
Que los países puedan ajustar sus mensajes y alentar cambios de comportamiento en las personas, los cuales ayuden a prevenir la infección del Zika, y controlar mejor al mosquito transmisor de esta enfermedad, es el propósito de una serie de encuestas que varias naciones de América Latina están realizando a nivel comunitario para identificar brechas en el conocimiento sobre este virus, según dio a conocer un comunicado de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Estos estudios de conocimientos, actitudes y prácticas, conocidos como CAP, se llevarán adelante bajo la conducción de la OPS/OMS en naciones como Perú, Guatemala, Brasil, Colombia, Honduras y El Salvador, hasta el mes de septiembre de este año y buscan que la población tome conciencia de la importancia de eliminar los criaderos de mosquito.
Se trata de una acción necesaria para fortalecer la comunicación de riesgo en la región, con el objetivo de que se pueda informar de manera oportuna y transparente sobre el Zika y sus consecuencias sobre la salud, así como sobre las medidas para protegerse.
Hasta la fecha —subraya la información— 45 países y territorios de las Américas han confirmado la circulación del virus del Zika, que puede causar malformaciones congénitas en los bebés y otras complicaciones neurológicas.
Puerto Rico, por ejemplo, declaró el pasado viernes el estado de emergencia de salud pública debido a la rápida propagación de la enfermedad en el país.
El comunicado de la OPS/OMS enfatiza en la participación comunitaria activa como medio fundamental en la respuesta al Zika, y por ende en el enfrentamiento a los virus del dengue y el chikungunya, transmitidos también por el mismo vector: el mosquito del género Aedes (aegypti y albopictus).
Justamente —ante este escenario epidemiológico internacional complejo y el riesgo de introducción o propagación de estas enfermedades en el país— la participación comunitaria e intersectorial son pilares esenciales del Plan de medidas para el enfrentamiento al virus Zika y por consiguiente al Dengue y al Chikungunya, que aprobara la dirección del Partido y del Gobierno, y que bajo la conducción del Ministerio de Salud Pública, abarcó todo el territorio nacional y permitió arribar a una situación más favorable.
Luego de una primera etapa intensiva, las autoridades de salud reiteraron en el VII Periodo Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que la sostenibilidad epidemiológica del país depende del trabajo sistemático y el cumplimiento de lo que a cada cual le corresponde con calidad y disciplina en el desarrollo de las acciones.
De acuerdo con una actualización ofrecida a Granma por la Dirección Nacional de Vigilancia y Control de Vectores del Ministerio de Salud Pública, el país ha experimentado una disminución significativa de la focalidad del Aedes aegypti, aunque aún se encuentra por encima de los niveles de seguridad.
El índice de infestación actual es de 0,29, lo cual está por debajo de la media histórica de los últimos cinco años. Las provincias que superan este indicador son Holguín, Cienfuegos y Camagüey. “El reto es alcanzar el 0,05, que es el índice que nos permitiría eliminar la transmisión”.
Continúan siendo los depósitos para almacenar agua los de mayor aporte a la focalidad, destacándose el tanque bajo en las viviendas, lo cual evidencia la necesidad de extremar la sistematicidad de medidas como el autofocal familiar.
Referente al virus del Zika, las autoridades de salud reiteraron a este rotativo que todos los casos sospechosos o positivos de la enfermedad, se ingresan, estudian y realizan las acciones de control para proteger su salud y evitar la transmisión de la enfermedad, y que Cuba cuenta con capacidad de laboratorio para su diagnóstico.
Asimismo, comentaron, no se han diagnosticado en este año casos de Chikungunya, y respecto al virus del dengue también se muestra una situación notablemente favorable, en tanto no se reporta transmisión activa en estos momentos en el país.
El verano es un periodo complejo, insistieron los expertos consultados, pues son meses de movimiento de personas, donde además se incrementan las temperaturas y precipitaciones. Pero los meses siguientes, de septiembre hasta noviembre, históricamente se han caracterizado por un aumento de la focalidad, por lo cual extremar las medidas contra el vector es una prioridad.
Es este un asunto a no olvidar, tanto por los ciudadanos como por los sectores implicados en la vigilancia epidemiológica y el saneamiento medioambiental, pues solo así podríamos hacer cumplir una máxima que ha defendido la OPS, y es que el mosquito no puede ser más fuerte que un país entero.



















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Dr. José Luis Aparicio Suárez. dijo:
1
16 de agosto de 2016
03:21:49
zaida dijo:
2
16 de agosto de 2016
10:53:55
Esther dijo:
3
16 de agosto de 2016
12:14:33
Salvatore dijo:
4
17 de agosto de 2016
15:16:10
roberto dijo:
5
3 de septiembre de 2016
11:05:29
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