ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La participación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la campaña intensiva contra el mosquito constituye una fortaleza en la calidad de las acciones emprendidas. Foto: Yaimí Ravelo

El ruido de los equipos fumigadores y la visita del personal sanitario a los hogares no causa asombro a los cubanos, conocen de la campaña intensiva emprendida desde hace varias semanas para enfrentar el mosquito aedes, causante de enfermedades como el chikungunya, el dengue y el zika.

El trabajador del turismo Osniel Bustio Pedraja, vecino del municipio Habana Vieja, quien conoce que los jueves en el horario de la mañana su casa será fumigada, por tanto desde la noche anterior tapa con una lona sus equipos electrodomésticos y se asegura de guardar los alimentos en el refrigerador o en un lugar seco, alejado del alcance del humo emanado de las bazucas fumigadoras.

La población cubana participa conscientemente en apoyar la campaña intensiva, diseñada por el gobierno. Foto: Juvenal Balán

En diálogo con Granma Internacional, este capitalino elogia el trabajo eficiente realizado por los voluntarios, movilizados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y con la recogida frecuente (hasta dos veces en el día) de desechos sólidos depositados en las esquinas. Lo caracteriza como un ambiente de salud para todos.

Similar criterio expresa Leticia Leyva Pérez, empleada del establecimiento La Habanera, perteneciente a una microempresa privada. Reconoce la disminución en los alrededores de insectos como cucarachas, moscas, mosquitos y otros, “hemos creado el hábito de prepararnos para el día de la fumigación y jamás nos oponemos a cumplir con esa actividad”, asegura.

La particularidad de esta etapa intensiva con respecto a las precedentes radica en el plan de acciones implementadas al unísono a lo largo y ancho del territorio nacional, diseñado para eliminar o disminuir los factores que condicionan la alta infestación del mosquito aedes aegypti y albopictus, de manera que no ofrezcan peligro para la propagación de enfermedades, así lo reconoce Francisco Fuentes Rojas, Técnico en Higiene y Epidemiología con más de 17 años trabajando en el control de vectores en la comunidad.

La fumigación elimina al mosquito adulto y con ello se corta la propagación de las enfermedades. Foto: Juvenal Balán

Francisco aclara, que en estas acciones participan todos los sectores enclavados en la localidad; se implementan medidas inmediatas sostenibles de vigilancia; además se garantiza el reforzamiento de las medidas de control sanitario internacional y el respaldo asistencial de los pacientes que puedan padecer estas enfermedades. “Hoy, la población nos obliga a fumigar y a inspeccionar las casas, con conciencia participativa”, asevera el técnico.

El fumigador Reinaldo Soto Alonso, movilizado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, comenta que a su llegada a las viviendas conversa con sus moradores para brindar confianza ante los temores, que puedan surgir, les pide tomar medidas para la protección contra el humo y cerrar los locales por 45 minutos al finalizar la actividad.

El tratamiento antivectorial en los depósitos de agua garantiza eliminar el reservorio del mosquito aedes. Foto: Jose M. Correa

“Los vecinos nos exigen cumplir con calidad esta tarea, -relata Soto Alonso- nos dan acceso a todas las habitaciones y nos alertan de las casas cerradas por la ausencia temporal de los moradores. Nosotros ayudamos a evacuar a los ancianos y enfermos, imposibilitados de caminar, incluso movemos las mascotas. Conocemos que el humo no causa daño a las personas y debemos transmitir seguridad y tranquilidad a las familias”.

Su compañero Reinaldo Zamora Alonso habla de la voluntariedad de los movilizados para asumir esta campaña de saneamiento, ellos pertenecen a las reservas de las fuerzas armadas y fueron convocados por el Comité Militar en el mes de febrero, recibieron una preparación previa y a partir del día 19 se integraron a las diferentes áreas de salud.

Sienten acompañamiento por las organizaciones políticas y de masas comunitarias como los Comité de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, los delegados de circunscripción (líderes en una manzana), los Combatientes de la Revolución. Entre todos realizan labor persuasiva para crear conciencia en la población de la necesidad de evitar una epidemia, explica Zamora Alonso.

Ambos jóvenes reconocen la efectividad de la propaganda educativa desarrollada en los diferentes medios de comunicación masiva y por las audiencias sanitarias planificadas en el horario nocturno, en las cuales los médicos y enfermeras del consultorio exponen cómo realizar el saneamiento en el interior de las viviendas y su entorno para no dejar proliferar los reservorios del mosquito.

Por su parte, la Licenciada en Enfermería Neris Hernádez Brizuela, resalta que en esas reuniones de vecinos se insiste en la observación de la fiebre superior a 38 grados, las erupciones cutáneas, la conjuntivitis no purulenta, las cefaleas y los dolores articulares. Estos son signos de la presencia de un virus, por lo cual se ordena acudir de inmediato al médico.

La también directora del policlínico Angel Arturo Aballí, ubicado en el municipio Habana Vieja, precisa que en su área de salud se han reducido los casos febriles inespecíficos, llegados al Cuerpo de Guardia, en relación al mes de diciembre, lo cual evidencia un resultado palpable de las medidas tomadas por el gobierno cubano ante el azote de las epidemias virales, originadas por la picadura de mosquitos infestados.

“La población ha sido receptiva a esta campaña intensiva, -asegura la directiva- nosotros somos estrictos en cumplir con los programas de fumigación y con la visita de los técnicos de higiene y epidemiología a las casas para el tratamiento antivectorial de los depósitos de agua, que destruyan los focos de proliferación del mosquito. Con esto hemos ganado una mayor percepción del riesgo en nuestra población y un mejor conocimiento en el tema.”

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.