CIEGO DE ÁVILA.—Aunque los aguaceros fuera de época atrasaron la siembra y dañaron algunos cultivos que incluso debieron ser plantados por segunda ocasión, las lluvias de los últimos tres meses beneficiaron los embalses, la ganadería y reanimaron el manto freático en esta provincia.
La Laguna de la leche, el mayor embalse natural de Ciego de Ávila, con 130 millones de metros cúbicos de agua y 67 kilómetros cuadrados, se encuentra totalmente llena, al igual que La Redonda, con una capacidad de 80 millones.
El Complejo Hidráulico Liberación de Florencia, formado por dos presas, dos derivadoras y un canal de unión, almacena el 58.6 % de los 79.8 metros cúbicos que puede acoger en su vaso, de acuerdo con la información brindada por Silvia Hernández, especialista de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos.
Precisó que Puente Largo, en el humedal del noreste del territorio y considerada la obra más importante de contención de las aguas y, a la vez, de gran valía para la recarga del manto freático, acaudala poco más de 18 millones (puede retener 40 millones), luego de permanecer sin agua durante casi todo el periodo lluvioso, desde mayo hasta octubre.
Las precipitaciones propiciaron una discreta mejoría en el manto freático, que tiene 412 millones de metros cúbicos, solo el 51 % de su capacidad total, razón por la cual todavía existen restricciones en el uso del agua, sobre todo en la ciudad de Ciego de Ávila.
En cuanto al sector ganadero, las lluvias contribuyeron a que la cantidad de vacunos que recibían agua en pipas se redujera a unos 9 000 en la provincia, de unos 25 000 que estuvieron en esa situación desde noviembre del 2014 hasta septiembre del 2015.



















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