SANTIAGO DE CUBA.—Testigo excepcional del desenlace de la Guerra Cubano-Hispano-Americana, el Parque Loma San Juan-Árbol de la Paz, recobra el esplendor que lo convierte en el único sitio del mundo, donde el visitante parece palpitar en medio de tan crucial contienda bélica de finales del siglo XIX.
Como refleja una tarja de bronce en un fortín preponderante del sitio ubicado al este de esta ciudad: “En esta colina, las tropas norteamericanas dirigidas por el General William R. Shafter y los cubanos comandados por el Mayor General Calixto García Íñiguez, dieron la última batalla contra el ejército que mantenía en Cuba la soberanía de España”.
El hecho enmarcado entre el 12 de mayo y el 24 de agosto de 1898, al decir del arquitecto Omar López Rodríguez, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, junto a la firma de la capitulación de Santiago de Cuba bajo la sombra de una Ceiba cercana (16 de julio 1898), concede especial notoriedad al lugar.
Para hacer más auténtica su trascendencia, el escenario acoge desde 1929 numerosos exponentes y locaciones, entre los cuales sobresalen los monumentos dedicados a la gloria del mambí victorioso, al americano participante en la lucha por la independencia de Cuba, y al soldado español que supo morir en cumplimiento del deber.
Además, se cuenta con fortines, piezas y municiones de artillería, trincheras abiertas en el fragor del combate, senderos y tarjas que cuentan lo sucedido, así como otros elementos relacionados con el acontecimiento y sus protagonistas, incorporados más adelante al cumplirse los 100 años del histórico episodio.
En el caso del Árbol de la Paz, tras morir la añeja Ceiba precisamente en el año del centenario, fue colocada otra que ya alcanza los 15 metros de altura, y como su predecesora está flanqueada por ocho enormes libros de bronce abiertos, cañones de la época y un exuberante arbolado como el que debió predominar entonces.
Entre los libros, uno relaciona la jefatura de las tropas del Ejército Libertador participantes, dos recogen los nombres y apellidos de los mambises caídos en los cruentos combates, y en los restantes cinco aparecen los integrantes de las fuerzas norteamericanas y sus bajas en las acciones.
En un ángulo destacado, un monumento refleja la efigie de Calixto García y el texto de la carta que enviara el 17 de julio de aquel año al general Shafter, en protesta de la decisión de impedir la entrada a Santiago de Cuba de los dignos mambises, por el absurdo rumor de provocar posibles acto de represalia contra los españoles.
PRESERVAR LA HISTORIA
“Tan significativo ámbito —precisa Omar López—, fue integrado en ocasión del aniversario 500 de la otrora villa santiaguera junto al Parque de Diversiones 26 de Julio y el Parque Zoológico al flamante Parque de los Sueños, un ambicioso proyecto histórico-cultural, de recreación y esparcimiento para niños y adultos.
“Para la citada celebración —añade—, se acometieron en esos dos últimos espacios numerosas acciones constructivas, y una vez concluidos impostergables trabajos en instituciones patrimoniales del centro de la ciudad, intensificamos este abarcador programa de reanimación y mantenimiento de Loma San Juan y el Árbol de la Paz”.
La primera etapa de trabajo en esta zona comprende acciones integrales de conservación y restauración del patrimonio existente, en los sistemas eléctricos, de información al visitante y de protección, así como en las áreas verdes, el arbolado y los viales, que agregan un alto valor paisajístico.
Lideradas por la Empresa de Restauración y Conservación de la Oficina del Conservador de la Ciudad con restauradores y operarios integrales, también intervienen fuerzas de servicios comunales, la empresa eléctrica, del turismo y el parque zoológico, las cuales emprenderán después otros trabajos de mayor alcance.
“No debe soslayarse —puntualiza el Conservador de la Ciudad—, que este parque cuya información se brinda en inglés y español, siempre ha sido muy visitado por cubanos y extranjeros deseosos de apreciar bien la historia, de adentrarse aquí en esa página abordada en las universidades de Estados Unidos.
“De hecho todos saben que Teodoro Roosevelt, quien tres años después sería presidente de esa nación (1901-1909), alcanzó gloria y fama en esta elevación y en Loma del Caldero, de ahí que sin dudas el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos debe repercutir en tan singular sitio de la historia entre ambos países”.
Como se vislumbra, la importancia del escenario de una guerra de repercusión internacional, pues puso fin al colonialismo de viejo tipo español y dio inicio al imperialismo norteamericano, asociada a la belleza natural de un paraje que forma parte del pulmón verde de la ciudad, convertirá a Loma San Juan-Árbol de la Paz en el parque que todo el mundo querrá conocer.
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