Con la máxima aspiración de fortalecer los principios fundacionales de la unidad, la solidaridad y el antiimperialismo, la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) prepara diversas actividades con motivo de su Aniversario 50.
Así lo reconoce la presidenta Heidi Villuendas Ortega al explicar a Granma Internacional un grupo de acciones preparadas para este 2016, con motivo de celebrar la efeméride con el propósito de visibilizar la organización hacia lo interno de los países y dentro del movimiento estudiantil en el continente.
Teniendo como premisa la difícil coyuntura política, social y económica del mundo y en especial en la región, las acciones van dirigidas a debatir acerca de la educación como uno de los ejes transversales de las luchas del movimiento estudiantil para atacar la mercantilización y lograr sistemas educacionales públicos, gratuitos y de calidad, afirma la también estudiante de 5to año de Relaciones Internacionales, y asevera: “Discutiremos la educación que queremos”.
De ello se derivan varias líneas de trabajo, la primera será convocar jornadas de movilizaciones a partir del mes de mayo para exigir el derecho al estudio para el ciento por ciento de los jóvenes; mayor asistencia gubernamental a las universidades; el fin de las políticas neoliberales que afectan los presupuestos educativos; y la oposición valiente a la injerencia imperialista
Para en una segunda línea de combate, los casi 100 millones de estudiantes agrupados en esta plataforma continental preparan espacios de debate para el rescate de la historia del movimiento estudiantil y para el intercambio en torno a articular ideas que deben regir en la educación de cada país, abogando por recibir conocimientos actualizados, científicos y verídicos con métodos novedosos de razonamiento.
El colofón será una magna cita en La Habana (lugar de fundación de la organización) del 10 al 12 de agosto para promover y desarrollar la solidaridad concreta y combativa de los estudiantes y repudiar las políticas capitalistas de mercantilización de los centros de enseñanzas, marginando a millones de jóvenes.
Creada en La Habana el 11 de agosto de 1966 por acuerdo del 4to Congreso Latinoamericano de Estudiantes, las 36 organizaciones miembros de 23 países, presididas por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de Cuba, coordinan también acciones para recordar las Reformas de Córdova en Argentina, que cumplirán cien años en el 2018.
La OCLAE centra su atención en planear el próximo Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes a celebrarse en Rusia en el 2017, espacio de confluencia global para el intercambio y la articulación de movimientos progresistas en defensa de los temas medulares de los jóvenes y por la solidaridad entre países.
“Hemos diseñado una campaña comunicativa para acompañar estas acciones. -comenta la joven presidente-. Divulgaremos en diferentes sitios virtuales y en las redes sociales como facebook y Twitter, las actividades propias en cada lugar con la idea de impulsar un sitio web de la organización, más una revista digital que pueda circular impresa como era tradición en años anteriores”.
Los desafíos actuales de la OCLAE, a criterio de Heidi, consisten en consolidar los principios fundacionales como: luchar contra el fascismo, el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo y la injusticia social; defender la autonomía universitaria, la libertad y pluralidad de academias; demandar la enseñanza pública y gratuita; liquidar el analfabetismo y democratizar la enseñanza.
También aboga por la institucionalización de la participación de los estudiantes en los órganos de cogobierno y gestión educativa; desarrollar los vínculos de ayuda mutua entre los estudiantes latinoamericanos y caribeños con los de otros continentes; estrechar la alianza con la clase obrera, los campesinos, indígenas y en general con los sectores populares y democráticos de la sociedad civil; además de combatir la despiadada explotación que sufre el medio ambiente los recursos existentes y promover un desarrollo autosostenible ecológicamente saludable.
“En ese sentido sirve Cuba como referente para los estudiantes, -puntualiza Heidi- los jóvenes del Continente miran la Revolución cubana como ese faro, esa guía, esa luz que ha ido iluminando el camino por el que transitar para lograr esa sociedad mejor a la que aspiramos todos”.
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