
EL colectivo laboral del Policlínico Universitario Cerro, ubicado en La Habana, califica al enfermero Angel Tellez Venzant como un trabajador excepcional, por su coraje y valentía para enfrentar el letal virus del ébola en Sierra Leona y acudir a socorrer las víctimas ocasionadas por el terremoto de Ecuador ocurrido en abril último.
Así lo manifiesta la Licenciada en Enfermería Carmen Alfonso Beato, supervisora del Grupo Básico con 25 años de trabajo en esa institución, quien asevera que la ausencia de cualquier compañero por cumplir una misión en el exterior, se cubre con el resto del personal y se asegura la calidad de la asistencia médica para la población.
Para el Licenciado en Enfermería Angel Tellez Venzant, el trabajar fuera del país es un aprendizaje total. Su primera salida ocurrió en 1988 a Etiopía, como combatiente internacionalista. Allí tuvo la experiencia de presenciar la excarcelación del Héroe de la República de Cuba Orlando Cardoso Villavicencio apresado por las tropas somalíes en una acción combativa y prisionero de guerra en la cárcel de Lanta Buur, por más de 10 años.
En una entrevista con Granma Internacional, Tellez Venzant señala: «Nuestra unidad de combate –ubicada en el Desierto de Ogaden, en la región de Dire Dawa– recibió la visita, luego de su excarcelación, de Orlando Cardoso Villavicencio, Héroe de la República de Cuba, quien había sido apresado por las tropas somalíes en una acción combativa y prisionero de guerra en la cárcel de Lanta Buur por más de diez años. Él fue miembro de un grupo de exploración de esa compañía.
«En esa ocasión, intercambió con nosotros y nos relató los momentos vividos en la cárcel, incomunicado totalmente con su país y tratado inhumanamente por sus vigilantes. Yo me pregunté desde ese momento cómo podía ayudar a la humanidad».
Nuestro interlocutor matriculó enfermería con la posibilidad de cambiar hacia estomatología, pero en la facultad sintió un ambiente agradable para la práctica deportiva y fue elegido dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria a nivel de base. La carrera lo motivó hasta alcanzar uno de los mejores índices académicos de su grupo, por lo cual eligió cumplir su servicio social en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental de Cuba.
Su primera experiencia profesional la realiza en la Punta de Maisí, en un campamento para refugiados haitianos, llegados a las costas cubanas por averías de sus embarcaciones en viaje hacia Estados Unidos. «Recibí personas deshidratadas y en malas condiciones físicas, sus frágiles cuerpos estaban cubiertos por quemaduras debido a largas horas de exposición al sol. Muchos se ahogaron en la travesía y los sobrevivientes rezaban por ser rescatados por los barcos guardacostas cubanos para salvar sus vidas”», -significa Tellez Venzant.

