Casi tan intenso como la escasez de precipitaciones que viene afectando al país en los últimos dos años, ha sido el plan del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) para reducir las pérdidas de agua.
El amplio proyecto inversionista de 2015 fue de más de 340 millones de pesos. De esta cifra 266 millones se destinaron a construcción y montaje, 67 millones a equipos, 40 millones a la preparación de las obras de los años 2016 y 2017, y 14 millones a otros gastos.

“Fundamentalmente las inversiones están dirigidas a mejorar el abasto a la población, disminuir las pérdidas, la producción de alimentos, y la infraestructura relacionada con el turismo”, asegura Antonio Rodríguez Rodríguez, vicepresidente del INRH.
Hasta hace poco tiempo el 58% del agua que se bombeaba no llegaba a su destino final. A partir de la puesta en marcha de este programa en 2011, se ha ido incrementando paulatinamente la eficiencia en el uso de este recurso.
“Una de las direcciones en que estamos trabajando es medir el impacto de las inversiones. Estamos en el orden del 5% anual de reducción de pérdida. Este es un programa muy amplio en el que hay que invertir más de 11 000 millones de pesos”, refiere Rodríguez Rodríguez en conversación con este semanario.
La actual sequía ha sido más crítica en algunos territorios que en otros. De igual manera los trabajos para rehabilitar redes de acueducto también han estado concentrados en diferentes puntos de la geografía nacional.
En la actualidad se priorizan doce ciudades que forman parte del programa aprobado por la Comisión Económico-Financiera para la rehabilitación de las redes de acueducto.
Atendiendo a diferentes criterios, esta relación incluye grandes urbes como La Habana, Camagüey, Santiago de Cuba, Holguín, Bayamo y Manzanillo; sitios de elevada importancia para el turismo como Trinidad; la Isla de la Juventud; Guantánamo y Palma Soriano, con una difícil situación con la calidad del agua; y Pinar del Río y Consolación del Sur.
Se han rehabilitado conductoras, redes, así como estaciones de bombeo y plantas potabilizadoras de forma tal que se complete el ciclo desde donde se bombea el agua.
Hasta el cierre de octubre, según las estadísticas del INRH, se habían beneficiado con estas obras 475 461 habitantes por nuevas instalaciones o mejoras en el servicio de abasto y saneamiento. Para el 2016 se prevé intensificar las acciones.
“Nuestro plan el año próximo – asegura Rodríguez Rodríguez- va a ser superior en más de 70 millones al de 2015. Lo que quiere decir que al tema hidráulico la dirección del país le está poniendo todos los recursos necesarios.”
MANOS A LA OBRA
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos no solo realiza nuevas inversiones. Algunas están destinadas a devolver los parámetros técnicos a las instalaciones que ya existen y a materializar proyectos de alta prioridad.
Particular interés adquiere el sector agrícola cuando se habla de sequía pues, según comenta el especialista, las pérdidas de agua también se registran en los sistemas de riego. Esto implica que en un alimento como el arroz, todo lo que no se produzca en el país hay que importarlo.
Sobre las acciones realizadas en 2015 vinculadas con la producción de alimentos el Vicepresidente del INRH ofrece abundante información.
“A parte de las obras estamos trabajando en un programa estratégico que son los trasvases centro, en las provincias Sancti Spíritus – Ciego, y el este – oeste, en Holguín, para utilizar mejor el agua tanto para abastecer a la población como a la economía, fundamentalmente en los sistemas de riego que utiliza la agricultura.
“También se labora en los canales, porque el principal cliente es la agricultura y dentro de esta el arroz. Ahora se está trabajando en el canal magistral Zaza, el mayor de Cuba, donde se pierden alrededor de 90 millones de metros cúbicos de agua todos los años.”
SANTIAGO, GUANTÁNAMO Y EL TURISMO
Las provincias Santiago de Cuba y Guantánamo, ubicadas en la parte sur oriental de la Isla, muestran indicadores críticos en sus embalses. En la Ciudad Héroe, a modo de ilustración, el llenado de las presas no sobrepasa el 30% y las de abasto a la población no llegan al 18%.
Aunque solo las lluvias pueden revertir esta situación, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos ha realizado importantes acciones constructivas para llevar el agua a la ciudad.
En 2015 se terminó una conductora de más de nueve kilómetros y se hizo una estación de bombeo para extraer el líquido embalsado en la presa Gota Blanca, lo que permite aprovechar alrededor de 15 millones de litros. Igualmente se está construyendo una planta desalinizadora que debe ponerse en explotación en el primer semestre de 2016.
Por su parte, el territorio más al este enfrenta una situación de alta complejidad. En Guantánamo, recalca Antonio Rodríguez Rodríguez, la sequía fue muy intensa y se tuvo que hacer obras emergentes como una estación de bombeo para ampliar la entrada de agua a la ciudad y otras obras que han posibilitado estabilidad en el abasto.
Más allá de estas inversiones que tienen que ver directamente con la población, el INRH se concentra además en la instalación de la infraestructura que garantiza el desarrollo turístico.
En este particular sobresalen las obras de abasto y saneamiento de Varadero, Cayo Santa María, Cayo Coco, Cayo Cruz, Camagüey y la conductora que va a abastecer a Ramón de Antillas en Holguín, obra que debe comenzar en 2016. Para emprender esta empresa tan ambiciosa el país dispone de un presupuesto que supera los 220 millones de dólares.



















COMENTAR
Lizmay López dijo:
1
11 de enero de 2016
17:00:12
Inés María Respondió:
29 de septiembre de 2016
13:39:19
Lilian dijo:
2
23 de febrero de 2017
11:28:18
Responder comentario