PINAR DEL RÍO.—Con un efecto económico de más de 22 millones de pesos, el movimiento de innovadores en Pinar del Río durante el 2016, ha constituido una fuerza decisiva en la búsqueda de soluciones para asegurar el funcionamiento de industrias con muchos años de explotación, y sortear la carencia de piezas de repuesto.
Jesús González, presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en Vueltabajo, explicó que a lo largo del año que casi culmina, en el territorio fueron registrados más de 1 000 trabajos, como resultado del quehacer de unos 960 innovadores.
Entre los sectores de mayor actividad, señaló el de las construcciones, la industria alimentaria y la pesca, así como el agropecuario y el de energía y minas.
No obstante, reconoció que existen entidades en las que por desconocimiento o por falta de voluntad de sus administraciones, todavía no se registran los trabajos realizados ni se aplica la Ley 38, para la estimulación de quienes hacen posible que no se paren los equipos y se detenga la producción o los servicios a la población.
Según el funcionario, dentro de las innovaciones de mayor impacto logradas en el 2016, se incluye un sistema para el control de portadores energéticos, correspondiente a la empresa GEOCUBA —que ya se aplica en varias entidades del país—, así como la recuperación, adaptación y reconstrucción de partes y piezas de medios de todo tipo.
Además, fueron registradas numerosas acciones con un impacto social, como la recuperación de equipamiento médico en hospitales y policlínicos, o la confección de implementos para apoyar la práctica masiva de deportes, entre otros ejemplos.
«Una de las pruebas más palpables de cómo el pueblo cubano se sobrepone al bloqueo impuesto por los Estados Unidos, está en la labor de nuestros innovadores», explica Jesús.



















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