ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La limpieza de ríos y cañadas ha constituido una prioridad en Villa Clara. Foto: del autor

VILLA CLARA.—De nada valdría el gigantesco esfuerzo que en estos momentos se realiza en todas partes en aras de enfrentar el peligro que representan virus como el dengue, el chikungunya y el zika, si a la vuelta de unos meses regresa la po­bre percepción de riesgo y los pe­li­gros medioambientales asociados a las indisciplinas sociales.

Tal es el criterio de la mayoría de los vecinos de los Consejos Po­pu­lares José Martí, Camacho Liber­tad y Capiro Santa Catalina, entrevistados por este reportero. Lázaro Her­nán­dez, por ejemplo, reconoce el esfuerzo realizado para limpiar de escombros su barrio, sin embargo teme por el regreso de la indolencia de algunos vecinos que arrojan basura a cualquier hora del día sin importarles el daño que ello pueda causar.

Igualmente, Lucila García señala que las márgenes del río bélico, re­cién limpiado por fuerzas del Mi­nis­terio del Interior, ya dan síntomas de indiferencia. “Ojalá y se mantuviera limpio, porque esto mismo he visto en más de una ocasión y a la vuelta de unos días la gente lo vuelve a contaminar y ahí mismo aparecen los mosquitos de nuevo”, nos dice.   

Y tienen toda la razón. El verdadero reto está en mantener lo alcanzado para lograr la debida sostenibilidad en esa tarea, una necesidad, en primer lugar para proteger la salud del pueblo, y también de la economía, porque no todos los días el país puede afrontar los cuantiosos gastos en recursos humanos y materiales asociados a una misión como esta.

En el caso de Villa Clara, una de las provincias del país con mayor índice de infestación a inicios de febrero, hoy concentra sus esfuerzos precisamente en alcanzar esa meta, para lo cual se funden como un haz todos los organismos del territorio, guiados por la dirección del Partido y el Gobierno.

La faena ha sido bien compleja, atendiendo a la situación particular de un territorio con serias dificultades en las redes de distribución del agua, que presenta sistemas de acueducto y alcantarillado muy viejos y deteriorados, a lo cual se su­man las serias manifestaciones de indolencia que complejizan el cuadro epidemiológico.

Para tener una idea de lo expuesto con anterioridad, baste decir que en Santa Clara hasta hace muy poco los ciclos de distribución de agua llegaron a superar en algunos lugares los 25 días, fenómeno que llevó a crear una cultura de almacenamiento del líquido en tanques, con las nefastas consecuencias que ello trae asociado, según explicó Julio César Amores, director de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en Villa Clara.

La mayor cantidad de focos se han encontrado dentro de los hogares, de ahí la importancia de que las familias realicen el autofocal. Foto: del autor

“Mira si eso es así, que al comenzar la campaña más del 80 % de los focos se encontraban en las casas, en especial dentro de los tanques bajos destapados”, dijo Julio César, quien aseguró que gracias al proceso inversionista llevado a cabo en los últimos años, ese ciclo de distribución ha sido reducido a cuatro o cinco días en la mayoría de los lugares, con lo cual se crea la posibilidad de revertir la vieja costumbre de guardar agua en recipientes.

Muy vinculado a ello, añadió el fenómeno de las roturas y desperfectos en las conductoras, lo cual provoca, por ejemplo, que el 45 % del agua que sale de la fuente se pierda, y de esa cifra el 20 % lo hace dentro de las casas, debido a llaves y tubos en mal estado, entre otros males.

Mencionó asimismo, la existencia de miles de salideros, asociados a las vetustas y obsoletas tuberías, un fe­nómeno que solo en la capital provincial llegó a promediar unos 2 500, y a diario aparecen otros, para lo cual han sido creadas brigadas que se dedican a solucionar este asunto, propósito aún muy lejos de ser cumplido.
Otro problema a resolver, es el acceso de la población al alcantarillado, reportándose en el caso de Santa Clara que solo entre el 21 y el 23 % recibe ese beneficio, y el resto vierte sus desechos en fosas, ríos y cañadas, según Amores.

Si a esos problemas, se le suma la indolencia de muchas personas que no realizan el autofocal, arrojan basura en cualquier esquina, crean microvertederos y no cuidan el trabajo realizado por los trabajadores de comunales, entre otros fe­nómenos negativos, podrá en­ten­derse las dimensiones de la tarea emprendida.

TODOS PARA UNO Y...
Como los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, y en varios frentes, labora hoy Villa Clara para com­batir a los indeseables mosquitos Aedes aegypti y albopictus, lo­grándose hasta la fecha resultados esperanzadores, según la doctora Gretza Sánchez, al frente de la Higiene y Epidemiología en el territorio.

