ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Leydis María Labrador

Las Tunas.- Elevar el rendimiento de los cultivos, mejorar las condiciones de vida los hombres y mujeres que viven en el campo, y potenciar la aplicación de la ciencia y la tecnología a los procesos productivos, son líneas estratégicas hacia las que se enfoca el país, en pos del desarrollo agropecuario.

Dada la importancia de este sector para la economía cubana y esencialmente, para la seguridad alimentaria del pueblo, muchas son las estrategias que se aplican para impulsar desde la base todo el sistema que lo compone.

La entrada de tractores New Holland a través del programa Más alimentos, ha representado un impulso sustancial a la preparación de tierras. Foto: Leydis María Labrador

En ese empeño, ha jugado un papel esencial la existencia de proyectos que, con la colaboración de instituciones internacionales, dotan al campesino no solo de herramientas materiales, sino de conocimientos para desempeñar sus funciones.

En la provincia de Las Tunas, situada en la región oriental de Cuba, los resultados del trabajo conjunto entre las instituciones del territorio y las foráneas, son tangibles, y se revierten en mejoras sustanciales de los niveles productivos y en satisfacción personal para quienes trabajan la tierra.

BIOMAS CUBA, EL ROSTRO DE LA AGRICULTURA SOSTENIBLE

«La biomasa como fuente renovable de energía para el medio rural» es un proyecto coordinado por la Estación Experimental de Pastos y Forrajes, Indio Hatuey de Matanzas, que cuenta con el financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), y del cual forma parte este oriental territorio.

Conocido como Biomas Cuba, tiene entre sus objetivos esenciales, la producción integrada de alimentos y energía a partir de la biomasa y mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres por igual.

Actualmente, el proyecto se encuentra en su segunda fase, trabajando en cuatro escenarios (fincas debidamente seleccionadas por el sistema de la agricultura) del municipio cabecera y 18 de la localidad de Manatí.

El coordinador del proyecto en Las Tunas, máster en ciencias Jorge Luis Rivero Moreno, explicó a Granma Internacional que existen varios segmentos fundamentales a los que se enfocan las acciones, siendo la producción de biogás a partir de deshechos porcinos uno de los más aceptados.

La feria organizada como parte del Programa de país, permitió reconocer las variedades de mayor rendimiento. Foto: Cortesía de la Monitora del PMA

«Teníamos campesinos dedicados al fomento porcino a los que se les complejizaba deshacerse de la excreta de sus animales. Entonces, les propusimos un uso eficiente de ese deshecho, sin afectaciones al medio ambiente, sin emisiones de gases a la atmósfera y a la vez, una fuente renovable de energía», añadió.

Sin embargo, el proyecto no solo se centra en este aspecto, también se ha visto un impulso al empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes. Por otra parte, se incrementa la recuperación de tierras ociosas y el uso de microorganismos nativos y su multiplicación (tecnología adquirida de los países asiáticos, que permite la elaboración, a partir de materia orgánica, de abono y alimento animal entre otras aplicaciones). Todo ello, sobre la base de una capacitación al productor primario.

Para el procesamiento de la excreta, se han construido con asesoramiento de especialistas, los llamados biodigestores. El combustible resultante, es utilizado en los hogares rurales, para la cocción, refrigeración y alumbrado, gracias a la entrega a las familias campesinas, por parte del proyecto, de equipos diseñados especialmente para trabajar con gas metano.

El resultado más significativo, radica en la elevación del nivel de vida en cada uno de estos hogares, así como la generación de empleos y la aplicación de prácticas que permitan el desarrollo agropecuario en armonía con la naturaleza.

POR EL CAMINO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

Con el auspicio del Programa Mundial de Alimentos (PMA), una agencia del sistema de las Naciones Unidas, se inició, en siete provincias cubanas, la implementación desde el pasado año del Programa de país 2015-2018, que pretende apoyar al gobierno cubano para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de grupos vulnerables de la población.

De acuerdo con Yordanka Fonseca Quevedo, monitora del PMA en Las Tunas, para el logro de ese objetivo, el programa trabaja tres áreas estratégicas y específicamente la número dos, se refiere al fortalecimiento de la cadena agroalimentaria, a través de un vínculo muy estrecho con el sistema de la agricultura.

«En este caso, por su valor nutricional, por el papel que juega en la cultura alimentaria de la población cubana y por su importancia en la sustitución de importaciones, se potencia la producción de frijol. La intención es mantener una estabilidad de la presencia de ese grano en el sistema de protección social (círculos infantiles, hogares maternos, casas de abuelos, Sistema de Atención a la Familia (SAF)…)», señaló Fonseca Quevedo.

La construcción de biodigestores permite el procesamiento de la excreta animal. Foto: Cortesía coordinador del proyecto

En el caso específico de Las Tunas se beneficiarán dos municipios, Amancio y Manatí, con un total entre ambos de ocho bases productivas y 87 productores. Con el avance del programa, será entregada una serie de recursos, que incluyen sistemas de riego, cosechadoras y beneficiadoras, tractores con todos los implementos agrícolas y otros materiales en correspondencia con las necesidades de cada productor y con lo que se recibe por otros proyectos y programas.

Desde septiembre del 2015, se inició un diagnóstico para establecer los eslabones de la cadena del frijol y de ellos los más debilitados, entre los que se encuentran precisamente las bases productivas, aunque también serán fortalecidas la empresa de granos y la de semillas.

Varias acciones se han desarrollado hasta la fecha, entre las más significativas se cuenta le feria de variedades del frijol, que tuvo por sede al municipio Amancio.

