Beneficios de un nuevo gasoducto cubano

La construcción del gasoducto Puerto Escondido- Yumurí, ubicado en el litoral norte entre las provincias occidentales de Mayabeque y Matanzas, representará para el país ahorros significativos en materia de combustible a partir del mes de agosto del año en curso.

Actualmente se ejecuta el soterrado e instalación de tuberías, que permitirá el transporte de gas derivado de la explotación de los pozos petroleros en esa parte del país para llevarlo a las plantas procesadoras y convertirlo en energía eléctrica, obra de gran impacto en el desarrollo económico y social de la Isla.

Su mayor beneficio versará en recuperar los gases emanados al ambiente en la destilación de carburantes, que contaminan la atmósfera, para su uso energético como gas manufacturado y electricidad, además de incrementar los volúmenes en la generación eléctrica.

Significa también un ahorro para la economía del país en tanto se reducen las importaciones de petróleo, se eliminan las flotillas de camiones para el traslado del combustible a las plantas generadoras, con un trasiego peligroso por carretera.

Así lo explica a pie de obra Lincón Irán Rivero Rosales, al frente de los trabajos de construcción y asegura, que iniciaron las labores el 3 de febrero para ejecutarse en 203 días. Indica que todo marcha según cronograma hasta concluir el 28 de agosto con la instalación de 12.8 kilómetros de tubos de gran grosor.

“Se trata de mover la tierra, soldar la tubería y enterrarla a 1.50 metros de profundidad, -explica el ingeniero hidráulico- perforando montañas, en labores de desbroce del marabú y de áreas tupidas de vegetación casi impenetrable, tendido de viales, zanjeado, soldaduras y recubrimiento de las estructuras que están siendo colocadas”.

Para ello cuentan con maquinarias especializadas y deben garantizar las normas de seguridad para los 75 trabajadores que intervienen en las labores.

Además velan por el cuidado del medio ambiente y al finalizar los trabajos asumen la rehabilitación de la floresta del lugar. Añade que cada trabajador tiene la responsabilidad de asegurar una calidad óptima, porque la más mínima avería en la instalación puede representar graves daños ambientales”.

Granma Internacional pudo corroborar “in situ” las duras condiciones de trabajo, ejecutadas en zonas apartadas y de difícil acceso, a cielo abierto, expuesto a la intensidad del sol, al polvo, el viento, la lluvia, a temperaturas muy altas en las labores de soldadura, a ruidos intensos para los operarios de las maquinarias, más la picaduras de insectos oriundos del lugar.

Lincón Irán Rivero Rosales especifica que trabajan 10 horas de lunes a sábado. Se inicia la jornada con un matutino a las 7:45 de la mañana para explicar los detalles del trabajo de cada obrero y al finalizar queda concluido 12 uniones soldadas, que representa unos 144 metros para poner en zanja.

El soldador Yuniel Conzo Rodríguez, de 34 años, relata que su labor es unir los tubos con un diámetro de 20 pulgadas bajo una norma tecnológica de cuatro pasos. Para ello tuvo que ser avalado por expertos internacionales y cada dos años lo someten a evaluaciones de la actividad.

Conzo Rodríguez considera que se exige de forma rigurosa el uso de los medios de protección personal, el cumplimiento de los procesos productivos, el suministro de materiales, y el orden y la organización en los puestos de trabajo. “Se garantiza una alimentación variada y de calidad, un salario decoroso, más condiciones de alojamiento adecuadas para el descanso nocturno”, expresa.

La ingeniera Viviana Pomera Acosta, una de las escasas mujeres que laboran en las obras constructivas, verifica la calidad de los materiales disponibles y el cumplimiento de las normas productivas. Revisa la traza donde serán colocados los tubos, el movimiento de tierra, la excavación, la longitud de la zanja y la colocación de los conductos. También la calidad de las soldaduras y la protección hermética de los empates en las tuberías.

Significa que asume una gran responsabilidad, porque debe revisar los detalles específicos antes de iniciar y al concluirse las labores. De su trabajo depende la durabilidad en el tiempo de la obra. Para ello ha estudiados las normas de construcción específicas para la actividad.

La ingeniera Pomera Acosta destaca la gran calidad humana a sus compañeros y su alto nivel de conocimiento en la construcción de gasoduductos. Ellos han concluido otros en las provincias de Cienfuegos y Matanzas.

Un ejemplo de la ingeniosidad de los obreros estuvo en la recuperación de una máquina especializada en doblar tubos, de origen canadiense, que su paralización por falta de piezas de repuesto pudo acarrear atrasos y pérdidas financieras.

En esa faena, unos 18 trabajadores pusieron a prueba su talento, según comenta Emelio León Barroso, Jefe del Centro de Contingencias. “Esta máquina estaba en uso desde hace más de 15 años y se le fueron gastando los gatos hidráulicos, sin contar con piezas de repuesto para sustituirlos.

“Tuvimos que diseñar piezas similares a partir de otras utilizadas por las máquinas excavadoras y adaptarlas a la dobladora de tubo, lo que permitirá ahora explotar ese equipo muchos años más”, señala.

Las obras constructivas del gasoducto son asumidas por la Empresa de Transporte de Hidrocarburos y Derivados por Ductos, que garantiza también el trasiego de los hidrocarburos y sus similares, a través de tuberías soterradas o aéreas.

Su director, Manuel Garay Arias, explica que, también realizan inspecciones periódicas a todos los sistemas de ductos instalados en el país y asumen la construcción de nuevos proyectos con posibilidades para incrementar sus negocios en la mecanización, almacenamiento y transportación de combustible, que pudieran verse como valores agregados a su objeto social.

En el país existen 307 kilómetros de conductos magistrales, que garantizan el suministro de combustible a la aviación, del Sistema Electroenergético Nacional, y trasladan el gas para la generación de electricidad y para el uso doméstico a más de un millón de habitantes a la capital.

Con una frase del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara, quien se desempeñó como Ministro de Industria, el directivo caracteriza el trabajo de la empresa: “De todas las tareas revolucionarias, la primordial, la fundamental, es cumplir cada uno con su deber”.