ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Los golpes, el maltrato, la indiferencia… hasta acorralarla tras los barrotes del silencio, invisibilizándola. Reduciéndola a nada. Todo lo que no se hace por reconocerla, todo lo que la mancilla —con puños físicos o virtuales— por la simple (sin) razón de su condición de género y todo el tiempo estéril en que no le damos su justo lugar en la sociedad, son un atentado contra el sentido común y, peor, una violación del derecho que le da, per se, su condición humana.

En una entrevista reciente con Granma, en el afán de denunciar las Cicatrices de la cobardía, la coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba (SNU), Myrta Kaulard, refirió que se estima que, en la actualidad, una de cada dos mujeres en el planeta es víctima de violencia, en cualquiera de sus dimensiones, mientras  —por si no bastara— el 70 % de ellas sufre maltrato físico o sexual a manos de su ex o actual pareja.

En el compromiso-desvelo de legitimar a la mujer, en cualquier etapa de su vida, no como objeto decorativo, sino como sujeto activo en la cotidianidad social; no como “media naranja que complementa al hombre, sino como dos naranjas que caminan juntas por la vida” —tal cual recordaba en entrevista a este diario la integrante del Secretariado de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y periodista, Isabel Moya—, el color de ese cítrico pinta con su mejor tinta la fecha de hoy, devenida bandera de la lucha mundial por la No violencia contra mujeres y niñas.

Así, cada 25 de noviembre marca la celebración del Día Naranja a escala global, e involucra a numerosas instituciones y organizaciones (más de 5 000 en el mundo, incluidas las cubanas), en su agenda contra la violencia de género, como parte de los 16 Días de Activismo en el orbe que corren desde esa data del onceno mes del calendario hasta el 10 de diciembre. En nuestra geografía, ese evento de respuesta social cobra mayor vida y protagonismo desde mediados de la década pasada.

Y a los frutos de las alianzas en la nación, cosechados por más de cinco décadas de Revolución, ha coadyuvado también, y en muchos sentidos, la Campaña Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, la cual fue lanzada en febrero del 2008 por el secretario general de las

Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y está presente en la Mayor de las Antillas “desde los primeros momentos y va cobrando fuerza con el interés de instituciones, organizaciones, proyectos y redes nacionales que, poco a poco, se han ido sumando y, lo más importante, ha­ciéndola suya”, comenta

Myrta Kaulard. Una auténtica cruzada, a 360 grados, por reivindicar los derechos de la población femenina.

Según la representante del SNU en nuestro país, en este acompañamiento a las iniciativas nacionales, también vale reconocer —jun­to al trabajo con disímiles instituciones, entre las que sobresale la FMC— el aporte de “más de 50 personalidades que integran las redes de artistas y deportistas amigos de la Cam­paña Únete aquí, y trabajan desde el compromiso personal, donando su tiempo, talento y energías. Entre ellos, se encuentran los músicos Rochy

Ameneiro y David Blanco, y el escritor Julio César González Pagés, quienes han laborado juntos, en los más diversos escenarios, llevando los mensajes de la No violencia a amplios públicos en toda Cuba”.

En esa lista de artífices consagrados, incluyó a quienes, desde el deporte, aúnan esfuerzos: el subcampeón mundial de salto de altura Víctor Moya y el campeón centroamericano de lucha grecorromana Ismael Borrego, por la contribución sistemática contra la violencia machista.

A propósito del compromiso de una de estos artistas, Rochy Ameneiro, Granma interrumpió —vía telefónica— su fecunda agenda en vísperas del flash mob, alegórico al Día Naranja, que ella convocara para las 6:00 p.m. de hoy, en el capitalino parque de 15 y 16 (Vedado), con el ánimo de conocer de primera mano la significación de esta propuesta.

Y Rochy, sin intermediarios, resumió: “la importancia que le damos a esta acción es la de convocar a muchas personas en una actividad lúdica, con un mismo lenguaje y por una causa especial, que es la de dar visibilidad a una problemática tan importante como es la violencia contra las mujeres y las niñas”. Se trata de una presentación dinámica de pasos de baile, por quienes allí acudan, y a la que se llevará una prenda naranja para, también en Cuba, mostrar en un espacio urbano el compromiso con la No violencia.

TRABAJAR Y HONRAR

Son esos dos infinitivos muy propios del Día Naranja, donde se reconoce el “granito de arena”, y a veces las enormes montañas, de aquellos que están convencidos de que no se puede ceder ni un ápice a esa violación de los derechos humanos, además de pandemia global, que es la violencia de género.

Un amplio programa ha sido encauzado en Cuba al respecto, como parte de las acciones que acompañan a Únete este año, dentro del que figuran el

Balcón Latinoamericano, el flash mob de Rochy, el encuentro de la Red de Artistas de la campaña, así como diferentes acciones en las redes sociales.
Unido a ello, se estarán entregando varios de sus premios, al tiempo que resalta la presencia de la Campaña en el Festival de Cine (premio a la mejor película que refleje el tema), y un anuncio en uno de los soportes del festival.

Sobre el Premio Únete Al compromiso con la Igualdad y la No violencia de Género, “el que se otorga desde este 2015 y reconoce a aquellas instituciones, organizaciones, redes y personalidades nacionales o iniciativas específicas que tributan de manera significativa a la promoción de la igualdad entre todas las personas y a la no violencia por motivos de género”, conforme ha trascendido en distintos escenarios, sus acreedores, hasta el momento, en nuestro país han sido: la FMC, Lizette Vila y el Proyecto Palomas, Rochy Ameneiro y Marilyn Solaya.

Permanece abierta, asimismo, la convocatoria a nivel global a “pintar” simbólicamente el mundo de naranja. Y ello, en un planeta urgido, hoy más que siempre, del compromiso individual y la gestión colectiva de sus hijos e hijas de la más diversa índole, para construir una casa grande sin discriminación, ni violencia. Y donde el amor destierre para siempre la dictadura de los puños.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Yuniesky Espinosa dijo:

1

25 de noviembre de 2015

12:00:00


Espero que nuestra ciudad de Santa Clara, llamada la ciudad naranja sea participe de esta lucha tan importante y que en ella todos brindemos nuestra ayuda y apoyo a tan noble causa, aunque sea usando alguna prenda de vestir naranja.

Leonardo García Carmenate dijo:

2

25 de noviembre de 2015

15:30:37


Un golpe en el rostro a una mujer es sínoma de impotencia sexual, cobardía o cualquier otro calificativo de lo más bajo que existen o están por existir. Las mujeres deben ser honradas como se honra a los ancianos en diversas culturas, es el símbolo cumbre de la fertilidad y es por ella que existimos los hombres. Me es imposible imaginar que placer existe en golpear o discriminarlas. Deben no, tienen que ser tratadas como frágiles flores aunque sean más fuertes que nosotros, por su capacidad para afrontar los avatares de la vida: el trabajo en casa y fuera de ella, dedicar tiempo para el esposo y los hijos, para su superación personal, para tareas de la comunidad donde su participación es mayoritaria. Por estas cosas y un millón más que no puedo enumera estoy en contra de la violencia de género y me pinto de naranja

rosalina dijo:

3

25 de noviembre de 2015

20:13:53


Muy lindo el comentario Leonardo,ojalas todos los hombres pensaran y actuaran así,