
En cada latido del combate es el libro que Alba Márquez entrega de su padre —el hombre que la historia cubana recogió como el segundo jefe al mando de la expedición del yate Granma— y que ayer presentó, ante familiares, amigos e historiadores, en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
El investigador del Centro de Estudios Martianos, Pedro Pablo Rodríguez, autor del prólogo de este texto, comentó que ante nosotros se revela una aproximación a la vida íntima, al ser humano que fue Juan Manuel, «un hombre que aportó a la Generación del Centenario liderada por Fidel Castro, su experiencia de lucha contra el machadato, para evitar lo que sucedió durante la Revolución del 30, o lo que antes, en 1898: una salida dominada por el imperialismo norteamericano».
El también Premio Nacional de Ciencias Sociales repasó la historia de este periodista y político al lado del líder de la Revolución. Entre los principales momentos que ambos revolucionarios compartieron, destacó el peregrinaje por el exilio cubano en Estados Unidos, buscando apoyo, aunando voluntades y recursos como antes lo había hecho uno de los paradigmas de la nación cubana, José Martí; y la partida a México y el retorno a bordo del Granma.
Tras Alegría de Pío, rememoró Pedro Pablo, el combate sorpresa que llevó a la dispersión de los expedicionarios, Juan Manuel fue detenido, torturado y asesinado por guardias de la tiranía de Batista.
El hombre que se había rebelado contra los fraudes electorales de los presidentes de turno, que había sobrevivido a vigilancia y detenciones, y hecho prisionero más de una vez durante las dictaduras de Machado y Batista, en este justo segundo de Alegría de Pío, llegaba a su fin, o a esa especie de perpetuidad a donde se van los grandes.
O como les llamara el historiador, héroes. «La historia está llena de héroes; hay que darlos a conocer, porque todos tenemos derecho a saber de dónde venimos y qué ha aportado cada uno a la Cuba que tenemos hoy; ahí está el valor de este libro, en que nos muestra a uno de esos hombres», reflexionó.
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