Como un caso de represión, denunció Manolo de los Santos, representante de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO por sus siglas en inglés) la reciente notificación por parte de las autoridades gubernamentales de Estados Unidos de revocarle a ese grupo el estatus libre de impuestos.
“Se nos acusa de violar ciertas leyes, principalmente entre ellas, la de comerciar con los enemigos. Defendemos la vocación y la firme convicción de que está dentro de nuestros derechos como ciudadanos norteamericanos, personas de fe y conciencia traer ayuda humanitaria a Cuba”, – explicó el joven de origen dominicano a medios de prensa acreditados en La Habana refiriéndose a las donaciones, que desde 1992 se entregan a la Isla aportadas por los Pastores por la Paz, miembro de IFCO.
En la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), el estudiante añadió también que el tema demuestra lo contradictorio de la política de la Casa Blanca preconizando al mundo el deseo de una normalización de relaciones con la Mayor de las Antillas, pero a su vez castiga a las organizaciones y personas, quienes han tendido un puente de entendimiento entre ambas naciones.
Enfatizó también en la imposibilidad de prohibir a los Pastores por la Paz practicar la solidaridad e impedirles los viajes a Cuba, derecho civil de cualquier ciudadano y mencionó los aportes de las personas de buena voluntad de su país de residencia, consistentes en medicinas, material educativo y vehículos, destinados a iglesias, escuelas, hospitales y familias, con un significado simbólico para desafiar al criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington hace más de medio siglo.
Expuso que la causa de esa actitud se debe a la ayuda médica ofrecida al pueblo palestino en el año 2009, cuando fue vilmente cercado por el gobierno de Israel. A partir de ese momento se inició una investigación por parte del Servicio de Impuestos Internos de EE.UU, (IRS por sus siglas en inglés), con la amenaza de eliminar los privilegios fiscales por no pedir nunca un permiso al Departamento del Tesoro para enviar ayuda humanitaria a la Isla caribeña. De hacerse efectiva la medida, IFCO deberá pagar un impuesto por cada dólar de donación que entre a su institución.
Esa plataforma de ayuda humanitaria ha sido atacada en varias ocasiones desde su fundación en 1967 por ser una Organización No Gubernamental sin fines de lucro, integrada por personas de piel negra, quienes defienden la solidaridad con los países necesitados, no solamente con Cuba, sino con otros pueblos en lucha por su emancipación en Centroamérica, África, Asia, y a lo interno de Estados Unidos.
“Nos apena este tipo de ataque”, -afirmó De los Santos haciendo alusión a una dura y larga batalla, que emprenderán en las diferentes instituciones judiciales de Estados Unidos, para frenar la aplicación de la arbitraria medida y advirtió la enérgica decisión de acudir al Tribunal Supremo si fuera necesario para hacer prevalecer la justicia. Enfatizó con mucha fuerza: “nunca hemos estado solos ni silenciados, contamos con el apoyo de organizaciones de Cuba y de los diversos continentes, recibimos mensajes desde muchos países del mundo”.
El reverendo Joel Ortega Dopico, presidente del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), calificó de injusto e irracional el tema después de iniciarse las relaciones diplomáticas entre ambos países a partir del año 2015 y hoy se establecen diálogos para solucionar el diferendo, obstáculo que pasa también por abstenerse de financiar campañas de subversión contra la Revolución y poner fin a la ilegal ocupación de la base naval de Guantánamo, donde está enclavada una cárcel en la cual se práctica la tortura a los seres humanos.
A su vez, Ortega Dopico aseveró que esa medida prohibitiva no va dirigida hacia una institución, sino contra personas que han demostrado cómo deben ser las relaciones entre los dos pueblos. Mientras que en representación del Comité de Distribución, de Pastores por la Paz, Nacyra Gámez pidió un análisis exhaustivo del conflicto creado y que se reconsideren esas sanciones contra IFCO, las cuales afectan a muchas familias y proyectos sociales en Cuba.
También Yanisca Lugo, divulgó una Declaración del Centro Martin Luther King, en la cual se llama a todas las instituciones religiosas a pronunciarse y rechazar la imposición del IRS. “Ni el amor ni la fe podrían nunca pagar impuestos”, señala el texto, que insiste en aunar esfuerzos en la lucha contra otra injusticia del imperio yanqui hacia los pueblos inmersos en alcanzar la soberanía nacional.
Mientras que en otro comunicado del ICAP se denuncia que un ataque de este tipo representa una arremetida aplastante a la amistad y convoca a todos los amigos del mundo a sumarse al respaldo solidario hacia esta organización hermana. El texto señala: “Rechazamos enérgicamente esta situación que están enfrentando nuestros hermanos de IFCO, cuando han traído al país donaciones, medicinas y junto al pueblo han defendido que la paz y la solidaridad, son necesarias en este mundo marcado por la guerra y las injusticias sociales”.
En desacuerdo con la sanción a IFCO se pronunciaron Juan Manuel Ramos Gómez y Sol Henrik Bockelie, estudiantes de segundo año de la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, quienes participaron en la Tribuna Antiimperialista José Martí en un homenaje realizado al fundador de la iniciativa de Caravanas de Pastores por la Paz, el reverendo Lucius Walker, fallecido el 7 de septiembre de 2010.
Los jóvenes se beneficiaron con becas gratuitas otorgadas a personas de escasos recursos financieros, residentes en Estados Unidos. Ellos expresaron a Granma Internacional la total condena a la medida con el deseo de un entendimiento para no dañar las posibilidades de ayudas solidarias que pudieran brindarse en el futuro a los pueblos necesitados, por ser víctimas de la guerra y de las catástrofes.
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