
CAMAGÜEY.—Aunque algunos peinan canas y otros exhiben la lozanía de la juventud, los trabajadores de la División Territorial de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), que acaban de partir hacia Baracoa, son veteranos probados en enfrentar las secuelas de todo tipo de huracanes.
«Yo creo que a mí no se me ha escapado ninguno», aseguró sonriente Filiberto Guerra Hernández, quien con su brigada de reparación de líneas ha contribuido a restañar daños, tanto en provincias del occidente del país como en la más reciente experiencia de Sandy en Santiago de Cuba.
«Partimos, conscientes de cuán necesario es nuestro aporte solidario para que fluya lo más rápido posible la recuperación de las telecomunicaciones en Baracoa, y su pueblo pueda retornar poco a poco a la normalidad tras la devastadora arremetida de Matthew», declaró Alexander Álvarez en nombre del resto de los operarios.
La agrupación camagüeyana marchó con la misión de participar, junto a otras brigadas de Etecsa ya sobre el terreno, en la reconstrucción del circuito de abonados de la telefonía fija, una tarea de alta complejidad que exigirá entrega total, pues el servicio se encuentra prácticamente interrumpido en esa localidad.
«Para acometer tales trabajos en la Villa Primada, informó Levis Méndez Abeledo, al frente del colectivo de comunicadores, llevamos una brigada de linieros, dos de reparadores y operarios especializados en el empalme de cables, todos con los equipos, las herramientas y los materiales necesarios».
Isabel González Cárdenas, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, explicó que la agrupación de Etecsa se suma a los contingentes de la Empresa Eléctrica, el Micons, las FAR y la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey que permanecen en las zonas afectadas de Guantánamo.
Directamente desde Baracoa, José Rodríguez Barreras, director de esa última institución, reportó que acaban de alistar una escuela con capacidad para 200 alumnos, la que deberá reiniciar las clases este lunes, mientras se aprestan a comenzar la reparación de un centro de la enseñanza especial.
La brigada de la Oficina del Historiador, integrada por albañiles, electricistas, carpinteros, ingenieros y arquitectos, llevó consigo una donación de 20 000 tejas de barro criollas, sumamente útiles en la rehabilitación de inmuebles con valor histórico y patrimonial.
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Niulby dijo:
1
17 de octubre de 2016
14:25:25
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