SANTIAGO DE CUBA.—Fidel volvió a asaltar el Moncada este 26 de julio. Si 63 años atrás lo hizo aun sin cumplir los 27 de edad, encabezando los valerosos jóvenes de la Generación del Centenario del Apóstol, ahora fue en el corazón y la alegría de un pueblo que lo sabe absuelto por la historia, en su cercano 90 cumpleaños.
En los miles de santiagueros que abandonaron las fiestas carnavalescas o madrugaron, para asistir a la cita con quienes allí se llenaron de gloria, estaban también sus compañeros caídos o asesinados tras la acción, más presentes que nunca; como fueron evocados en el pase de lista que cada aniversario tiene lugar.
La gala artística titulada con toda complicidad “Tributo a Fidel”, remarcaría su presencia en la música interpretada por la banda infanto-juvenil de la provincia, en los Versos Sencillos del Maestro, y en los poemas que le inspirara a la cubanísima Carilda Oliver y nuestro héroe antiterrorista Antonio Guerrero.
De testigo, el mismo cielo. Cargado de estrellas reverenció primero la heroica mañana de la Santa Ana, para resplandecer luego bajo los rayos del sol que asomaron sobre el lomerío de la Gran Piedra; esas montañas donde fuera apresado, al intentar más tarde proseguir con otros asaltantes la lucha contra el régimen.
Por ello, además de la ofrenda floral depositada en memoria a los héroes y mártires en la necrópolis de Santa Ifigenia, también se rindió similar tributo ante el busto erigido en el interior de la otrora fortaleza, al teniente Pedro Sarría, militar de honor que entonces salvara la vida de Fidel y otros hermanos de lucha.
Junto a pioneros “asaltantes”, a santiagueros de todas las edades y sus máximas autoridades políticas y del gobierno, Lázaro Expósito y Beatriz Jhonson, respectivamente, grupos solidarios de los Estados Unidos, de República Dominicana e Italia, sumaron sus voces al coro: ¡Fidel!, ¡Fidel!, ¡Fidel!, que cerró la nueva carga del eterno Caguairán.
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