MAYARÍ, Holguín.— El Programa de Desarrollo Integral de este municipio holguinero impacta positivamente en la economía, según refleja la práctica de la acuicultura, rama que gracias a nuevas inversiones reporta un incremento de las capturas y adquiere medios para el procesamiento industrial.
La evidencia de progreso la aporta la unidad empresarial de base (UEB) Acuanipe, que en las tres presas y dos micropresas que explota, hoy obtiene unas 600 toneladas de pescado, más de la mitad de lo que hacía en un periodo no muy atrás, reveló Sergio Castañón López, director de la entidad.
Con el dinero aportado por el Programa fueron adquiridas nuevas embarcaciones, entre ellas dos tipo chernera, de siete metros de eslora, y realizaron labores de reparación y mantenimiento a varios botes y artes de pesca empleadas durante un largo periodo.
Recientemente esta UEB, integrante de la Empresa Pesquera de Holguín, puso en marcha una línea de conformado de hamburguesas, perros calientes, mortadella, albóndigas y pasta de bocaditos que utilizan como materia prima el picadillo del pescado capturado, esencialmente de tenca, especie que aporta al año hasta 450 toneladas.
En el novedoso equipamiento se destaca la máquina capaz de conformar unas 28 hamburguesas por minuto, que permitirá rebasar ampliamente las 3 500 unidades diarias que llegaron a elaborar con medios técnicos muy primarios, describió el directivo.
Acuanipe tiene el propósito de elevar la eficiencia productiva a través de la mejor organización del trabajo de las dos brigadas que se dedican a la captura de tencas con chinchorros como principal arte de pesca, así como de la que se vale de palangres y nasas con los cuales atrapan ejemplares de tilapia y claria, las otras dos especies que explotan.
Tan importante como la pesca resulta el continuo fomento de la tenca, tarea compleja porque no se reproduce de forma natural, de ahí las intenciones de la UEB de elevar las condiciones de trabajo en sus dos granjas de cría de los alevines que “siembran” en los embalses cuando están listos para sobrevivir.
No se trata de echarlos por echarlos en los espejos de agua, puntualizó Sergio Castañón, sino de hacerlo en correspondencia con el volumen del líquido existente en cada uno, para asegurar su crecimiento hasta que adquieran el peso comercial.
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