CIEGO DE ÁVILA.—La carga contaminante al medioambiente disminuyó en el 2015 en esta provincia en 1,6 %, debido a la articulación de un mecanismo de trabajo multidisciplinario que permitió la realización de acciones concretas, sobre todo en aquellos sectores con emisiones de altos componentes de agresividad.
Luego de un ligero aumento en los cuatro primeros años del último lustro, en el 2015 dejaron de emitirse más de 200 toneladas de la llamada demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y se logró mantener en 108 el número de focos contaminantes de interés, según el inventario nacional y el estudio permanente que realiza la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en la provincia.
Los resultados obedecen a las acciones conservacionistas en diversos sitios, como en el central Ecuador, que ya posee un sistema de tratamiento; el trabajo constante por lograr la mejor separación de los residuales líquidos y sólidos en la industria azucarera y las labores para obtener producciones más limpias, con destaque para la empresa agroindustrial Ceballos, abanderada en la provincia en ese último aspecto.
María del Carmen Olivera Isern, directora de la unidad de medio ambiente, en la delegación territorial del Citma, expresó que también favoreció el tratamiento brindado a los residuales domésticos, porcinos estatales y de autoconsumo, y a los hospitalarios.
Forma parte de las prioridades las inversiones en el arreglo de conductoras, registros, limpieza de ríos y lagunas de oxidación, y el montaje de sistemas de tratamiento.
También beneficiaron a la naturaleza y a la población la educación ambiental, el manejo adecuado de los suelos y la vigilancia perenne en las áreas protegidas, los refugios de fauna y el gran humedal del norte del territorio.
Pese al avance, se torna urgente para este 2016 que las administraciones y especialistas de empresas y organismos realicen exhaustivas revisiones, fundamentalmente para disminuir al mínimo los vertimientos de residuales, que ponen en peligro de contaminación las reservas del manto freático, sobre todo en industrias grandes consumidoras de agua, como la Embotelladora de cervezas, de Ceballos; la fábrica de embutidos de Ciego de Ávila y los Combinados Lácteos, de Morón y la capital provincial.
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