
JOBABO, Las Tunas.—La naturaleza le negó la luz a sus ojos. Sin embargo, lo dotó de una voluntad sin límites y una visión que va más allá de las tinieblas, esa que solo poseen los verdaderos revolucionarios. Su discapacidad no le ha impedido jamás cumplir las metas que se propone en la vida, y aunque ser delegado no estaba entre ellas, bastó la petición de su gente para aceptar el reto.
“Yo creo que el hecho de que me hayan elegido como su representante ante la Asamblea Municipal del Poder Popular es una gran satisfacción, pero más que eso, es una muestra de la verdadera esencia democrática de nuestro sistema social. Eso me llena de orgullo, si tenemos en cuenta que existen personas en el barrio sin ninguna discapacidad y con muchas potencialidades, ellos decidieron nominarme y finalmente elegirme como su delegado”.
Ayudado de su bastón y de las personas que lo rodean y lo siguen, Yosvanys López Espinoza ha roto las barreras de la ceguera para llegar a cada rincón de su comunidad, dialogar con la gente, conocer sus preocupaciones y tramitarlas, con el fin de no fallar jamás a la confianza que depositaron en él.
“He tratado de cumplir con mi deber desde el mismo instante en que pasé a integrar la Asamblea Municipal de Jobabo. Creo que es imprescindible contribuir al fortalecimiento de ese órgano, y la mejor forma es a través de intervenciones oportunas, de propuestas de soluciones a los problemas que afectan no solo a mi comunidad sino a nuestro municipio. Me he mantenido y lo seguiré haciendo, guiando al pueblo, convirtiéndome en la voz de nuestras autoridades, de la dirección del país, allí en el seno del barrio”.
Su ejemplo es la prueba de que solo aquellos que no están dispuestos a cumplir grandes tareas, se escudan en limitaciones y pretextos. Para este joven es inconcebible ese modo de actuar.
“Yo pienso que el que se sienta verdaderamente revolucionario y comprometido con la obra que nos han legado las generaciones pasadas, no se puede negar a ninguna de las tareas que implica la construcción del socialismo. Ellos lo dieron todo por nosotros, por lo tanto, nos toca cumplir con cada llamado que nos haga la patria. Las verdaderas discapacidades están en la mente de las personas”.
A pesar de transitar por su primer mandato, Yosvanys ya tiene claro lo que necesita un delegado para responder a la confianza de su pueblo.
“Primeramente el ejemplo personal, la autopreparación constante y la convicción de contribuir a hacer de la nuestra, cada día, una sociedad mejor.
Debemos orientar, saber las coyunturas históricas que viven nuestro país y el mundo, para ser capaz de trasmitirlas al pueblo. Solo así contribuimos a la consolidación de nuestro sistema social. Hay que trabajar y hacerlo cada vez mejor”.
Un encuentro especial marcó para siempre su vida y lo convirtió, según él mismo asegura, en un mejor ser humano. Haber conocido a Fidel fue para Yosvanys un privilegio indescriptible.
“En ese momento yo estudiaba en el preuniversitario pedagógico del municipio, y me mandan a buscar porque debía salir hacia La Habana a participar en una tribuna abierta, después de esa tribuna, se hizo un acto en el Palacio de las Convenciones, donde Fidel tuvo un encuentro con los jóvenes. Al finalizar yo pedí conocerlo y me llevaron hasta donde él estaba. Recuerdo que me preguntó qué pensaba estudiar y le dije que historia o educación especial. Entonces me dijo que su petición para mí, era que escribiera un libro sobre mi vida. No lo he comenzado aún, pero he tratado de cumplir con su legado, con lo que siempre le ha pedido a los jóvenes. Por eso, lo que he logrado hasta hoy, no ha sido para que me reconozcan nada. Lo he hecho, porque es la Revolución quien lo necesita”.
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Vladimir dijo:
1
28 de julio de 2016
16:07:02
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