BARACOA, Guantánamo.—La construcción del vial entre las comunidades de Neblina y Cayo Güin, una alternativa para restablecer la comunicación terrestre entre Baracoa y Moa, perdida con el derribo del puente sobre el río Toa por el huracán Matthew, constituye, por su complejidad, una de las tareas más exigentes de la etapa recuperativa en este municipio.
En su extensión de alrededor de 18 kilómetros, la carretera serpentea montañas, precipicios, cañadas y atraviesa bosques naturales. Por la urgencia de su terminación se ejecuta mediante un trazado atípico, apoyado por prácticos campesinos.
Como si esto fuera poco, los constructores han tenido que abrirse camino enfrentando constantes lluvias, lodo, deslizamientos de tierra en los cortes preliminares de los taludes y numerosas corrientes de agua, algunas permanentes y otras que surgen con la cortadura de las lomas por los buldóceres.
Fuerzas de la Unidad Básica Viales de Montaña Guantánamo, pertenecientes a la Empresa Constructora Militar No. 1, y de la Unidad Constructora Militar de Holguín asumen el reto de imponerse a esas dificultades en este primer momento, centrado en la apertura de la trocha.
Listos estaban otros colectivos, como la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería 17, también holguinera, para iniciar los trabajos de conformación del terraplén donde la senda abierta y el fango lo permitan.
El vial, como dijimos, parte de Neblina, comunidad ubicada a 8,8 kilómetros de Paso del Toa, siguiendo la vía Mulata. Inicia por ese sitio para aprovechar un puente rasante a las aguas del Toa construido allí a inicios de los años ‘90 del pasado siglo, cuando se ejecutaban las primeras acciones del abortado megaproyecto para la construcción del complejo hidroenergético Toa-Duaba.
Conocido como puente de los coreanos, por ser quienes financiaban la citada construcción, el viaducto ha resistido durante más de 20 años los embates del río más caudaloso de Cuba, incluyendo la reciente crecida provocada por Matthew, y ahora se apresta a facilitar tan importante comunicación.

HACIA ARROYO LA YUCA
Temprano en la mañana emprendimos la caminata desde el puente de los coreanos hasta el punto donde una jornada antes había concluido la apertura de la trocha, distante 1,2 kilómetros. Diógenes González Ochoa, operador de buldócer, encabeza la difícil marcha sobre el lodo. Detrás, a poca distancia, Sergio Osoria Noa, operador de retroexcavadora, acompañado por el periodista.
Sergio me ofrece un refresco, que tomo en dos sorbos y me aporta energía para continuar la marcha. Acto seguido me indica un paso en el camino por donde corre el agua y otro y otro más, hasta sumar una decena.
«Para poder rebasar con la retro esas corrientes, las cuales conformaban pequeñas cañadas, primero tuve que cubrirlas con palos y luego rellenarlas con tierra, de manera que el agua escurriese por debajo de la palizada», cuenta Osoria Noa.
El fin del angosto camino nos acercó a unos 350 metros de arroyo La Yuca, paraje donde está previsto el encuentro entre las fuerzas que abren el camino desde Neblina hacia Cayo Güin y las que avanzan en sentido contrario.
«Arroyo La Yuca es el punto de contacto establecido, pero lo más probable es que nosotros lleguemos primero y sigamos adelante. A fin de cuenta lo más importante es concluir el vial lo más pronto posible», comenta Diógenes; mientras pone a punto su buldócer para continuar abriendo la trocha.
«Después que concluyamos el camino nos incorporaremos, junto a otros colectivos, a la conformación del terraplén, tarea que incluye darle el ancho requerido, perfilar los taludes, bajar las pendientes hasta menos de nueve grados, reducir o eliminar curvas y construir las alcantarillas, de las cuales solo el tramo Neblina-arroyo La Yuca demanda alrededor de una decena», explica el teniente coronel Eddy Román Quesada, segundo jefe de ingeniería en la región militar Guantánamo, quien chequea la apertura de la trocha.
Aclara el especialista que las fuerzas que avanzan en sentido contrario; es decir, desde Cayo Güin hasta Neblina, lo hicieron en principio por caminos forestales, los cuales terminaron en una elevación llamada Espanta. «A partir de ese sitio comenzaron a desbrozar monte y cortar montañas, como nosotros, para abrir el sendero».
EL PRÁCTICO
«Un día del mes pasado vino un coronel a mi casa y me propuso que ayudara como práctico en el trazado del camino. Supongo que alguien se lo sugirió, teniendo en cuenta el conocimiento que poseo de la zona», cuenta el campesino de 44 años Mariano Navarro Estévez.
«Acepté con gusto la propuesta y desde entonces soy uno más de la cuadrilla que ejecuta el tramo Neblina-arroyo La Yuca.
«El teniente coronel Eddy y yo vamos delante de los equipos abriendo un trillo a machete. Por él se guían los buldoceros para hacer la trocha. A veces nos valemos de una motosierra operada por jóvenes soldados, entre los que se encuentra mi hijo José Elis Navarro Pérez», reseña este vecino de Palmarejo del Toa, donde se desempeña como vicepresidente de la cooperativa de crédito y servicios 8 de Octubre.
Nuestra tarea es explorar el área y señalar el posible mejor rumbo de la senda. Es un trabajo que hago voluntariamente, pero con mucho amor, incluso muchas veces bajo la lluvia, ilustra Navarro Estévez, consciente del valor de la obra que ayuda a construir.
EL COMPLEMENTO
La apertura del mencionado vial se complementa con la reparación capital del tramo de 16,3 kilómetros entre Paso del Toa y Quiviján, el cual pasa por Neblina. Fuerzas del Ministerio de la Construcción de las provincias de Granma y Holguín ejecutan esta labor, afectada también en su avance por las lluvias presentes en Baracoa desde el paso del huracán hasta hace unas jornadas.
De acuerdo con Dalberto Serrano Serrano, delegado del Micons en Holguín, los trabajos incluyen la ampliación de la vía y su asfaltado con penetración invertida.
Constructores holguineros laboraron inicialmente en la limpieza y saneamiento de la ciudad de Baracoa, en el restablecimiento de la circulación en el viaducto La Farola, en la rehabilitación y techado de instituciones estatales, principalmente de los sectores de Educación y Salud.
También pusieron su sello de buenos constructores en la instalación de la cubierta y la impermeabilización del cine Encanto, en esta ciudad que con el esfuerzo de su gente y el apoyo de todas las provincias y el país recobra poco a poco su vida habitual y su hermosura.



















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Antonio Diaz Rodriguez dijo:
1
20 de diciembre de 2016
13:56:56
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