Si cuando comenzó la tarea se reportaban a diario más de 3 000 ca­sas cerradas, hoy esa cifra resulta casi irrisoria, lo cual denota la ma­yor percepción de riesgo por parte de la población, dijo la especialista, quien celebró que al concluir la se­gunda semana del segundo ciclo se haya cortado la transmisión de den­gue en el municipio de Sagua la Gran­de y en un área de salud de Santa Clara.

Mencionó igualmente la disminución de la focalidad, de más de ­2 000 cuando inició la etapa intensiva, a menos de 50 durante la primera semana de abril, de los cuales la ma­yor parte pertenece a Santa Clara y el resto a Sagua la Grande, los mu­nicipios de mayor complejidad.

Otro apunte revelador de cuánto se ha trabajado, es el saneamiento de los centros laborales identificados, de los cuales el 99,8 % ya cum­plió la tarea, estando en la actua­lidad en su fase de certificación, dijo la doctora Gretza.

Desde el punto de vista del saneamiento medioambiental, se han lim­piado 42 de los 44 kilómetros de ríos que atraviesan las principales ciudades y poblados de Villa Clara, así co­mo 153 de cañadas, quedando pendiente una cifra similar de extensión, en lo cual se continúa laborando, dijo a la prensa Tomás Pérez, de­legado de Recursos Hi­dráu­licos en el territorio, quien men­cionó asimismo la limpieza de 90 lagunas de oxidación y el inicio del dragado de los ríos.

También se trabaja en la fabricación de tapas en los tanques bajos, para lo cual se necesitan cerca de 35 000, en lo cual labora la Em­presa Militar Industrial Ernesto Che Gue­vara, según comunicó Al­berto Ló­pez Díaz, vicepresidente de la ­Asam­blea Provincial del Poder Po­pular.

Hasta la fecha ya fueron tapados más de 1 400 tanques ubicados en edificios multifamiliares y cisternas, y se labora en la colocación de flotantes para evitar el derrame de agua en esos lugares, señaló el funcionario.

Respecto a la recogida de basura, hay que decir que aunque se avanza, aún resulta un problema insoluble en la provincia, para lo cual se han buscado alternativas como el acopio de escombros en las casas, a razón de cuatro pesos el saco, experiencia que hoy se concreta en San­ta Clara y Sagua la Grande, con pers­pectivas de extenderse a Cai­ba­rién en los próximos días, explicó Olga Lidia Camacho, directora de Co­mu­nales.

Son solo algunas de las medidas implementadas para darle sostenibilidad a la lucha antivectorial, cu­yo éxito dependerá de la manera en que las personas, ya sean naturales o jurídicas se involucren en ella. En ese propósito, los llamados a la conciencia nunca estarán de­más, y tampoco las medidas contra los transgresores.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:

1

12 de abril de 2016

02:53:00


Amo y venero a mi ciudad; pero la sueño mejor siempre. A sus más de 325 años debía estar más limpia y bella, con mejor educación, salud y cultura de sus habitantes. Es mucho lo que nos falta a todos por hacer para recuperar el esplendor de Santa Clara, que fue considerada por muchos como una de las ciudades con más higiene y seguridad para disfrutarla. Mi ciudad no tiene grandes ríos; más bien tiene pequeñas corrientes de agua, ya no tan naturales, que fluyen con tenue continuidad, arrastrando cualquier cantidad de residuales, tanto líquidos como sólidos, producto de la indisciplina social, la falta de sentido común, la baja percepción del riesgo que tales prácticas representan y la indiferencia de no pocos ciudadanos. El caudal de los ríos de Santa Clara es más de desperdicios que de agua; los afluentes llevan insalubridad y las márgenes u orillas no son agradables ni seguras. Las direcciones política y gubernamental se empeñan en sanearlos, de conjunto con empresas y organismos del territorio; pero solo serán coronados tan titánicos esfuerzos si se gana en conciencia del pueblo y se hacen cumplir las leyes. No podemos permitir que nuestros angostos ríos sean intestinos en lugar de pulmones de la ciudad. En relación con la urbanidad, hay decisiones que se distancian del sentido común, como la ubicación de las llamadas candongas en las proximidades del Hospital Arnaldo Milián Castro y la Universidad de Ciencias Médicas, creándose un ambiente malsano e insalubre, de molestos pregones, pésima higiene y favorecedor de vectores. Invitémonos a actuar con celeridad, energía y candor para que nuestro entorno no se convierta en candonga. Por otro lado, continúa siendo excesiva la cantidad de equinos que arrastran un carretón en mi Santa Clara querida, muchas veces mal guiados y maltratados por sus dueños. Además, sus heces fecales están por doquier, afectando la limpieza de una ciudad que solía caracterizarse por la pulcritud de sus calles y la higiene comunal. Heces y orina de caballos dominan el panorama de la capital de Villa Clara, en calles, aceras y las suelas de los zapatos, así como en el aire en forma de molestos aerosoles. Estos deshechos se trasladan a hogares e instituciones, incluyendo policlínicos y hospitales, y constituyen un riesgo potencial para la salud de mi pueblo. La convivencia irracional con animales domésticos no está exenta de riesgos para la salud. El pelo de caballos puede ser un factor sensibilizante para una alergia; y los animales que no estén estrictamente controlados por un veterinario y convenientemente vacunados, pueden ser causa de enfermedades en las personas (zoonosis). Es ya excesiva la cantidad de caballos en zonas urbanas de Santa Clara; créanme, mi ciudad sigue siendo un hipódromo.

