La Revista Social circuló en Cuba desde enero de 1916 hasta 1938. Su director jefe fue el ilustrador gráfico y caricaturista Conrado Walter Massaguer, quien convirtió a esta publicación en un referente vanguardista que marcó un hito dentro del periodismo cubano. Su calidad y alto valor artístico fueron las aristas principales que la hicieron brillar.
Con el propósito de celebrar los 100 años de la revista —calificada por Juan Marinello como “la más alta significación literaria y artística que jamás haya tenido nuestro país”—, se abre la convocatoria a todos los artistas y diseñadores, que residan en el territorio nacional, a presentar sus obras en cualquier técnica tradicional de grabado, teniendo en consideración las características de las imágenes de la publicación.
Cada una de las obras presentadas debe tener en cuenta los rasgos finos y seguros, el uso de colores de altos contrastes, los elementos de Art Decó tanto en las figuras como en los fondos y la composición, la fuerza expresiva mediante la utilización de una línea suelta y las figuras con grandes contrastes y resueltas por planos organizadas sobre una estructura diagonal.
Las producciones se recibirán en las técnicas de calcografía, xilografía, litografía, colagrafía y serigrafía en un formato de 25 x 30 cm. El jurado seleccionará las piezas para integrar la exposición 100 años de Social, a inaugurarse en el mes de abril durante el Festival del Cartel.
Los trabajos se entregarán hasta el 1ro. de abril en horario laboral en la sede de la Galería L, Edificio de la Facultad de Economía. Cada obra debe estar acompañada por su ficha técnica correspondiente.
La Cátedra Honorífica Conrado Massaguer pretende honrar de esta manera a una de las revistas más renovadoras y que ha marcado época dentro de la historia de los medios cubanos de comunicación.
La trascendencia de Social se puede fundamentar gracias a que tuvo el privilegio de contar con el intelectual Emilio Roig de Leuchsenring, primero como jefe de redacción y luego como director literario. La figura de Roig fue determinante en imprimirle a las páginas, temáticas progresistas y de avanzada literaria.
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