CIÉNAGA DE ZAPATA.— La reparación este mes del camino de acceso a la localidad de La Ceiba, caserío ubicado al noreste de esta región matancera, brindará respuesta a un viejo anhelo de los pobladores de esa zona y forma parte de un grupo de acciones de impacto social que incluye la infraestructura vial.
También con el propósito de retocar las carreteras y otros accesos de comunicación terrestre, sobre todo a aquellos que sirven de enlace entre las comunidades y los principales puntos urbanos del municipio (Playa Larga y Playa Girón), se vertieron 2 500 toneladas de asfalto, según informó Suleydis Plascencia, presidenta de la Asamblea municipal del Poder Popular.
Precisó que ese volumen de pavimento permitió restituir unos 15 kilómetros de senderos en los tramos más maltrechos de la carretera nacional, y que a ese esfuerzo adicionan la instalación de 20 nuevas luminarias y la reposición de 42 postes de la red eléctrica.
La titular del Gobierno sostuvo que el programa de mejoras no descuida ningún detalle y comprende de un modo u otro a los 18 asentamientos del extenso municipio. Pretendemos reanimar el territorio de forma integral para conmemorar con júbilo y regocijo el aniversario 55 de la victoria de Playa Girón, suceso que evidenció el coraje del pueblo y preservó la Revolución Cubana, subrayó.
Entre las más cruciales tareas que acometen los cenagueros está la restauración del Peaje que marca el ingreso a esa región, una singular construcción de guano y madera que suscita la atracción de los turistas nacionales y extranjeros.
Los trabajos abarcaron además al centro comercial del asentamiento de Caletón y la unidad de alojamiento Brisas del Sur, y también la restauración de parques infantiles y panaderías, así como de instalaciones del sector de la pesca y del turismo.
Ciénaga de Zapata, el lugar más inhóspito del país antes de 1959, era también el territorio más aislado. El único medio de transporte para entrar o salir de esa región era una “chispita” de ferrocarril, que entraba una sola vez al día y muy frecuentemente se descarrilaba.
Las primeras vías de comunicación terrestre llegaron con la Revolución, y sirvieron de base para el desarrollo ulterior de una obra colosal que dignificó la vida de los cenagueros.
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