
Si bien en 1975 la humanidad podía duplicar el conocimiento en 12 años, hoy se duplica cada cinco, y en áreas como la ingeniería genética, la química y la informática, cada 73 días. El impacto es tan grande, que se calcula que durante su vida laboral los egresados deberán reorientarse hacia nuevas carreras, algunas de las cuales hoy no existen.
Así ejemplificó el ministro de Educación Superior, Rodolfo Alarcón Ortiz, la velocidad del desarrollo del conocimiento, en conferencia dictada momentos después de inaugurar el X Congreso Internacional de Gestión Empresarial y Administración Pública (GESEMAP), que sesiona hasta mañana en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En la intervención, que cumplimentó una de las primeras actividades de la agenda científica del evento —al que asisten más de 100 delegados de 18 países— el titular del sector aludió a la importancia ascendente del conocimiento, y la capacidad de una sociedad para producir, seleccionar, adaptar y usar esos saberes (no solo los científico-técnicos), en aras de lograr un crecimiento económico sostenido y mejorar los estándares de vida de la población.
Ante la complejidad del mundo moderno, permeado por el aumento de los descubrimientos científicos y la obsolescencia programada, por solo mencionar dos ejemplos, el ministro resaltó la ineludible necesidad de desdibujar las barreras entre las disciplinas científicas, “aportando cada una sus problemas, conceptos y métodos de investigación”. Ponderó, además, la utilización del enfoque científico para la solución de los problemas, más allá de la experiencia práctica.
Además, hizo referencia al fenómeno de la globalización, que “ha adquirido carácter neoliberal con connotaciones, políticas, ideológicas, culturales…, y tiende a imponer un modo de cultura universal y la difusión de una cultura de consumismo a escala global”.
Alertó Alarcón Ortiz lo que el líder de la Revolución calificó de “peligro real de extensión del género humano, de agresión despiadada a las identidades y culturas nacionales”, y llamó la atención sobre los retos que impone a la Educación Superior en el mundo, y particularmente la cubana.
En nuestro contexto, subrayó, eso se traduce en la formación integral de los profesionales, y en abandonar viejas ideas de especialización en los estudios de primer título, para ir a una preparación en la que el egresado sea capaz de entender lo que cambiará inevitablemente una vez graduado, subrayó.
Al referirse al actual escenario de profundos cambios a partir de la actualización del modelo económico social cubano, y luego de celebrado el VII Congreso del Partido, Alarcón Ortiz apuntó a entender a fondo los retos que se imponen a la educación y tener una posición proactiva hacia esas metas.
“En un mundo donde la distribución de la riqueza es tan desigual, los docentes, en el campo de la ciencia de la dirección, tenemos que entender los efectos que ello está poder reaccionar desde la academia, y superar a ese profesional capaz de defender su cultura y su identidad”, sostuvo.
A la cita, que se convirtió en espacio para reconocer a aquellos que han contribuido en el desarrollo del evento desde su surgimiento, asistieron, además, viceministros del sector y Mariela Columbié, creadora de Gesemap.
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