ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

ISLA DE LA JUVENTUD.—El calor y el retorno a casa de miles de jóvenes graduados de varias enseñanzas evidencian que el verano llega a nuestra región y con él se multiplica la presencia de personas en escenarios públicos, momento para reflexionar acerca del cuidado que requiere el entorno y preguntarse, ¿si no arrojamos al piso de cada hogar cubano restos de lo que consumimos, por qué lo hacemos en la casa de todos, que es la calle?

La respuesta depende de la responsabilidad individual y colectiva para asumir una conducta correcta. Es cuestión de cumplir lo que indican buenas prácticas ambientales y transformar el aspecto y la imagen de nuestras calles, plazas, parques infantiles, áreas verdes y otros espacios.

Somos de la opinión que esa conducta pasa por la educación cívica, es decir, el saberse comportar en escenarios públicos para multiplicar los buenos ejemplos y ser mejores mensajeros del cuidado del entorno. No hay que hacer heroicidades, solo basta dejar de tirar desperdicios en las vías cuando por ellas circulamos.

Hoy suelen verse en las calles cáscaras de frutos como mangos, piñas, naranjas, colillas de cigarros, latas de refrescos, chicles, excrementos de mascotas y junto a ellos insectos como moscas y mosquitos, verdaderos focos de contaminación microbiológica que transmiten epidemias.

Debemos verter los desechos en los cestos ubicados en bulevares, paseos, los residuos sólidos en los ampiroles u otros recipientes existentes en las comunidades de cada territorio, pero no en las vías o escenarios recreativos, porque se crean los microvertederos que realmente de micro solo tienen el nombre, pues devienen en lomas de basura con fetidez y vectores.

Los obreros de áreas verdes y recogida de desechos sólidos no siempre cuentan con un coeficiente técnico en los medios que les permita ser más eficientes, lo que para nada es modo de justificación a problemas organizativos que existan; tampoco las condiciones financieras alcanzan para reparar, sin embargo, existe la voluntad de trabajar.

Cambiemos la forma de actuar a favor del medioambiente. son gestos observados por las nuevas generaciones que los reproducen porque imitan a quienes debemos educarlas. Ha­gamos entrelazar verano y medioam­biente.

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Amaya dijo:

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23 de junio de 2016

10:04:53


Muy buen comentario Elba, pudiera hacer referencia que perspectiva inmediata tiene la situación del transporte entre Batabanó y Gerona, sobre todo los catamaranes que están dando mantenimiento en Santiago