Tabaco en pleno verano… y con calidad

PINAR DEL RÍO.—Fernando Hernández, un hombre que ha pasado toda su vida entre vegas de tabaco, asegura que es posible que en otro momento, por estas fechas, haya faltado algún pedacito por recolectar, pero la cantidad de plantaciones que quedan actualmente, nunca antes se había visto.

A pocas jornadas para que inicie el mes de junio, solo en el municipio de San Juan y Martínez, permanecen en el campo unas 550 hectáreas, una cifra impensable para esta época del año, en que el tabaco debió haberse cosechado, secado en casas de curación, y comenzado a enviarse a la preindustria.

El propio Fernando lo admite. Esta ha sido una campaña más que tardía.

“Aquí en esta zona no habíamos tenido una experiencia así, por eso al principio estaba medio incrédulo de que pudiéramos lograrlo”, coincide Luis Alberto Concepción, productor de Calderón, municipio de San Juan y Martínez.
Como la mayoría de los campesinos de Vueltabajo, Luis Alberto había tomado las precauciones para sembrar temprano.

“Lo hicimos el 8 de noviembre, pero en diciembre llegaron las lluvias y lo estropearon todo.

“Pensé que ya no había posibilidades de hacer la cosecha, porque en enero continuó lloviendo. Casi había desistido, sin embargo, la dirección de la empresa nos habló de una variedad más resistente al clima del verano, y decidimos probar”.

TONELADAS DE ESFUERZO

Gracias a la insistencia de cientos de campesinos que, como él, asumieron el riesgo de sembrar fuera de época, una buena parte de las tierras en las que hubo que demoler las plantaciones en los meses de diciembre y enero, todavía pueden aportar un volumen de producción considerable.

Joel Hernández, director de la Empresa de Acopio y Beneficio de la hoja en San Juan y Martínez, un territorio que por la calidad de sus vegas es conocido como la meca del tabaco, asegura que solo en su municipio ello debe representar alrededor de unas 1 000 toneladas.

Si bien la cifra no alcanza para cumplir lo planificado antes del inicio de la campaña, es una cantidad nada despreciable.

“En estos momentos estamos estimando entre 2 900 y 3 000 toneladas, el dato definitivo todavía depende de la naturaleza, pero si no hubiéramos vuelto a sembrar, no habríamos llegado ni siquiera a las 2 000”, dice.

AL MAL TIEMPO, COROJO 2006

Entre los factores que han permitido lograr plantaciones saludables en una época en la que las altas temperaturas y la humedad hacen que el tabaco crezca poco y sea vulnerable a las enfermedades, ha estado la introducción de una nueva variedad, mucho más resistente.

Se trata de la Corojo 2006, creada por los científicos de la estación experimental de Vueltabajo.

“Es una variedad que aguanta mucho. El sol no le hace daño, ni la atacan los gusanos”, asegura Fernando Her­nán­dez, de la zona del Cafetal.

Así también lo cree Jesús Cabrera, de la finca La Ceiba, en el municipio de Pinar del Río. “Como verá, este campo no tiene nada que envidiarle a los que se ven en febrero”, me dice mientras caminamos por entre los surcos.

Según los especialistas, aunque la Corojo 2006 no seca igual que las variedades que se cultivan en la provincia durante los meses habituales de campaña, si se cumplen ciertas medidas técnicas, también puede dar hojas de calidad.

“En otros años ya lo hemos comprobado. Por ello, hemos indicado que se aplique un nivel superior de fertilizantes y se desbotone a una altura más baja”, explica el director de la empresa de San Juan y Martínez.

Quienes las han cumplido al pie de la letra, se muestran optimistas. Luis Alberto Concepción, por ejemplo, confía en que sus tierras, donde ya se inició la recolección, le proporcionen los mismos rendimientos que se han logrado tradicionalmente, y probablemente un poco más.

De momento, la utilización de forma masiva de esta variedad más resistente constituye la novedad del campo pinareño, con miles de hectáreas que, bajo un sol implacable, a las puertas del mes de junio, continúan sembradas de tabaco, y con calidad.