ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Con 100 613 trabajadores no estatales afiliados, incorporados en las cooperativas no agropecuarias y en actividades por cuenta propia, el Sindicato Nacional del Comercio, la Gas­tronomía y los Servicios, es el de mayor número de sindicalizados en el país que laboran en nuevas formas de gestión económica.

La responsabilidad de formar y representar a esa membresía, es un tema fundamental en la Primera Conferencia Na­cional de esa organización que se inicia hoy en La Habana, y abordará el crecimiento sostenido de los trabajadores in­cor­porados a dichas modalidades, por lo que se espera que en un futuro el 75 % de la fuerza laboral del sector será no estatal.

Cabe destacar que el Sindicato Nacional del Comercio, la Gastronomía y los Servicios cuenta con 329 576 afiliados para el 93,7 % de sindicalización, de ellos son estatales 213 103, no estatales 100 613 y 15 860, jubilados.

Lo anterior es el resultado de la respuesta que ha dado la organización sindical a la apertura a las formas de empleo no estatal, mediante el contacto personal con el hombre, las asambleas de afiliados y de representantes en un sector muy sensible para la población.

Los más de 250 delegados e invitados a la Primera Con­ferencia Nacional del mencionado sindicato iniciarán hoy las sesiones con encuentros por ramas y actividades, con representantes del Ministerio del Comercio Interior, las Or­ga­niza­ciones Superiores de Dirección Em­presarial y las direcciones administrativas nacionales.

Esas reuniones tienen el objetivo de analizar los planteamientos de los trabajadores del país en todo el proceso previo a la magna reunión, sobre las dificultades y deficiencias en la atención a los trabajadores estatales y no estatales.

Esos asuntos serán debatidos en comisiones programadas para el 27 de mayo y, en debate en Plenario que se realizará el 28 en el teatro Lázaro Peña de la CTC, en el que se aprobarán acciones para la próxima etapa de trabajo.

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TUrín dijo:

1

26 de mayo de 2016

06:12:26


Debe lograrse que el sindicato asuma su papel de contrapartida fraternal de la administración; el engaño al consumidor; y oxigenar el sector de visus de ilegalidades y corrupción deben estar en el centro de la atención.

abelboca dijo:

2

26 de mayo de 2016

10:11:04


El sindicato gastronómico debe exigir por su cuenta a sus afiliados que se comporten con la población de la misma forma que ellos quisieran recibir los servicios cuando se convierten en clientes. Mientras no piensen y actúen así seguiremos viendo en la calle todas las barbaridades que la población tiene que aguantar cada vez que pretende recibir un servicio.

Palax dijo:

3

26 de mayo de 2016

13:48:46


Ayer estuve leyendo un artículo en juventud revelde sobre los precios centralizados para las CNA y trabajadores por cuenta propia que arriendan locales de gastronomía pasé por el Diamante en el reparto Sosa, una cafetería arrendada en Las Tunas y el cuartico está igualito, no rebajaron un solo centavo y la pregunta es la siguiente quien controla esto.

Fernando dijo:

4

26 de mayo de 2016

18:47:42


Mucho que debatir tienen para trabajar por mejorar el servicio, he sido testigo de como se le pone el valor que quiere el chef al CUC, cuando este tiene un valor asignado por el Estado, amén de mejorar la agilidad en el servicio, el trato cortés y la limpieza y decorado de los locales.

yusdiel dijo:

5

27 de junio de 2016

11:19:20


El pasado domingo 26 de junio, debió ser para cualquier familia un día lleno de júbilo y alegrías, razones habían de sobra: día hermoso, sol radiante, miles de niños con sus papás disfrutando del carnaval infantil y de las áreas del casino campestre y de sus parques. Sin embargo, lo fue para mí y para mi familia hasta el momento que decidimos y entramos al restaurante de La Sepmi. Llegué a La Sepmi sobre las 11:30 am y pretendía disfrutar con mis dos niños y mi esposa de un agradable almuerzo y todo marchaba bien; entré al restaurante enseguida que llegamos pues dentro del local no había muchas personas y existían mesas vacías. Desde que llegué percibí algo muy simpático, ya que todas las mesas estaban ocupadas por al menos dos niños por familias y como es de suponer todos los pequeños jugaban, conversaban y sus papás los requerían. Empezaron a realizar los pedidos y me sorprendió que a mi mesa nunca llegaran a preguntarme. Al cabo de media hora de esperar, comienzan a arribar al restaurante personal de la entidad Etecsa (eso escuché), que tenían previsto almorzar y sus mesas reservadas, ante mi asombro y preocupación por ver la desatención y demora para servir el almuerzo a los clientes (todos con niños) y a mí, solicito la atención de una de las muchachas que atendía el salón. Lo primero que hago es señalarle que no me habían realizado el pedido de lo que deseaba almorzar. Le pregunto el por qué de la demora y me explica que se debía a que tenían que atender a las personas de Etecsa que habían acabado de llegar, ya que eran una prioridad, ante lo cual respondo con mi total desacuerdo. ¿Prioridad? ¿Por qué? Es inconcebible que se pretenda priorizar a personas adultas que entienden y comprenden cuestiones de demora, ante pequeños que solo pedían “papa mamá, papa”, y peor aún es el hecho que me diga que tengo que esperar a que atiendan a 60 personas (o más) que llegaron media hora después que yo y solo estaban de paso por la ciudad de Camagüey. Acto seguido le solicité la presencia de la capitana del salón, ya que sus respuestas, justificaciones y muestras de deshumanización ante la situación de varias criaturas, no ameritaba que siguiera escuchándola. La capitana del salón mostró un poco más de asimilación a la situación y se retiró con la respuesta que al menos yo como padre esperaba: “no se preocupe enseguida le hacen su pedido y comenzamos a servirle”. ¡¡¡Que alivio!!! Vinieron y me hicieron el pedido. Que desilusión tan grande la mía ver que todo había sido una gran mentira y mayor aún era la falta de respeto hacia mí, mi familia y las demás personas que se encontraban en el restaurante con sus niños. Los platos iban y venían de un lugar a otro y solo me quedaba la espera eterna, el desconsuelo de los niños y la impotencia que siente un padre ante el problema de no poder alimentar a sus hijos. Tuve que sacar en varias ocasiones a los niños del salón porque ya no aguantaban más. Ante tamaño acto de agravio y falto de humanidad, por estas personas encargadas de brindar un servicio de calidad, rápido y complaciente a los clientes para que repitan sus visitas, volví a preguntarle a una de las muchachas del salón el por qué de la demora, de la mentira, la prioridad de unos sobre otros y ante todo la desatención de hacia los pequeños. La respuesta fue mucho más que humillante e intolerable para cualquier padre que llevé más de una hora esperando para que sus hijos coman: “…tiene que esperar compañero…” Basta solo decir que le di la espalda y me retiré de aquel lugar, que había logrado darle un giro de 180 grados a un día que comenzó espectacularmente y que hasta ese fatídico momento, iba siendo increíble y de gozo pleno para mis dos niños y mi esposa. Yusdiel Baez Fajardo Calle A # 47 e/ 2da y 3ra Rpto Santa Rosa Camagüey