Tras ella, quedó en todos el orgullo de saber que este pueblo jamás dejará morir su historia, porque sería dejar morir el presente y el futuro de Cuba.
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