Sur del Jíbaro apuesta por la primavera

LA SIERPE, Sancti Spíritus.—Tras el “tiempo muerto” impuesto por la interrupción en la entrega de agua desde la presa Zaza durante seis me­ses (noviembre/2015-abril /2016), los arroceros de la Empresa Agro­in­dus­trial de Granos Sur del Jíbaro, una de las más importantes del país, han vuelto a la carga con un plan de siembra de primavera inédito para esta temporada del año: 12 988 hectáreas entre mayo y agosto.

Según explicó a Granma el ingeniero Orlando Linares, director general de la entidad, de esa cifra al­rededor de 3 500 hectáreas deben quedar sembradas en el transcurso del mes de mayo, para lo cual existe tierra preparada, agua en la Zaza y disponibilidad de los insumos requeridos en las 14 unidades productivas que atiende Sur del Jíbaro.

Toda la campaña debe aportar al­rededor de 52 000 toneladas de arroz húmedo en cáscara, cifra muy superior a lo cosechado en frío, cuan­do la arrocera solo recibió agua de la cuenca del Jatibonico del Sur —com­p­ren­de las presas Dignorah, Lebrije y La Fe­licidad—  con entregas que apenas per­mitieron sostener la producción de semilla en la UBPC Las Nuevas.

El directivo precisó que la empresa desde hace años viene ajustando sus normas de consumo de agua, que para la primavera están limitadas a 14 000 metros cúbicos por hectárea, una disciplina que reviste singular im­­portancia para la etapa, toda vez que la Zaza, a pesar de experimen­tar cierta recuperación luego de su cierre en noviembre pasado, solo acu­mula por estos días alrededor de 420 mi­llones de metros cúbicos, el equi­valente al 41 % de su ca­pacidad de diseño.

Los arroceros aprovecharon esta suerte de impasse para rehabilitar más de 1 400 kilómetros de canales y alrededor de 150 obras de fábrica, tra­bajos que unido a la reparación del primer tramo del Canal Magistral Zaza contribuyen de manera signi­ficativa a un mejor aprovechamien­to del agua embalsada.

Con vistas a procesar grandes vo­lúmenes de arroz de manera simultánea, en Sur del Jíbaro también se la­bora en el reacondicionamiento de su infraestructura fabril, incluidos los secaderos y molinos en Los Ta­ma­rindos, La Sierpe, y la sustitución de tecnología en la industria Ángel Mon­tejo, de la cabecera provincial.