Abre Camagüey dos frentes de molienda

CAMAGÜEY.—Tras varios anuncios in­cier­tos, en busca del momento más propicio de acuerdo con la humedad de los suelos y del grado de maduración de la caña, esta provincia acaba de iniciar la zafra azucarera 2015-2016 con la puesta en marcha de los centrales Si­boney, de Sibanicú, y Carlos Manuel de Cés­pedes, en el municipio de igual nombre.

Comienza así una de las principales acciones de la economía camagüeyana para el próxi­mo calendario, que se propone esta vez, a partir de la caña disponible, rebasar las 170 000 toneladas de azúcar, cifra que debe representar un crecimiento del 8 % respecto a lo real al­canzado en la cosecha precedente.

Tales niveles de producción deben lograrse con el concurso parejo de otros tres ingenios: el Argentina, de Florida, que arrancará sus má­­quinas en breve, mientras el Brasil, de Es­me­ralda, y el Batalla de Las Guásimas, de Ver­tientes, están previstos iniciar las respectivas moliendas en el mes de enero.
Geyser Casas Antúnez, director de operaciones de la Empresa Azucarera de Camagüey, explicó que se llega a la actual campaña en mejores condiciones, tanto por la calidad de las reparaciones fabriles como por el alistamiento en fecha de la maquinaria agrícola y el transporte.

A modo de ejemplo, informó que como parte del aseguramiento material de la zafra, la provincia dispondrá de siete nuevas cosechadoras Case de alta productividad y 12 camiones de 60 toneladas de capacidad, con lo cual se completa un parque de 115 combinadas KTP, 25 Case, 233 camiones y 270 remolques.

Según el especialista, el mejor balance en las labores de corte, alza y tiro de la caña debe contribuir a resolver uno de los principales escollos de la zafra anterior, centrado en el insuficiente abasto de materia prima a los centrales, lo que exigirá de una mayor organización y disciplina en el estricto cumplimiento de la tarea diaria y de los horarios de entrega de la gramínea.

“De resolverse tales inconvenientes por parte de las unidades productoras, apuntó Ca­sas Antúnez, resultará factible lograr mo­lien­das estables que se acerquen o rebasen el 80 % de aprovechamiento de la norma potencial de los ingenios, elevar el rendimiento industrial y reducir el tiempo perdido”.
Para materializar ese propósito, se han ejecutado igualmente acciones dirigidas a incrementar el tiro directo de caña a los basculadores de los centrales (se prevé llegar al 59 % de la materia prima a moler), lo que aumentará su frescura e impactará en los costos, pues se reduce el trasiego en ferrocarril y el empleo de los centros de acopio.