Al concluir su servicio social en 1995 regresa a la capital y labora en varios hospitales hasta trasladarse al policlínico universitario Cerro por su cercanía a su vivienda. Allí es llamado a incorporarse a la Misión Milagro, programa creada en el 2004 por los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Fidel Castro, de Cuba, para operar diferentes patologías oculares y devolverles la visión a personas de escasos recursos de América Latina y el Caribe.
Por tal motivo labora en el centro de recepción de pacientes venezolanos en la ubicación inicial, el alojamiento y la vigilancia postoperatoria de quienes recibieron atención oftalmológica en La Habana.
Cumplió tareas en la entrega de avituallamientos; información del programa médico; coordinación de los exámenes de laboratorio y las pruebas diagnósticas para decidir la cirugía.
Luego de la intervención quirúrgica, se dedica a la vigilancia de los convalecientes, la cura y explicación de las medidas a tomar para preservar la operación.
Esta tarea lo llevó a inscribirse voluntariamente en el Contingente especializado en situaciones de desastres y el enfrentamiento a grandes epidemias Henry Reeve, fundado en septiembre de 2005 por el Comandante en Jefe Fidel Castro para ayudar a las víctimas ocasionadas por el huracán Katrina, que devastó el sur de los Estados Unidos.
Con posterioridad Cuba y China firman un convenio para llevar la operación Milagro al país asiático. Los médicos y enfermeros con mejor dominio del idioma inglés fueron seleccionados y se les aplicó un examen de conocimiento antes de partir hacia la misión.
«Me tocó laborar en Quinjai en la provincia de Ximing del año 2006 al 2009. Mi función consistió en trabajar con los pacientes hospitalizados antes y después de las cirugías, pero en no pocas ocasiones tuve que cubrir como enfermero instrumentista en el salón de operaciones. Vi corregir estrabismo, cataratas, glaucoma, pterigium y otras», refiere Tellez Venzant.
El mayor obstáculo consistió en el idioma, los primeros diálogos lo realizaron en inglés pero los fines de semanas crearon un grupo para aprender la lengua mandarín con un profesor, así pudieron capacitar a los profesionales chinos en la técnica quirúrgica de Blumenthal, que gracias a su microscópica incisión permite mayor recuperación al enfermo.
«Un domingo de septiembre me realizan una llamada a la casa y me preguntan si estaba dispuesto a ir a África a combatir el virus del Ébola. La llamada me sorprendió, pero accedí y me dieron las indicaciones para comenzar los trámites. Me orientaron buscar un maletín ligero con ropas imprescindible para cursar una preparación previa en el Instituto Cubano de Medicina Tropical Pedro Kourí, conocido por IPK», significa Tellez Venzant.
En ese curso recibió toda la información disponible acerca de la enfermedad y las medidas de protección para enfrentar la epidemia. Hubo mucho rigor en exigir el uso del traje antiséptico y antes de partir se le aplicaron varios chequeos médicos y pruebas de conocimientos. «Se seleccionó dentro de un grupo de 400 personas a los 250 con mejor preparación física para acometer la misión en Sierra Leona, Liberia y Guinea Conacry», puntualiza.
Añade: «Trabajé en Port Loko, un poblado cercano a Freetown, capital de Sierra Leona donde pululaba la miseria y las malas condiciones de vida. Recuerdo la primera vez que visité el hospital de campaña, hicimos un recorrido de exploración para conocer el protocolo de asistencia de la enfermedad. Me llamó la atención una pequeña puerta en una esquina de la sala. Por ella vi salir a una persona totalmente desnuda sangrando por los ojos, la nariz, la boca y por varias partes del cuerpo, incluso defecado. Hablaba muy débil y pedía ayuda en inglés.
«El pensó que nosotros íbamos a salir de la sala sin pasar por su cama, necesitaba tratamiento médico de inmediato. Quedé muy perplejo ante aquel caso y lo comento con el grupo que nos siguió. Esos galenos inmediatamente canalizaron venas en ambos brazos, pusieron hidratación y lo recuperaron. Luego ese paciente se convirtió en un amigo. Nos quería son especial cariño».
En su relato, Tellez Venzant destaca que los profesionales cubanos lucharon por la vida de cada paciente hasta decretar el fallecimiento. Para ello soportaron altas temperaturas emanadas por el traje por unas dos horas, cuando se recomendaba usarlo sólo por 45 minutos.
Concluye la misión y regresa a Cuba en 2015 para al siguiente año acudir ante el llamado de socorrer a las víctimas ocasionadas por el terremoto ocurrido en Ecuador en el mes de abril. En esa ocasión el contingente Henry Reeve viajó con una brigada de rescatistas acompañados de la técnica canina.
«Conformamos pequeños grupos integrados por un rescatista, un médico y un enfermero Recorrimos la ciudad peinando las manzanas entre las edificaciones destruidas. Al encontrarse personas, inmediatamente se liberaban los brazos para canalizar una vena y aplicarle hidratación hasta que se apartaran los escombros. Con posterioridad se valora el traslado al hospital y su tratamiento», agrega Tellez Venzant.
A los 12 días trasladan a la brigada completa para la ciudad de Jama. Encuentran allí una ciudad destruida completamente, la población duerme en la calle por dos motivos: por miedo a enfrentar las réplicas y por la pérdida de sus casas. El gobierno ecuatoriano entregó carpas para cada familia y a partir de ahí vivieron en espacios para refugiados.
El trabajo de los cubanos resultó intenso, creció el número de los damnificados y se incrementaron los lesionados. Hubo que realizar cirugías a personas residentes en zonas apartadas de la ciudad, detectadas en las pesquisas efectuadas por los miembros de la brigada cubana.
El relato de Tellez Venzant concluye: «Hubo momentos de mi juventud que me hice la pregunta de para qué yo servía y cuál sería el gran propósito de mi vida. Luego de estas misiones he podido responder a esas interrogantes y hoy se que mi vida la he puesto al servicios de salvar la vida de las personas».
AMOR FILIAL
La esposa Ayxa Beaton Molina rememora las dificultades presentadas con la partida de Angel para China. Sus dos hijas, aún pequeñas, reclamaban la presencia del padre y por ello necesitaron ayuda psicológica para las tres. Sintieron gran apoyo con las abuelas, quienes asumieron las tareas domésticas para garantizar la continuidad profesional de la madre como abogada en las oficinas de Migración y Extranjería.

«La noticia de la partida a África fue difícil de asimilar -destaca Ayxa con lágrimas en los ojos- Decidí tener una conversación privada con él para recibir más explicaciones. Me habló de su compromiso con el Contingente Henry Reeve, de su decisión de partir a cualquier lugar y con esta misión no había seguridad de regresar a la patria. Lloré mucho» .
Añade también: «El regreso resultó ser una gran fiesta. Le celebramos un cumpleaños con un cake y le pedimos al soplar la vela pedir un deseo. Una vez más pidió cumplir otra misión y la vida se lo concedió al partir a Ecuador hace unos meses atrás ».
Sus hijas eligieron ramas de las ciencias médicas como profesión, la mayor Elianny de 24 años concluyó el tercer año de la carrera de medicina. La menor Eianis, de 21, estudia la Licenciatura en Enfermería y finalizó el segundo año. Ambas dicen sentir una gran admiración por el padre y desean continuar su ejemplo.



















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fernando dijo:
1
14 de octubre de 2016
19:34:46
Miguel Angel dijo:
2
15 de octubre de 2016
06:42:54
Maritza Venzant Acuña dijo:
3
22 de marzo de 2020
12:37:11
Luis Alberto Fadel dijo:
4
22 de marzo de 2020
21:11:13
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