De acuerdo con Fonseca Quevedo, fueron sembradas 25 variedades, para determinar cuáles eran las que mejor se adaptaban a las condiciones ambientales del territorio. «En esa feria participaron todos los productores seleccionados para el programa, directivos de las formas productivas e incluso, una representación de los grupos vulnerables que serán beneficiados. Luego de una evaluación de todas las etapas en el proceso productivo del grano y de los rendimientos, se seleccionaron cinco variedades, que son las que se comenzarán a multiplicar”, manifestó la monitora del PMA.

OTROS FRUTOS DE LA COLABORACIÓN

Aunque estos se cuentan entre los más significativos, existen en el territorio otros proyectos, cuyo impacto ha sido notable en el desarrollo agropecuario y en el incremento de las capacidades productivas.

La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), lleva delante hoy tres proyectos. Adalicia Morales Madrazo, funcionaria de colaboración de esa organización en Las Tunas, aseveró que los mismos cuentan con un monto aproximado de 216 mil 270 CUC, y benefician a los municipios de Puerto Padre, Jesús Menéndez, Manatí y Las Tunas, en las ramas de cultivos varios y ganadería fundamentalmente.

El primero de ellos, es financiado por la organización no gubernamental (ONG) Pan para el mundo, y busca contribuir al desarrollo de la agricultura sostenible, mediante la sistematización de experiencias de prácticas agroecológicas.

El segundo, financiado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se enfoca en el fortalecimiento de la sostenibilidad agraria y la seguridad alimentaria. Por su parte el tercero, con fondos provenientes de COSUDE, apoya el proceso de creación de capacidades y condiciones para alcanzar formas superiores de gestión cooperativa.

También la filial tunera de la Asociación Cubana de Técnicos Agropecuarios y Forestales (ACTAF), ejecuta dos proyectos. Específicamente el de «Apoyo al Desarrollo Agropecuario en el municipio Colombia, Cuba», constituye una extensión de un proyecto homónimo que cerró oficialmente en julio de 2015.

La ingeniera Dania Freyre González, presidenta de la filial de la ACTAF en Las Tunas, explicó que este proyecto es gestionado por la Fundación Mundbat, de España, y cuenta con un financiamiento de alrededor de 73 mil CUC, provenientes de la embajada de Japón en Cuba. La entidad beneficiaria directa es la unidad Básica de producción cooperativa (UBPC) Ramiro Núñez González del municipio Colombia, apuntó.

«Las principales acciones que prevé el proyecto se relacionan con la rehabilitación de una vaquería, para incrementar la producción en cerca de 70 mil litros de leche al año, la ampliación del módulo pecuario con la crianza de conejos y el establecimiento de un sistema de riego en 13.42 hectáreas, para la producción de granos (maíz y frijol)», significó la ingeniera Freyre González

Otros beneficios tangibles para la agricultura tunera, provienen del Programa Más Alimentos, coordinado desde el Ministerio de la Industria Alimentaria y sustentado en un crédito aprobado durante el mandato de la presidenta brasileña Dilma Rouseff.

Destinado esencialmente a la producción de frijol y maíz, el programa ha permitido la entrada a la provincia de 22 tractores, 11 sembradoras fertilizadoras, diez cosechadoras, 24 asperjadoras y 86 sistemas de riego, entre otros recursos. Gracias a esta nueva tecnología, se ha logrado mayor eficiencia en aspectos tan complejos como la preparación de tierras.

SALDOS POSITIVOS QUE NO SALEN DE LA TIERRA

Sin importar de donde provenga el financiamiento o los objetivos y líneas estratégicas, la mayoría de estos proyectos abarcan un área de influencia que sobrepasa los renglones productivos, y se inserta incluso, en la dinámica familiar.

Acortar las brechas de género, promoviendo igualdad de oportunidades para ambos sexos, y generar empleos dignos para la mujer campesina, son elementos incluidos en las diferentes etapas que comprenden su ejecución. Asimismo, los programas de capacitación dejan al campesino en mejores condiciones para enfrentar sus faenas diarias con algo más que intuición.

La meta final es el desarrollo agropecuario, siempre y cuando ello implique el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural, un principio que ha sido preponderante dentro del modelo socialista cubano.

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Miguel Angel dijo:

1

7 de octubre de 2016

18:00:17


Excelente trabajo de Leidys María Abarcador, muy explicativo y abarcador, voy a ser sincero conmigo mismo, pasé varias veces por encima del trabajo sin motivación para leerlo, porque se trata de un tema tan manido, pero sin resultados tangibles en la mesa de la familia cubana, planes por aquí, proyectos por allá, cambios de estructura una y otra vez, centenas de reuniones, discusiones, pero no se ve el resultado. Lo aquí explicado tiene un aliento de esperanza, pero cuando se verán resultados de carácter nacional y no regional, municipal o de un territorio, con un avance sustancial en lo productivo, en la eficiencia, q brinde mejorías sustanciales para la familia cubana? Estos son los resultados q necesitamos con una celeridad asombrosa y de consistente impacto productivo. Gracias.

Hector Abel dijo:

2

1 de diciembre de 2016

08:42:35


Leidys Maria felicidades y esperamos que un día se haga un trabajo con todos los municipios que abarca el proyecto Biomas- Cuba de Indio Hatuey iniciativas que estan dando los frutos ya, yo me sumo a Miguel, porque te conozco y se que eres muy profesional y ha caminado todas las experiencia del proyecto tambien en Holguin. Felicidades. Abel.

Aliuska Figueroa dijo:

3

13 de diciembre de 2017

10:36:11


Felicitaciones a usted, por todos los logros obtenido, ojala y que en moa se pudieran llevar a cabo estos proyectos, le agradeceria si me orienta