robertón dijo:

2

12 de abril de 2016

16:11:25


El reto es lograr que empiecen a trabajar bien y de verdad, porque nunca lo han hecho bien, por favor, muchos informes, perooo la calidad es pésima, La Habana está totalmente insalubre. No sé qué se puede estar informando de La Habana porque está muy mal.

jp dijo:

3

13 de abril de 2016

08:58:16


Acá en La HAbana Vieja no se ve lo sostenible de la campaña. Acá donde trabjo hace más de un mes ni fumigan

Roberto Baldoquín Díaz dijo:

4

13 de abril de 2016

09:02:58


Me alegra que en Villa Clara se venga ejecutando con tanta seriedad este trabajo encaminado a erradicar los mosquitos que originan estas enfermedades mortíferas y que sea un trabajo unido con todos los factores de la vida social unidos al pueblo. Tengo que decir que no me siento en condiciones de expresarlo así de mi barrio, vivo en el Reparto Eléctrico y verdaderamente se trabaja encomiablemente por los compañeros de salud pública (compañeros de la Campaña anti vectorial y los compañeros de las oficinas y consultorios de nuestro policlínico unidos a las mil veces gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias.), pero no se observa el trabajo de comunales, Aguas negras y Aguas de La Habana. Para ponerte un ejemplo, las calles están llenas de basura, ya que la recogida no es sistemática ni oportuna, sabemos las indisciplinas sociales de nuestra población, pero verdaderamente no existe sistematicidad en la recogida. Hace aproximadamente dos meses inbuidos en la tarea de eliminar los focos de mosquitos y posibles criaderos hicimos una movilización en nuestro CDR a fin de realizar una gran limpieza del área del edificio, como es consiguiente generó gran cantidad de basura, la cual se virtió en el área prevista para estos casos que tiene el CDR, hasta el día de hoy esta basura se encuentra en el mismo lugar(calle 6ta y Rosales) y de igual forma en el resto de las cuadras, así mismo se mantienen los salideros de fosas y de agua potable que corren por las calles y que junto a la basura forman la casa perfecta para criar los mosquitos indeseables. Me imagino que esto es repetitivo en diversas partes de nuestro país, pero ¿que respuestas da comunalesy aguas de la Habana?, las mismas de siempre, no hay carros para botar la basura, no hay materiales para coger los salideros. Creo que si unos se esfuerzan porque reconocen el peligro que representan estas enfermedades para el país, los otros deben hacerlo de igual forma, de lo contrario, exigirles y tomar las medidas que sean necesario antes que la epidemia nos ataque y mate a nuestros niños y pobleción en general, esto es un deber de todos y en momentos de contingencia como este debemos de unirnos y luchar todos juntos y que quede al campo el irresponsable, el flojo y el incumplidror, no podemos darnos el lujo de seguir poniendo en peligro la vida de nuestro pueblo en manos de irresponsables que no tienen el asomo de conciencia en su cabeza. Unamonos, exijamonos y controlémonos como nunca antes, es la vida de nuestro pueblo la que está en peligro y la Revolución siempre a defendido y defenderá a este heroico y digno pueblo

la verdad dijo:

5

13 de abril de 2016

12:50:44


la verdad es que villa clara siempre se caracterizo por ser unas de las mas limpias del pais, se podi pasear por todas las calles de villa clara y notar la limpiesa de la misma pero de un tiempo para aca esto a cambiado aunke ahora se le esta haciendo algo espero mejoren la situacion de la misma y vuelva hacer como ante saludos