Ancianos protegidos

GIBARA, Holguín.—Las progresivas mejoras materiales del sistema de atención al adulto mayor son apreciables en el Hogar de Ancianos Carlos J. Finlay, alojamiento permanente de 57 personas.

El centro, que también acoge a un grupo de 21 abuelas y abuelos solo en horario diurno, transita por el periodo final de un proceso de mantenimiento y reparaciones para el cual el Sistema de Salud Pública designó más de 600 000 pesos de su presupuesto.

Compuesto por tres inmuebles aledaños, en la denominada Casa No. 1 solo quedan por sustituir algunos horcones en un patio interior. Cuando esto ocurra en breve, se habrá cerrado en la vivienda un ciclo constructivo a través del cual le repararon la cubierta, paredes, pisos, puertas y ventanas, especificó la licenciada en Enfermería Ania Cuadrado Sánchez, directora de la institución.

Entre las acciones más esperadas para elevar la calidad del servicio ubicó la reposición de las redes hidráulicas del local empleado como enfermería, la colocación del techo en uno de los pasillos creados para comunicar los recintos y la rehabilitación del sistema de recolección del agua proveniente de las lluvias.

También adquirieron nuevos ventiladores, ya instalados en los dormitorios, así como mesas y sillas para el comedor, además de elegantes juegos de muebles que son parte del agradable entorno creado en los principales espacios de descanso.

Las labores comenzaron a principios del 2015 y ese año, dijo la funcionaria, se concentraron en las Casas 2 y 3, en las cuales fueron ejecutadas reparaciones en parte de las cubiertas, enchapes de paredes, así como reposiciones de redes hidrosanitarias y de elementos de madera en mal estado.

El cronograma de ejecución parece lento, dijo, pero en realidad se ha trabajado en correspondencia con el propósito de respetar el alto valor patrimonial de los inmuebles, los cuales deben conservar los rasgos arquitectónicos con que fueron edificados.

Por ejemplo, en la Casa 1, expertos de la Empresa de Servicios al Arte, restauraron minuciosamente el falso techo de la sala y colocaron en varias ventanas rejas metálicas similares a las que en algún momento fueron retiradas inconsultamente.

Las beneficiosas acciones constructivas y la profesionalidad del personal médico y de servicios, aseguró Ania Sánchez, contribuirán a elevar la eficiencia del cuidado que prodigan aquí a los ancianos.