LAS TUNAS.—Proteger la naturaleza no es tarea fácil, sobre todo si son precisamente los seres humanos quienes de forma irresponsable provocan su destrucción. Esa es la razón por la que resulta meritorio reconocer el trabajo de los hombres y mujeres que integran en esta provincia el Cuerpo de Guardabosques (CG).
Aunque son muchos los retos que se presentan en el quehacer diario de esta fuerza, mayor es el empeño para evitar que se destruyan la flora, la fauna y con ellas, se afecte incluso la vida humana. Aunque se ha trabajado intensamente, sobre todo para elevar la conciencia de la población en materia de protección ambiental, aún la irresponsabilidad salta a la vista.
NEGLIGENCIA E INCENDIOS, UN BINOMIO PELIGROSO
El 2015 finalizó en Las Tunas con un saldo de 33 incendios forestales y 153.5 hectáreas de bosque dañadas. El municipio cabecera fue el de mayor afectación, de conjunto con Puerto Padre y Jesús Menéndez; la incidencia más notable al norte de la provincia.
De acuerdo con Selenys Yaquelín Batista Rodríguez, especialista en manejo del fuego de la jefatura provincial del CG, el ciento por ciento de los incendios ocurridos en los últimos periodos tuvo su origen en la negligencia y en el mal proceder humano. “Dentro de las causas que identificamos, tienen un alto índice las quemas para diferentes fines, como eliminar restos de cosechas o residuos domésticos. Esas personas actuaron sin conocimiento previo, sin la autorización requerida y las consecuencias no se hicieron esperar”.
La campaña de protección contra incendios forestales tiene una estrategia muy bien ordenada. Ese es el motivo por el cual, para la extinción de un incendio se personan en el lugar fuerzas profesionales del CG, brigadas especializadas del tenente o administrador del patrimonio forestal, brigadas voluntarias creadas por el cuerpo y fuerzas eventuales contratadas. También existe un sistema de aviso eficaz.
No obstante, en ocasiones, los incendios, comienzan en lugares muy apartados, o en horarios en que resulta muy compleja su detección, por lo que los daños en esos casos son mucho mayores. Sin embargo, aseguró Batista Rodríguez, en la medida en que se eleve la conciencia de la población, podremos disminuir la ocurrencia de estos siniestros.
Aunque la protección de las áreas boscosas es en gran medida responsabilidad del CG, la unidad de diversos factores es esencial para mantener la biodiversidad, es por ello que se han creado vínculos importantes que garanticen la participación popular.
Al respecto, María Caridad Best Rivero, Jefa del grupo de gestión de la Protección de la jefatura provincial del Cuerpo de Guardabosques, explicó que se ha logrado un trabajo muy cercano con los niños y también desarrollan charlas en las comunidades.
LOS HÉROES DEL DÍA A DÍA
Hace 14 años que Jesús Limonta Labrada funge como jefe de una brigada profesional de prevención y combate de incendios forestales. Su experiencia le permite conocer las interioridades de esa labor y valorar su importancia.
“Lo primero que hacemos al llegar es el reconocimiento y la evaluación para luego pasar a combatir el fuego y cuando lo controlamos pasamos a la liquidación. Si no logramos sofocarlo, entonces pedimos ayuda a los bomberos, incluso colaboran con nosotros los vecinos”.
“Nosotros enfrentamos muchos riesgos, como quemarnos, un accidente en el terreno, la asfixia por el humo, pero como jefe de brigada mi deber es protegerlos a todos, no perderlos de vista para que no suceda nada. De ser así, tenemos conocimientos para brindar primeros auxilios”.
También Graciela Cruz Socarrás, miembro de las fuerzas eventuales contratadas por el CG, tiene su visión de esta tarea.
“Yo acepté ser miembro de esta fuerza porque contribuyo a preservar la biodiversidad mediante la prevención de incendios forestales. Cuando se inicia el fuego sabemos muy bien qué hacer, avisamos a los guardabosques, pero nosotros mismos comenzamos el trabajo. Para mí, quienes inician esos incendios atentan contra la vida, esa es una actitud muy irresponsable”.
UN FRENO AL DELITO
Aunque el combate a los incendios forestales es quizá la misión más conocida del CG, también le corresponde a sus fuerzas hacer frente a otras acciones que atentan contra el medio ambiente y ponen en peligro su equilibrio.
Hasta el cierre del mes de marzo, el Cuerpo de Guardabosques ha enfrentado un total de 284 violaciones contra los recursos naturales. María Caridad Best Rivero, jefa del grupo de gestión de la Protección de la jefatura provincial, aseveró que entre las más comunes se encuentra la tenencia ilegal de madera, sobre todo con el objetivo de reparación de viviendas, pues aunque existen los mecanismos para adquirirla, estos aún no satisfacen la demanda. “A la tenencia, lógicamente se vincula la tala ilegal, otro elemento al que hacemos frente”.
“También la flora se ha visto muy afectada, sobre todo porque los decretos existentes son muy benévolos con respecto a la magnitud del problema. Específicamente la caza y comercialización de las aves ha adquirido niveles preocupantes, incumpliendo así la resolución 160 referida a las especies de relevante significado ecológico”.
Muchos son entonces los retos del Cuerpo de Guardabosques en este nuevo aniversario. Sin embargo, su misión dentro de la sociedad es cada vez más necesaria y, al mismo tiempo, constituye una muestra de que en Cuba se apuesta por el desarrollo sostenible y existen instituciones encargadas de velar por esa premisa.
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Jorge tavel dijo:
1
23 de abril de 2016
15:04:53
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